Araly Castañón
El Diario
Los panteones de la ciudad están a punto de saturarse. Sólo uno tiene espacio... pero poco, y en algunos se realizan entierros sin control de la autoridad.
“Necesitamos buscar un predio, andamos buscando dos: uno por Anapra y otro por el suroriente”, comentó Héctor Lozoya Ávila, director de Limpia, dependencia que se encarga de regular los cementerios.
Indicó que, aparte, la dependencia contempla adjudicarse cuatro que estaban concesionados u operados por ejidos, pero que ahora lucen abandonados y en otros no hay control de los entierros.
Los panteones municipales que administra Limpia son Colinas de Juárez, ubicado en la calle Miguel de la Madrid, casi esquina con bulevar Zaragoza, el Chaveña y el San Rafael del kilómetro 32 de la carretera Panamericana, que actualmente es el único que tiene espacio.
Aparte hay otros 10 concesionados, es decir que los manejan particulares, dio a conocer Lozoya Ávila.
En el San Rafael hay lugar para un año, el camposanto cuenta con unas mil fosas disponibles o menos, debido a que el sitio donde queda espacio el suelo es muy duro y se ha descompuesto maquinaria al excavar.
En el cementerio Chaveña hay 160 mil personas sepultadas; en Colinas, 93 mil 159 y en San Rafael 51 mil 769 mil. Entre esos, hay 2 mil 64 cadáveres que están en la fosa común, establecen estadísticas de la Dirección de Limpia.
Entre los privados, está el panteón Henequén, ubicado en la colonia Granjero Viejo, cerca del bulevar Zaragoza y pegado a la barda del aeropuerto Abraham González.
Ese es un cementerio pequeño, ubicado enseguida del panteón Sueños Eternos, las tumbas del Henequén datan de los sesenta, pero ya muchas no tienen lápidas o están vandalizadas.
El recinto se ubica en la parte trasera de una fila de viviendas, algunas de las cuales ampliaron su propiedad al cementerio para tener patio.
“Tres o cuatro casas se extendieron al panteón, pero no está bien, no respetaron”, dijo una vecina del cementerio Henequén, Sanjuana Mendoza.
Otro cementerio pequeño y que también está abandonado, es uno conocido como Senecú, se localiza sobre el bulevar Francisco Villarreal, casi cruce con calle Paseo de Aragón. Ahí hay tumbas que datan desde 1931, y otras más recientes de enero de 2015.
Ese, al igual que el panteón que está en el poblado de Zaragoza, es ejidal, y ninguno tiene lugar para seguir enterrando, pero se ha detectado que lo siguen haciendo, aseguró el director de Limpia, Héctor Lozoya.
“El de Zaragoza tampoco tiene barda ni cupo, ahí sí es un foco de infección porque están en medio de la colonia. Y ahí siguen enterrando también”, comentó.
En el panteón Tepeyac, ubicado en la colonia San Antonio, en calle Holanda y Madrid, también se agotó el espacio, pero los encargados del lugar están enterrando en los senderos del cementerio o en los pasillos que hay entre las tumbas.
Este camposanto es de 1923, tiene dos hectáreas y hay 25 mil difuntos, afirmó Arturo Tinajero Martínez, encargado del lugar.
Explicó que el sitio lo manejan ahora seis personas que eran empleados del lugar, pero ganaron una demanda al dueño Carlos Molinar por falta de pago de salarios, y ellos se encargan de administrarlo desde hace tres años.
“Los trabajadores tienen la operación, a través de una sentencia el patrón les dejó que continuaran la explotación como pago de indemnización, tenía un problema que no pagaba los sueldos”, mencionó.
La saturación de los espacios para los muertos fue atribuida por Héctor Lozoya a la época violenta que se registró en la ciudad entre 2008 y 2011 cuando el número de muertos se multiplicó.
Antes de la ola violenta, se celebraban de ocho a diez funerales en promedio por día en los panteones municipales, pero la cifra se duplicó y en esa época llegaron a efectuarse hasta 20 por día o más.
“La violencia que se vino nos saturó los panteones”, dijo.
En proceso de adjudicación
La Dirección de Limpia está en proceso de adjudicarse el panteón Henequén, que se encuentra en la colonia Granjero Viejo, debido a que está abandonado y se detectó que tiene espacio para unas 150 fosas, dijo Héctor Lozoya.
“En Henequén sí hay espacio para seguir enterrando, se sustituye el de Colinas porque no hay cupo ni en el de Zaragoza”, comentó el funcionario.
Los otros que están concesionados, pero que el Municipio da mantenimiento, son el de Senecú, también conocido como de “Los Niños” y el Tepeyac, por ello el director de Limpia también contempla adjudicárselos.
En el Senecú, a pesar de que ya no hay espacio, se ha continuado enterrando.
“Ese es el problema, que nosotros no lo regulamos y de repente pasamos y están enterrando y está prohibido enterrar porque son panteones obsoletos, si los dejamos que sigan enterrando nunca vamos a poder regularlos”, expuso el funcionario.
En el caso del Tepeyac, aunque los encargados han reanudado la limpieza, y desde hace un año sacan un dompe diario de escombro, según dijo el encargado, el Municipio planea cancelar la concesión, porque la Dirección de Limpia sigue dando mantenimiento.
“El muchacho (el encargado) se queja de que no lo limpian, que no tiene recursos porque la gente no paga, entonces para qué lo tienen, entonces si lo vamos a mantener nosotros mejor vamos a adjudicárnoslo”, anotó Lozoya.
“Nos va a pasar lo mismo que los basureros, al rato los van a empezar a abandonar ¿y luego?”, expresó.
El funcionario dijo que en los panteones ejidales que se encuentran en los poblados del Valle de Juárez, como El Sauzal, San Isidro y San Agustín, la Dirección de Limpia desconoce si los encargados están pagando al Municipio los impuestos por inhumación.
“Vamos y los supervisamos, que estén limpios, pero no tenemos la regulación, porque como no pagan aquí (en la Dirección de Limpia), no sabemos cuándo se mueren”, expuso.
En el caso del Tepeyac, donde se realizan reinhumaciones, es decir que en una fosa ocupada se coloca otro cuerpo, tampoco se conoce si se cumple el reglamento.
“Como no lo regulamos no sabemos si están enterrando con todas las medidas de seguridad. No sabemos, tienen que tener un metro y medio como mínimo (de distancia del suelo al cadáver), hay hasta cuatro metros de distancia”, mencionó el funcionario.
Expuso que para detectar que todos los cementerios paguen los impuestos al Municipio, se debe realizar una inspección minuciosa, pero por lo pronto se han extendido recomendaciones, que son para adjudicarse el de Zaragoza, Senecú y el Henequén.
“En el Tepeyac dejamos los requerimientos y nos pidieron plazo y limpiaron, pero cuando se vienen los días festivos, tenemos que reforzar porque la gente se empieza a quejar, no le importa si es particular o municipal”, expuso el funcionario.
Dijo que al adjudicarse esos cementerios se mantendrán controlados y ya no se permitirán más inhumaciones, además de que estarán limpios.
Agregó que para contar con más espacios para enterrar la dependencia está buscando predios por el poniente y por el suroriente.
“Nosotros sí nos hemos dado cuenta de que ya no hay espacios en ciertos panteones”, mencionó Mayra Juárez Solís, gerente de cementerios del Grupo Perches.
Dijo que los mausoleos que más se utilizan son Jardines del Recuerdo y Tepeyac aunque éste se encuentra saturado.
A pesar de que hay pocas opciones, mencionó que una situación que viene aliviar esta situación es que entre el 30 y 40 por ciento de los clientes solicita cremaciones.
Expuso que los panteones privados del Grupo Perches, Recinto de la Oración y Jardines Eternos todavía tienen muchos espacios, aunque son más costosos que los municipales por el servicio y la ubicación que ofrecen.
“No es lo mismo comprar un espacio en el San Rafael o en Colinas o en Jardines del Recuerdo que están muchísimo muy retirados, a algo que está más céntrico, más accesible, donde se mantienen áreas verdes y limpieza al 100 por ciento”, mencionó.
En los camposantos municipales el costo por un espacio a perpetuidad es de mil 800 pesos, mientras que en los privados va de 6 mil a 10 mil pesos, de acuerdo con datos de la Dirección de Limpia.
El espacio que busca el Municipio para construir uno o dos nuevos panteones debe tener 10 hectáreas, comentó el titular de la dependencia, Héctor Lozoya. (Araly Castañón/El Diario)
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