Blanca Elizabeth Carmona/
El Diario
Agentes ministeriales presuntamente golpearon a un hombre para que aportara datos falsos sobre al menos dos de los seis acusados de haber prostituido y asesinado a 11 mujeres cuyos restos se localizaron en el arroyo El Navajo, por lo que el Tribunal de Juicio Oral ordenó al Ministerio Público investigar este posible acto de tortura.
Un testigo, cuyos datos son reservados y públicamente lo identifican con las iniciales JJID y quien rindió declaración ayer ante las jueces que analizan la presunta responsabilidad penal de seis hombres bajo proceso por los delitos de trata y homicidio, dijo que él únicamente conoce a dos de los procesados como vendedores de droga para el grupo delictivo “Los Aztecas”.
Pero fui golpeado para que declarara ante el Ministerio Público que los había visto prostituyendo a mujeres.
El testigo, quien está sentenciado por el delito de robo y compurga una pena en un reclusorio ubicado en la capital del estado, fue trasladado a Ciudad Juárez para que compareciera en este juicio como prueba del Ministerio Público (MP).
Sin embargo, ante el interrogatorio de la defensa de los acusados dejó en claro que a él no le consta que José Antonio Contreras Terrazas alias “El Koyac” o “El Terrazas” y Edgar Jesús Regalado Villa “El Piwi” o “El Negro” hayan participado en “levantar” a mujeres en la zona Centro de esta frontera como obra en la declaración que rindió ante el MP.
“En relación a los que levantan a las morras ahí son “El Pifas”, “Patachú”, “El Koyac” y “El Marrufo”, dijo JJID al dar lectura a una parte de su declaración ante el MP y al ser cuestionado por la defensora pública penal Yesenia Jáquez indicó “sí dije eso, pero como le diré, yo manifesté eso para que me dejaran de golpear ahí en la ministerial, pero les confirmé que no sabía si ellos se dedicaban a eso, pero sí vendían droga”.
“A mi me detuvieron en un hotel donde yo no tenía nada de droga ahí y como soy adicto tenía jeringas e insulinas y para consignarme me pusieron dos sustancias de cocaína y querían a fuerzas que les dijera que yo vendía. Pero no vendía, yo consumo y me empezaron a golpear y a dar apodos y yo con tal de que ya me dejaran de golpear les dije que sí ”, reiteró.