Luz del Carmen Sosa
El Diario
Una madre de familia urgió al Ministerio Público a poner atención al caso de violación en contra de su hijo de 8 años, ya que los agresores permanecen libres y la noche del miércoles le arrojaron piedras, la insultaron y se burlaron de ella pero no puede hacerles nada por ser niños de la edad de su hijo.
“Me dan miedo esos niños porque me han agredido. Yo no he sido atendida por la autoridad, siento que hacen como si estuviera loca, que no les digo la verdad y así me han tratado, pero siempre les he dicho la verdad no porque tengo una discapacidad se me olvida todo”, dice Rosa María Esquivel Hernández.
La madre de familia sufre una discapacidad motriz que le impide controlar los movimientos de la parte superior de su cuerpo pero habla y razona sin problema alguno.
Dice que ella también fue víctima de violación cuando era niña, a su hijo de 10 años lo atacó sexualmente el padrino de sus hijas y en diciembre del año pasado su hijo de ocho años fue golpeado por dos niños, mientras otros dos lo violentaron sexualmente.
Personal de la Fiscalía General del Estado confirmó que existe una denuncia interpuesta por la madre de familia, sin embargo, se informó que el Ministerio Público estudia el caso ya que la edad de los presuntos agresores varía de los 8 a los 11 años, es decir, son inimputables de delito.
En medio de la pobreza, el desconocimiento de la ley, y su enfermedad, Rosa María solo pide justicia. La justicia que dice, sus padres no exigieron cuando fue atacada sexualmente por un familiar cercano cuando era niña.
Dijo que pasado 20 de diciembre llevó a sus hijos a una iglesia donde les regalaron juguetes por estar cercana la navidad.
“Miguel” le dijo que iba a baño, pero el niño se salió sin permiso a la calle para buscar fierros y botes de aluminio para venderlos e ir a la tienda a comprar frituras.
“Y no regresó. Ya en la noche llegó a la casa triste, decaído, sin poder decir nada y así duró mucho tiempo”, recordó.
La madre había denunciado el ataque sexual contra su hijo de 10 años y acudió a la Fiscalía para saber cuál era el avance del caso, cuando su hijo menor le contó lo que otros niños le hicieron en una tapias de la colonia Ampliación Fronteriza, cerca de las instalaciones de la llamada “Policía Montada”.
“Yo quiero que se haga justicia y que paguen esos niños; le digo a mis hijos que no le hace que se me vaya la vida ahí, en hacer justicia, yo lo voy a hacer hasta las últimas consecuencias y voy a hacer que paguen”, dijo decidida.
“No puede ser que gente como ellos anden como si nada hubiera pasado y hasta burlándose de mí, y no es justo me agarran a pedradas y me golpean. Yo soy una persona con discapacidad y no puedo defenderme y como me dicen aquí también, no les puedo hacer nada porque es agresión, pero pues ellos se supone que no me pueden hacer nada pero ellos si me agreden y nadie hace nada”, dijo desesperada y sin lograr contener el llanto por la impotencia que siente.
La madre narró que la última agresión que sufrió fue el miércoles.
“Anoche me pegaron en mi hombro izquierdo y llegué aquí llore y llore y no es justo, no les podemos decir ni hacer nada pero ellos sí andan en la calle y burlándose de nosotros”, lamentó.
Hasta el cierre de esta edición, la representación social no respondía a la solicitud de información sobre el estado de las denuncias que interpuso la madre de familia.