Local

Usan puños y golpes, para ‘que no se queden de vagos’

Jesús Ángel Rodríguez/El Diario

2015-04-18

Concentrados en su mayoría en el gimnasio municipal “Manuel Auza Prieto”, más de mil niños y adolescentes de centros comunitarios practican boxeo para mantenerse alejados de actividades delictivas o simplemente de la ociosidad.
El gimnasio de la calle Mariscal, en la zona Centro, es uno de los más importantes. Ahí entrenan boxeadores profesionales, que quieren llegar a triunfar en esta carrera, pero también los hay emanados del barrio, dentro del amateurismo, con aspiraciones fuera de los encordados.
Siete de los 48 centros comunitarios que hay en la ciudad, que administra el Gobierno municipal, cuentan con clases de boxeo en turno matutino y vespertino.
De los 13 centros comunitarios de esta ciudad que auspicia el Gobierno del Estado, en algunos de ellos se imparten clases de box. También están los ocho gimnasios municipales a cargo del Instituto Municipal del Deporte.
Niños desde los 8 hasta mayores de 25 años, asisten de lunes a viernes a estos escenarios.
La cuota de cooperación es de 10 pesos diarios o 50 pesos por semana; al final de la jornada pagan los que pueden.
“Pues se les cobra 10 pesos por día, pero yo les digo a los chavos que si no tienen de todos modos vengan a entrenar, que no se queden de vagos en las calles”, comenta Isaac Cárdenas, ex boxeador profesional y actual entrenador de box en el Centro Comunitario La Montada.
Para José “Chato” Gómez, entrenador de boxeo, la historia de vida de cada uno de ellos se puede escribir y contar en un libro.
“La mayoría son de extracción humilde. Comienzan peleando desde los barrios. Para ellos el pelear es común y el boxeo es un alivio, que además, en el caso de los profesionales, les da dinero; muchos de ellos han arriesgado la vida en peleas callejeras por defender el barrio, ahora lo hacen por dinero”, dice el manager.
Hoy en día el boxeo parece ser un deporte, un trabajo lleno de paradojas y contradicciones. Para algunos entrenadores es un deporte que si no se sabe encauzar puede generar hombres violentos.
“Lo que menos necesitamos en la ciudad son delincuentes con armas en los puños, por eso lo importante de la disciplina”, manifiesta don Jesús, auxiliar del entrenador Francisco del Toro.
Para otros, el boxeo es un modo de vida y una salida laboral, además de los beneficios físicos que genera.
“Algunos dejan de pelar en la calle para hacerlo por un motivo, encauzan el coraje, otros buscan ponerse en forma o aprender a defenderse”, sentencia el doctor Lorenzo Soberanes, comisionado de box en la ciudad.
Soberanes asegura que la teoría de que sólo los chavos humildes ingresan al boxeo ya no es aplicable en estos tiempos, ya que poco a poco se integran quienes tienen una profesión, aunque siguen siendo los menos.
José Ángel Moya Martínez, un niño de 10 años que cursa el quinto grado de primaria, vive en la colonia Chaveña y entrena con “El Brujo” Moreno en el gimnasio “Auza Prieto”.
Su padre, Gabriel Moya, trabaja como guardia de seguridad en el tercer turno y lleva a su hijo al gimnasio todas las mañanas mientras su esposa labora.
“No es fácil dejar la vida del barrio, ya que al menos aquí en Juárez, el boxeo es para gente humilde. Un chavo ‘de feria’ es raro que lo mires aquí por estos lugares, los que estamos económicamente quebrados le echamos más ganas”, manifiesta Jesús Kirino García, boxeador y entrenador.
Con el paso de los días, para muchos de sus practicantes el gimnasio se convierte en un espacio de contención y de pertenencia donde anhelan un futuro mejor.
“El boxeo me mantiene ocupado y saludable. De no asistir diariamente a las clases, probablemente estaría en casa viendo televisión”, dice José Batista, de 20 años, que estudia la preparatoria, vive en la colonia Galeana y lleva un año entrenando porque quiere aprender a defenderse.
Con esa misma opinión están Pedro Moreno de 14 años, de la colonia Bellavista y estudiante de tercero de secundaria; Miguel Macías de 16 años, de la colonia Juárez; César Neri de 18 años, residente de la colonia Guadalajara Izquierda.
Ariel García, otro joven de 18 años de colonia Bellavista, quiere estudiar entrenamiento deportivo o Educación Física cuando termine la preparatoria; actualmente cursa el cuarto semestre.
“Si el coraje acerca a un chavo de barrio al boxeo, la disciplina debe ser la contención. Muchos de ellos tienen todas las excusas para fracasar: un pasado que los atrapa, familias difíciles”, comenta Felipe de la Torre, entrenador del púgil profesional Marcos “Papitas” González.
De la Torre asevera que la carrera de su pupilo no ha sido fácil, ya que surgió de la colonia Fronteriza, un territorio con una historia fuerte dentro de las pandillas, con altos índices de drogadicción y asesinatos.
“Estamos luchando junto con él. Es un chavo con potencial, poco a poco ha ido cambiando su forma de ser, ahora como padre de familia él sabe que su hijo Dilan y su esposa necesitan una mejor vida; ya tiene una base que es su familia”, dice el manager.
Ahí, en la colonia Fronteriza, se encuentra el centro comunitario La Montada. Aunque con muy poco equipo de boxeo, con un espacio pequeño para aprender, solamente un entrenador y dos auxiliares, decenas de niños y adolescentes optan por darle la espalda a las pandillas para ponerse en guardia en el gimnasio.
“No todos alcanzan guantes y ya la mayoría están bastante trabajados, pero le echamos ganas”, menciona Isaac Cárdenas.
Son las 5 de la tarde y Lupita Ramírez, Kevin Salomé, Clemente Domenico, Eduardo Escárcega, Claudia Santos, Alejandra Cárdenas, entre otros tantos, todos estudiantes y habitantes de la colonia Fronteriza, ya están listos para comenzar el entrenamiento.
En promedio asisten 50 practicantes a los distintos gimnasios y centros comunitarios de la ciudad, excepto el “Manuel Auza Prieto”, que concentra cuatro veces esa cantidad.
Pese a la entrega de los entrenadores (10 en el gimnasio Auza y uno por cada centro comunitario o gimnasio municipal), el esfuerzo no ha alcanzado.
“En el camino se perdieron futuros campeones debido a la violencia, los mataron; otros como ‘El Tacubayo’ que estuvo en la cárcel”, sentencia el comisionado de box.
En enero de 2011, el púgil profesional Ángel “El Acertijo” Reyna fue uno de los siete jóvenes asesinados durante el homicidio múltiple ocurrido en una cancha de futbol de esta ciudad.
“Estas colonias están plagadas de pandillas y estos niños son testigos de la violencia, eso no lo podemos evitar, pero sí podemos capacitarlos en el deporte y enseñarles la importancia de la disciplina y el respeto, merecen oportunidades de superación, creo que el box se las puede dar”, dice Cárdenas.

Deportivos a cargo del Instituto Municipal del Deporte
• Josué Neri Santos (cuenta con dos espacios para la práctica del boxeo)
• Manuel Auza Prieto
• Ignacio Allende
• Urbano Zea
• Enrique ‘Kiki’ Romero
• Ignacio Chavira
• Riberas del Bravo
• 20 de Noviembre (femenil)

En Centros Comunitarios Municipales
Son 48 en total distribuidos en la ciudad, pero en los que se imparten clases de box son:
• Lázaro Cárdenas, en la colonia 16 de Septiembre
• Francisco I. Madero, en la colonia Francisco I. Madero
• Granjas de Chapultepec, colonia Granjas de Chapultepec
• La Cementera, colonia Cementera
• La Montada, colonia Montada
• Manuel Valdez, colonia Manuel Valdez
• Revolución Mexicana, colonia División del Norte

En Centros Comunitarios Estatales
• Águilas de Zaragoza
• Altavista
• Ampliación Plutarco Elías Calles
• El Granjero
• Fidel Ávila
• Mezquital
• División del Norte
• Revolución Mexicana
• Torres del PRI
• Fray García de San Francisco
• Independencia I
• Independencia II
• Morelos

X