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Detona técnica israelí cultivos en Samalayuca

Martín Coronado
El Diario

2015-05-02

En medio del desierto se necesita algo más que agua y semillas para producir. En Samalayuca, donde se cultiva la mejor calabacita del mundo, los agricultores han tenido que recurrir a tecnología de punta para sacarle provecho a la tierra árida.
De hecho, los productores han estado aplicando en los últimos años técnicas utilizadas por campesinos de Israel, donde han hecho florecer el desierto.
En los últimos cinco años, la cantidad de siembras con riegos tecnificados en esta región pasó de un 10 a un 95 por ciento.
Al emplear estos adelantos en sus siembras, les permite sacar adelante los cultivos con tan sólo la cuarta parte del agua que se requiere con los métodos convencionales por inundación, según informaron los productores.
Un ejemplo se puede observar en uno de los predios de Ever Ríos Ontiveros. Unos 3 kilómetros al poniente de Samalayuca y a 50 de Juárez, el agricultor tiene unas 4 hectáreas plantadas con calabacita, el cultivo que predomina en la zona, pero también tiene una cantidad similar de terreno con repollo, un cultivo que está probando, gracias a los ahorros que ha logrado con la tecnificación de riego.
El sistema que utiliza Ríos Ontiveros en estas dos parcelas se llama cintilla, y consiste en una especie de tripa de plástico negro de 2 centímetros de ancho, por donde se conduce el agua.
Esta tira está conectada a una red de tubos, que a su vez vienen de un pozo, y tiene perforaciones que sólo liberan la cantidad de agua justa y en el lugar que se requiere, lo que ahorra mucho al momento de regar.
Con esta tira se ahorra hasta el 70 por ciento del agua, si se compara con el sistema de riego por inundación.
Según explicó el agricultor, esta tira se puede utilizar varios años, por lo que la inversión se aprovecha en múltiples ocasiones.
Además del sistema de riego por cintilla, el sembradío de calabacita está cubierto por una especie de tela que se llama agribón.
Con esta fibra, expresó, podrá cosechar la calabacita antes que nadie, ya que evita el estrés de la planta por el viento, y le permite aprovechar más el agua, y además la protege del frío.
“El otro día nos granizó, fueron unos segundos, pero gracias al agribón no pasó nada”, explicó Ríos Ontiveros.
El tener la calabaza antes permitirá al agricultor mejores precios, y además una mayor recuperación de la inversión.
Javier Meléndez Cardona, agricultor local y ex presidente seccional de Samalayuca, indicó que desde hace cinco años, el número de personas que están regando con este tipo de técnicas avanzadas creció a un ritmo muy alto.
Los agricultores han estado observando estas técnicas de riego en los estados de Sinaloa y Sonora, que han copiado los sistemas que utilizan en Israel para hacer producir al desierto.
“La verdad es que nomás andan viendo qué técnicas se pueden aplicar aquí porque lo que han aplicado hasta ahora les ha dado resultados”, dijo Meléndez Cardona.
Comentó que en 2008 apenas un 10 por ciento de los agricultores utilizaba sistemas de riego tecnificados, y el resto, el 90 por ciento, aún usaban los esquemas convencionales, es decir, riego por inundación.
Eso provoca que más de la mitad del agua se pierda por evaporación, más la que se pasa al subsuelo sin ser aprovechada por la planta.
Las cifras del ex presidente seccional indican que de unas mil 400 hectáreas que se cultivan, el 95 por ciento, es decir unas mil 350, ya tienen algún sistema de tecnificación.
La razón es simple, explicó, sacar el agua con un pozo de la Comisión Federal de Electricidad  (CFE) resulta tan caro, que es mejor utilizar estos sistemas que requieren menos agua, y como consecuencia, menos electricidad. Por ello resulta mejor tecnificar.
Meléndez Cardona dijo que además de estas dos técnicas implementadas por Ríos Ontiveros, existen otras como el riego por goteo, donde en lugar de cintilla se usa un tubo, sobre todo en otro tipo de cultivos, como una nogalera.
Además está el acolchado, un sistema en el que tapa la tierra con un plástico y sólo se deja expuesta a la planta, lo que permite conservar la humedad y aprovechar el agua de riego al máximo.
“Y siguen investigando, los agricultores de aquí nos vamos a otros lados, sobre todo a la costa acá en Sonora, y ahí buscamos qué técnicas se pueden traer para acá”, señaló Meléndez Cardona.
Según Meléndez, del total de la superficie cultivada, unas mil hectáreas –es decir el 70 por ciento–, se siembran con calabacita, que es el cultivo clave para Samalayuca.
En la calabacita estas técnicas han resultado muy eficientes, y también se están trabajando en sandía, melón, cebolla y otras hortalizas que comprenden el 30 por ciento restante de la cosecha en el seccional que pertenece al Municipio de Juárez. (Martín Coronado/El Diario)

mcoronado@redaccion.diario.com.mx

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