Blanca Elizabeth Carmona
El Diario
De dos de las víctimas secuestras para ser objeto de prostitución y cuyos restos óseos se localizaron en El Arroyo El Navajo, Jesica Terrazas Ortega y Mónica Liliana Delgado Castillo, no se pudo estimar el periodo en que fueron asesinadas a pesar de que sus osamentas fueron las más completas de todas las que se han rescatado en ese sitio.
Esto fue lo que informaron dos médicos peritos que comparecieron ayer ante el Tribunal de Juicio Oral que analiza la responsabilidad o inocencia de los seis hombres acusados de haber participado en asesinato de estas dos mujeres así como de otras nueve.
Jesica Terrazas Ortega quien contaba con 18 años de edad fue privada de su libertad el 20 de diciembre del 2010 tras salir de su casa en busca de empleo. Sus restos se encontraron el 21 de octubre del 2011 en el Arroyo Las Arcinas –parte de El Arroyo El Navajo- en el municipio de Práxedes G. Guerrero.
Sus restos se embalaron en una bolsa de plástico que fue puesta a disposición del médico Armando Aguirre Enríquez, quien acomodó los fragmentos de cada hueso en orden anatómico para el análisis que haría las veces de una neurocirugía. Y en otra plancha acomodo varias prendas que se hallaron a un lado de los restos, una blusa, una chamarra, un cinto, un pantalón de mezclilla, un calcetín y un par de botas.
“Este cadáver corresponde a fenómenos cadavéricos tardíos en periodo de esqueletización. En el caso de las osamentas como no presentan piel, ni músculos, ni órganos y nosotros los signos tanatológicos los tomamos de la contractura muscular, en este caso los músculos, las livideces cadavéricas de la sangre, por la posición del cadáver, aquí no son valorables porque no hay tejidos”, expuso.