Local

Operan sin control yonkes en la ciudad

Araly Castañón
El Diario

2015-05-03

Falta de planeación y de organización urbana, así como descuido y desorden, es la primera impresión que surge en juarenses y visitantes al circular por la avenida Óscar Flores Sánchez, una de las más importantes y extensas ya que casi atraviesa la ciudad de sur a norte.
En un tramo de cinco kilómetros –de Ramón Rivera Lara a bulevar Zaragoza– entre estéticas, restaurantes, paleterías, panaderías, bares, mueblerías y desponchadoras, se ubican diez yonkes y negocios de compra de metal. (Araly Castañón)
Los negocios de chatarra que acumulan cientos de carros y autopartes usadas no pueden pasar desapercibidos para nadie, mucho menos para los visitantes que entran por el lado sur de la ciudad. Incluso, hay quienes llaman a Juárez la “tierra de yonkes”.
La mayoría de estos establecimientos lucen desgastados, con pintura vieja en las fachadas, muros grafiteados y sin banqueta en varios tramos.
Al recorrer el bulevar Óscar Flores, se pueden ver repetidamente en las banquetas de cemento o de tierra llantas apiladas, vehículos viejos y chocados, bases de cama de madera, sillones destartalados, lavadoras y aparatos de aire usados.
También hay negocios abandonados llenos de grafiti y con vidrios rotos. Otros, como una maderería y un bar que fueron quemados, tienen las paredes negras.
Con la intención de mejorar la imagen urbana, las autoridades han planeado desde hace diez años sacar los yonques de la ciudad y llevarlos a las orillas.
Sin embargo, durante una década y con varios proyectos, esto no se ha logrado y esos negocios de compra-venta de autopartes usadas continúan en la ciudad, aparte de que han surgido otros más rústicos de compra de metales, muchos de ellos que operan irregularmente.
De acuerdo con la Unión de Yonqueros, en la ciudad hay 400 comercios de este tipo, de los cuales 300 están adheridos a la agrupación, aseguró Óscar Rangel, socio y vocero de la organización.
La Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio cuenta con un registro de 238 establecimientos, de los cuales sólo 18 tienen actualizadas sus licencias de funcionamiento.
Hace ocho años, este ramo de la economía tuvo un florecimiento, pues de acuerdo con la Unión, en 2007 eran entre 900 y mil establecimientos, aunque las cifras oficiales establecen que eran 455. Ahora sobrevive aproximadamente el 50 por ciento de los que había.

Golpeados por la violencia

Tras haber pasado por la época violenta y no haber recibido el apoyo de las autoridades locales, los yonqueros dicen ahora estar dispuestos a cooperar con el Municipio para regularizarse, aseguró Óscar Rangel.
“Estuvimos a punto de desaparecer por la extorsión, los secuestros y la violencia”, dijo.
Vivir casi cuatro años pagando 5 mil pesos de cuota a la semana no es un recuerdo agradable, afirma Román –nombre ficticio–, propietario de un yonque ubicado en una céntrica avenida de la ciudad.
“Venían todos los lunes, en una ocasión inclusive cuando más problema tuvimos fue cuando otra organización quiso también cobrarnos y querían que hiciéramos dos pagos a diferentes personas”, relató.
El pago de “cuota” fue solo una de los dificultades que tuvieron que vivir, también les quemaron el negocio, lo balacearon y en esa ocasión fue herida una empleada del mostrador que quedó con secuelas y ya no puede volver a trabajar.
“Fue una época muy difícil, nos pasaron pero muchas circunstancias, muchas, muchas, así muchas, puedo escribir un libro de las cosas que nos pasaron”, recordó.
Sentado en el escritorio de su negocio, con una camisa a cuadros bien planchada, y su pelo peinado hacia atrás, dijo que aparte de la extorsión que pagaban por semana, en tres ocasiones grupos encapuchados entraron en pleno día y se robaron la venta.
Después de eso los quisieron extorsionar por teléfono y cuando se negó a pagar doble cuota fue cuando dispararon contra el negocio y en otra ocasión lo quemaron.
El vocero de la Unión de Yonqueros explicó que en 2011 las autoridades los incluyeron en las mesas de seguridad y se logró crear una red de inteligencia.
“Se filtró información y nos quitaron a tantos extorsionadores como secuestradores y resurgió la Unión”, mencionó.
Aseguró que ahora con casi la mitad de los establecimientos que había hace 8 años, los negocios que quedan son los que necesita la ciudad, y ahora buscarán regularizarse.
“Creo que deberíamos buscar la manera de regularnos, nosotros ya platicamos con la mesa de seguridad, vamos a realizar un proyecto de reglamento porque no existe un reglamento”, mencionó.

Entrar al redil de la legalidad

Para vigilar que los yonqueros cumplan con la normatividad la Dirección de Ecología del Municipio, empezó a trabajar en un padrón de estos negocios y a la fecha el avance es del 60 por ciento con 200 revisados, explicó Claudia Gisela Medina Montoya, la encargada de la dependencia.
Expuso que la inspección se basa en el cumplimiento de dos reglamentos, el de Ecología y el de la prevención y control de la contaminación generada por remanente vehicular y de maquinaria para el Estado de Chihuahua.
Revisan que tengan permisos de Desarrollo Urbano, uso de suelo, licencia de funcionamiento, manifestación de impacto ambiental y plan de contingencia.
Muchos de los yonques no practican todas las disposiciones, pero se les están dando facilidades, aseguró.
El vocero de la Unión dijo que en un “mundo ideal” estos negocios deberían tener la licencia de uso de suelo, de funcionamiento, estar dados de alta en Hacienda, tener mercancía importada y cumplir con un contrato de adhesión de Profeco, los trabajadores registrados en el IMSS “y lo que más se le antoje al Gobierno”.
Explicó que luego de sobrevivir a los tiempos de violencia y volver a resurgir, muchos de estos negocios optaron por la informalidad.
Aseguró que estos negocios “medio” cumplen con las disposiciones ambientales del Municipio, empezaron a tener pláticas con Hacienda y algunos empezaron otra vez a darse de alta y a pagar impuestos de nuevo.
El titular de Desarrollo Urbano, Eleno Villaba Salas, indicó que el Municipio dará todas las facilidades para que cumplan con las reglas; se busca que ya no estén dentro de la mancha urbana, en zonas habitacionales o en avenidas principales porque generan “una pésima imagen”.
Mientras esto sucede no pueden tener chatarra ni autos sobre las banquetas y deben bardear todo el negocio. “Esas son las reglas del juego que ha establecido Desarrollo Urbano”, mencionó.
Advirtió que este año se les otorgó licencia de funcionamiento condicionada para que a partir de 2016 se reubiquen los que están en avenidas principales, como la Tecnológico, Óscar Flores, y en las colonias.
La idea es que se instalen del kilómetro 20 de la carretera Panamericana hacia al sur, o de ahí a la carretera a Casas Grandes.

En El Paso, fuera de la ciudad

Este no es el único proyecto que el Gobierno ha puesto en la mesa para que los yonques se salgan de la ciudad.
En 2005, el Gobierno del Estado hizo un ambicioso plan para reubicar hacia el suroriente los negocios diseminados por la ciudad.
Se pretendía crear un “megayonke”, en una reserva de tierra aledaña a los ejidos Zaragoza y San Isidro, en el Valle de Juárez.
La intención de ese proyecto era disminuir la contaminación visual y ambiental que ocasiona este tipo de negocios, así como atacar la ilegalidad de su ubicación, porque muchos están en zonas residenciales, pero el proyecto se difirió por falta de acuerdo con los propietarios, se informó entonces.
Luego, la Unión de Yonqueros elaboró un proyecto para reubicarse al puerto de Jerónimo-Santa Teresa, para ello requieren un predio de 230 hectáreas, que buscan sea proporcionado por el Gobierno, y una inversión de 200 a 300 millones de pesos.
“Pudiera ser el Estado que haga la inversión y esto le redituaría con empleos y con impuestos”, mencionó Óscar Rangel.
El Centro Yonquero, como se llama el plan, contaría con una planta recicladora o trituradora, un molino que separa los metales del plástico, un museo del yonque, autódromo, centros de investigación para estudiar las aleaciones de los metales.
Además, una planta recicladora de aceite, de metales de chatarra, y de agua, y 200 casas para los empleados que trabajen ahí.
“Lo hablamos con las autoridades anteriores, nos dijeron que sí, pero no nos dijeron cuándo”, mencionó Rangel.
El director de Desarrollo Urbano afirmó que conoce el proyecto, y que ojalá se cumpla y se vayan de la ciudad, pero no les puede regalar el predio que requieren.
“Tendrán todo el apoyo de nosotros si se reubican, si es necesario les podemos vender terrenos municipales, con tal de que se reubiquen”, anotó Villalba.
Dijo que la entrega de la licencia de funcionamiento a los yonques está condicionada para que en un año se reubiquen, y ya deben empezar a buscar terrenos para cambiarse en ese lapso.
“Vea la ciudad de El Paso, ¿por qué (los yonques) están afuera de El Paso? ¿Por qué sí hay orden?, porque respetan las leyes, porque no hay amigos”, expresó Villalba.
Román, el dueño del yonque que está en una de las avenidas principales, aseguró que si los obligan a reubicarse “será el tiro de gracia” y en ese caso tendrá que cerrar.
Explicó que desde el segundo semestre del año pasado el negocio está muy contraído, las ventas han bajado 40 por ciento, aproximadamente.
Anotó que antes estaban amenazados por la delincuencia, por los criminales que los extorsionaban y robaban la tranquilidad, y si pensaron que lo peor había pasado, se equivocaron.
“Ahorita está más difícil que en aquel entonces, en aquel entonces vivía uno inseguridad y temor por la vida de uno, ahora vive uno al día, no es negocio. Está el negocio muy contraído y la mayoría de los yonques está por las mismas y como ahorita está el dólar carísimo los costos se elevaron un 30 por ciento”, mencionó.
El vocero de la Unión de Yonqueros reforzó que el gremio está muy resentido con las autoridades, porque cuando pidieron ayuda no respondieron.
“Pero cuando nosotros resurgimos, lo primero que recibimos fue embargos, o sea, se fueron los sicarios asesinos y llegaron los sicarios fiscales, ese es el problema de nuestro México”, aseguró.
“Aun así, si ahora las cosas quieren cambiar, el gremio está en la mejor disposición”, mencionó.
“Somos los primeros que queremos pagar impuestos, después del remolino que vivimos y que fuimos uno de los gremio más golpeados lo que el yonquero pide es que se inculque la cultura de la legalidad”, expuso. (Araly Castañón/El Diario)
Dos versiones:
De la Unión de Yonkeros

  • Actualmente hay 400 negocios
  • En 2007 existían entre 900 y mil

Del Municipio

  • Existen 238 y sólo 18 tienen licencia de funcionamiento
  • Sólo había 455 hace 8 años

Operan aquí

  • 400 negocios
  • 238 registrados
  • 300 organizados
  • 18 en regla

acastanon@redaccion.diario.com.mx
 

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