Josefina Martínez
El Diario
La regidora Mireya Porras señaló que se solicitó la comparecencia de la directora del Instituto de la Mujer Juarense, Patricia Barraza de Anda, para conocer su versión sobre los reclamos que hacen los empleados del Instituto, en relación a la violencia psicológica ejercida contra ellos en sus labores, desvío de recursos públicos y discriminación por razones de diversidad sexual.
“Nos reunimos las regidoras que integramos la Comisión de Mujer que somos Evangelina Mercado, Marcela Luna Reyes y yo para revisar el caso y recibir a los empleados del Instituto de la Mujer y escuchamos sus inconformidades”, expresó la regidora.
Agregó que ya solicitaron que la funcionaria comparezca ante ellas para escuchar su versión de los hechos y encontrar la mejor solución a este conflicto.
Por su parte Evangelina Mercado, secretaria de esta Comisión, expresó que es muy importante esclarecer esta situación y saber si se está incurriendo en algún tipo de abuso contra las empleadas.
“Ya escuchamos a las empleadas del Instituto y ahora debemos escuchar a la directora”, expresó la regidora Mercado.
Empleados del Instituto municipal de la Mujer presentaron quejas por violencia psicológica en el ámbito laboral, desvío de recursos públicos para fines personales y discriminación por razones de diversidad sexual, contra la directora de este
Instituto, Martha Patricia Barraza de Anda, ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, el pasado 5 de mayo.
Barraza de Anda, quien es maestra de tiempo completo en la UACJ y se encuentra en su año sabático, tomó protesta como directora del Instituto Municipal de la Mujer el 22 de agosto del 2014 y después de la ceremonia se comprometió a presentar un plan de trabajo específico y articular políticas públicas sobre la prevención de la violencia hacia las mujeres y equidad de género.
Actualmente los 4 empleados del Instituto que presentaron sus quejas en la CEDH temen represalias en su contra ya que las tienen concentradas en las oficinas de la Secretaría del Ayuntamiento.
“Nos contrataron bajo un régimen en el que nos pagan con un recibo que dice beca-trabajo, cuando le pedimos a la directora que nos explicara si teníamos prestaciones, nos cambió los recibos pero seguimos firmando contratos mensuales y el argumento es que somos un organismo descentralizado”, señalaron los empleados.
Aseguraron que desde que empezaron a trabajar han tenido que hacerlo en las mesas de la Biblioteca Central de la UACJ, en la casa o en el cubículo de Patricia Barraza que se ubica en el edificio de doctorado del Instituto de Ciencias Sociales y Administración.
En su queja ante la CEDH señalan que entre otras humillaciones las asistentes administrativas fueron convertidas en asistentes personales y en sus horas laborales deben acompañar a la directora a la estética, al taller mecánico, a pagar los recibos de su casa, y a comprar su despensa.