Blanca Elizabeth Carmona
El Diario
Al dictar el auto de vinculación a proceso contra los sospechosos de intentar asesinar al ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Julián Leyzaola Pérez, un Tribunal de Garantía también ordenó que se inicie una investigación por un presunto intento de violación por parte de este ex funcionario policiaco.
En la audiencia realizada ayer, el Ministerio Público presentó las declaraciones de los sospechosos Jesús Antonio Castañeda Álvarez alías “El Güero” y Hugo Alonso Serenil Luna, apodado “El Cabezón” quienes coincidieron en señalar que el primero de ellos disparó contra Leyzaola Pérez porque éste había intentado cometer un abuso sexual contra su hermana.
A esas declaraciones el juez de Garantía, Heber Fabián Sandoval Díaz les otorgó valor probatorio tanto para dictar el auto de vinculación en su contra como para ordenar al Ministerio Público que inicie una carpeta de investigación ante la presunción de que pudiera tratarse de otro delito.
Leyzaola Pérez fue atacado a balazos el viernes de la semana pasada aproximadamente a las 12:30 horas cuando llego a la casa de cambio denominada “Internacional” ubicada en la calle Warafill y Privada de Jiménez a bordo Jeep Grand Cherokee-commander y a él de acercó Castañeda Álvarez para dispararle con un arma de fuego calibre .380 marca Taurus.
Al parecer Castañeda Álvarez detonó el arma de fuego en cuatro ocasiones contra el ex jefe policiaco, logrando lesionarlo en la región supra escapular izquierda, en la región infra escapular izquierda ambas sin orificio de salida y en la región supra escapular izquierda.
Estas lesiones fueron clasificadas como aquéllas que si ponen en peligro la vida, tardan más 60 días y en sanar y como consecuencias médico-legales pueden dejar infección en las heridas, trombosis profunda, paraplejia y otras complicaciones, indicó el fiscal.
Una de las pruebas ofertadas por el Ministerio Público para solicitar la vinculación a proceso contra ambos detenidos, fueron sus propias declaraciones.
Primero se mostró la grabación de la declaración de Serenil Luna, quien dijo ese viernes 8 de mayo como a las 11 de la mañana “El Güero” le pidió un rait y él accedió. Primero, dijo, fueron a comer una gorditas por el área de Las Torres y posteriormente cuando se dirigían al Centro de la ciudad su acompañante vio a Leyzaola a bordo de una camioneta y le pidió que lo alcanzara para vengarse de él porque días antes había agredido a su hermana.
“Alcanza a ese güey que es el que quiso violar a mi hermana… le empezó a dar mucho coraje y decía alcánzalo, alcánzalo para partirle su madre… el señor (Julián Leyzaola Pérez) se arrimó a una casa de cambio y él (Jesús Antonio Castañeda Álvarez) le dijo párate delante de él y me detuve a unos diez metros de la camioneta del señor. Entonces él (Castañeda Álvarez) se bajó del mi camioneta y me dijo date la “U” y le dije ¿qué vas hacer güey? Yo no me había percatado que andaba armado hasta ese momento”, señaló.
En tanto que Castañeda Álvarez declaró –sin precisar fecha- que un sábado como a las 11:30 de la mañana su hermana llegó a su casa llorando y estaba golpeada en el rostro, presentaba rasguños en los brazos y moretones y al preguntarle que le había pasado ella le refirió que la habían tratado de violar.
Posteriormente él se enteró que el agresor era Julián Leyzaola con quien su hermana sostenía una relación sentimental desde cuatro o cinco meses antes de que ocurriera la presunta agresión sexual.
“En un principio no me dijo quién era, con quién andaba, hasta ese momento me dijo que andaba con el (con Julián Leyzaola Pérez) que lo conoció en un antro… agarré mucho coraje, lo que quería era matarlo, por venganza por lo que le hizo a mi hermana. Hasta que lo encontré le disparé, le detoné los cuatro tiros que traía”, indicó en su declaración.
Castañeda también relató que le pidió ayuda a Serenil Luna para que lo llevara por una pistola a su casa de ahí fueron a un supermercado ubicado en Henequén donde al parecer Leyzaola estaba comiendo y también se encontraban muchos agentes ministeriales, por lo que determinó que ahí sería absurdo intentar matarlo, y decidió esperar.