Local

Muere hombre en riña con sus dos hijastros

Luz del Carmen Sosa
El Diario

2015-05-05

Las paredes de block y el techo de madera muestran el trabajo de construcción que hacía Luis Enrique López González, de 39 años, en la casa el número 3035 de la calle Ricardo M. Martínez.
De oficio albañil, el jefe de familia trabajó para ampliar el espacio donde vivía con su esposa, su hija y sus dos hijastros.
Esos muros grises se llenaron de sangre la noche del lunes cuando Luis llegó en estado de ebriedad a su casa y empezó a pelear con Josué Heriberto Serrato, el mayor de sus hijastros, de de 21 años, a quien presuntamente hirió con un cuchillo que tomó de la cocina.
En ese momento su hermano Raymundo, de 17 años, salía del baño y trató de intervenir para detener la pelea, pero en el forcejeo por el cuchillo el padrastro resultó herido, según narraron a sus familiares.
El hombre fue llevado por su esposa en un vehículo particular hacia la Cruz Roja de Salvárcar, pero murió antes de recibir atención médica.
Este homicidio fue reportado en la colonia Carlos Castillo Peraza, situada en el suroriente de la ciudad y los vecinos de la cuadra están conmocionados pues los hermanos son personas de bien, a decir de los propios colonos.
También Luis Enrique fue reportado como un buen hombre, pero con problemas con la ingesta de bebidas alcohólicas.
“Su esposo no era mala persona, sólo cuando bebía se transformaba. Ella tiene tres hijos, su hijo de 21 y otro de 17, se llevaban bien hasta que tomaba”, dice una vecina que pide no ser identificada. 
En el exterior de la casa ayer se encontraban familiares de los hermanos ahora detenidos como probables responsables del delito de homicidio doloso.
“Mi sobrino mayor ya estaba acostado cuando Luis llegó a la casa y empezó a pelear con él, pero como ya lo conocían cómo se ponía de agresivo, trató de no hacerle caso, pero estaba totalmente trastornado y tomó el cuchillo de la cocina y acuchilló a mi sobrino más grande, en eso mi otro sobrino de 17 años salió de bañarse cuando vio el pleito y trató de separarlos, pero en el pleito mi cuñado se enterró el cuchillo”, dice una tía.
“Mis sobrinos de chiquitos se iban a mi casa cuando él tomaba porque le tenían pavor, él se ponía muy agresivo y como mi hermana trabajaba le huían; pero ahora de grandes ya se llevaban mejor”, narra.
“Él se lo ensartó en el pleito, fue en defensa propia, las cosas pasaron muy rápido. Mi hermana agarró a mi cuñado y se lo llevó a la Cruz Roja Salvárcar, pero pues ya no se pudo hacer nada. Mis sobrinos también están heridos y a los dos se los llevaron”, dice sobresaltada.
“Los muchachos están muy mal, ellos no son criminales. Mi sobrino se acaba de graduar del Cbtis 270 y su hermano también es estudiante en esa misma escuela”, agrega.
El mayor está hospitalizado a causa de las lesiones que sufrió, menciona la mujer.
“Esta tragedia no debió ocurrir, mi cuñado era buena persona pero el alcohol lo trastornaba. Todo se perdió por culpa del alcohol”, lamenta la tía que se quedó al cuidado de la niña de 7 años.
Ayer su hermana recuperaba el cadáver de su esposo y se enteraba de la situación legal de sus hijos, uno de ellos hospitalizado a causa de las heridas que sufrió en la pelea con su padrastro.
“En esta casa pasó todo. Aquí estaban construyendo su hogar, pero todo salió mal”, dice la mujer mientras observa la casa cerrada con candados. 

lsosa@redaccion.diario.com.mx

X