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Peatones ‘brincan’ tren a falta de cruce para ellos en la Sanders

Martín Coronado
El Diario

2015-04-26

Con pasos cortos y lentos, María González, una mujer de 70 años, camina por las banquetas que quedaron debajo del distribuidor Sanders. Dice que las dolencias de la edad le quitaron toda la prisa.
Con ese paso, la mujer rodeó casi un kilómetro para poder sortear al tren atravesado justo en la Municipio Libre, e ir a la tienda a comprar las cosas de la comida. Asegura que de regreso va a brincar un vagón.
“Ai’ donde me ve todavía puedo, y prefiero brincar el tren que rodear” dice mientras busca con la vista un hueco entre los vagones para concretar su regreso.
Hay más usuarios rodeando al tren: un hombre con sus dos hijos y hasta un comprador compulsivo de películas que va a un local cercano para recoger los últimos estrenos, “aunque sean piratas”.
Todos se quejan de la falta de un cruce peatonal, que quedó fuera del plan del distribuidor Sanders.
Para colmo, Ferromex destrozó el crucero pavimentado de la Sanders, por donde pasaban aunque hubiera que rodear. Aunque los vecinos lo reconstruyeron, no está tan plano como antes, y las personas de la tercera edad batallan.
Según se dio a conocer esta semana, aún se está revisando qué proyecto se aplicará en el lugar.
Tras una reunión entre Ferromex, el Municipio y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la autoridad municipal indicó que existe la opción de un puente peatonal elevado, que implica una rampa de más de 300 metros de largo por la altura de los vagones, o bien un cruce subterráneo, menos apropiado dado que la zona se inunda cada que llueve.
María dice que para ella, que vive en la colonia Galeana, es muy difícil cruzar a la tienda de autoservicio que se encuentra en Eje Vial y Sanders, sonde suele surtir su despensa.
“Yo no se de quién es el tren, no se el gobierno porqué nos hace esto, porque no hay forma de quitar el tren”, afirmó.
Es la misma situación de Jesús García López. El hombre de 76 años, con dificultades levanta el pie para poder pasar el riel. Rodeó más de 600 metros para regresar de Soriana a su casa, también en la colonia Galeana, donde ayer por la tarde trabajaría su jardín.
“Vine a comprar fertilizante, pero mire, ahora hay que dar toda la vuelta”, añadió.
“Paso dos tres veces al día, de repente están los tres, martes miércoles y jueves es cuando se pone bien chidota el tren”, dice Guillermo, quien cruzó los vagones colocados sobre una de las tres vías que atraviesan el lugar.
“Lo más gacho es entre semana, cuando llevan a los chavitos de escuela, hasta las señoras con los niños se tienen que andar pasando a través de los vagones”, dijo.
Añadió que cuando construyeron el distribuidor Sanders no contemplaron a los peatones. Dijo que sólo algún que otro ciclista se aventura a cruzar por arriba porque para las personas caminar por arriba es muy impráctico.
“Aquí no hay de otra, o te brincas los vagones o los rodeas hasta donde estén”, afirmó.

mcoronado@redaccion.diario.com.mx

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