Juliana Henao
El Diario de El Paso
El Paso, Texas — Hace dos años, Erick Bocanegra se dio cuenta de que debía tomar una decisión radical antes de que la vida de su padre corriera un mayor peligro.
Cada día lo veía más débil, su salud se deterioraba a causa de una grave falla renal que lo obligaba a realizarse constantes tratamientos de diálisis.
Con sus dos riñones trabajando a un siete por ciento únicamente, Gerardo Vizcarra, padre de Erick, tenía dos opciones para continuar su existencia: someterse a tratamientos de diálisis de por vida o realizarse un trasplante.
Todos los hijos de Gerardo Vizcarra se preocupaban por la enfermedad renal de su padre, sin embargo fue Erick quien más le insistía en que sería él la persona que se convertiría en su donante.
Los dos, padre e hijo, cuentan que siempre han tenido una conexión especial, tanto así que Erick decidió seguir los pasos profesionales de su padre, que es médico familiar en Ciudad Juárez, y recién egresó de la misma carrera en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez.
A pesar de la resistencia de algunos miembros de su familia, Bocanegra, el mayor de cuatro hermanos, se convirtió en el donante de un riñón sano que ahora le permite disfrutar a su padre de una vida plena y saludable.
“Me dolía enormemente ver que perdía fuerza y vitalidad mi padre, un hombre sano que toda su vida había trabajado. Cuando supe que un trasplante le podía salvar la vida, no dudé ni un solo minuto en darle uno de mis riñones”, dijo Bocanegra.
“Tuvimos que pasar por muchas revisiones y exámenes médicos. Pero lo que más nos costó fue convencer a mi papá, pues no quería aceptar, mucho menos de parte de uno de sus hijos”, añadió.
Ahora, a Erick y a Gerardo no sólo los une el amor, una misma familia y una entregada profesión: ahora ellos estarán conectados para siempre por el órgano que les permitirá vivir muchos más momentos juntos durante su existencia.
El trasplante de riñón que recibió Vizcarra se realizó en diciembre pasado a través de la clínica de Trasplante de Riñón del Centro Médico Las Palmas, único de su clase en esta región, y donde desde su fundación, en 2009, se han realizado 73 procedimientos gracias al trasplante de 53 personas fallecidas y 20 de donantes con vida.
Actualmente, Las Palmas presenta una lista de 115 pacientes que esperan recibir un trasplante de riñón, que se realiza en un período aproximado de dos a cuatro años. En promedio la espera para recibir un trasplante de riñón a nivel estatal es de cinco a seis años.
El Centro de Trasplante Las Palmas recibe mensualmente un aproximado de 30 referencias y unos cuatro pacientes nuevos en el mismo período.
Durante abril se celebra a nivel nacional el Mes de la Donación de Órganos y Tejidos y con el propósito de incentivar a la población local para registrarse como donadores, Erick y su padre decidieron contar su historia a través de este medio.
De acuerdo con Suzy Miller, directora de Relaciones Públicas de la organización Donate Life Texas en El Paso, la decisión de registrarse para donar órganos o tejidos al fallecer se convierte en una esperanza de vida para las miles de personas que se encuentran en la lista de espera para recibir un órgano.
En el Condado de El Paso, casi 37 por ciento de los adultos están registrados como donantes; esta cifra sobrepasa el promedio de Texas que tiene casi el 30 por ciento de la población adulta registrada, de acuerdo a Donate Life Texas, una organización sin fines de lucro.
“En muchos de los casos, las familias nos dicen que en medio de la crisis familiar tras un fallecimiento, ven la donación de órganos como una opción que les brinda la esperanza de que sus seres queridos pueden ayudar a alguien a vivir”, dijo Suzy Miller.
En el área de El Paso en 2014 se presentaron 14 donantes de órganos y en total 46 órganos fueron trasplantados, de acuerdo a dicha organización. En Texas hay un poco más de 13 mil personas –adultos y niños–, en la lista de espera y casi el 80 por ciento de las personas requiere de un riñón.
La vocera dijo que se anima a que las personas hablen con sus familias y amigos para registrarse como posibles donadores.
En particular, explicó que dentro de la comunidad hispana a menudo se ve que la donación de órganos es una decisión de familia, por lo que Miller apuntó que es importante conocer el punto de vista al respecto. Alrededor del uno por ciento de la gente fallece bajo circunstancias que permiten que sus órganos sean donados, haciendo el registro de donantes aún más importante.
Donate Life Texas Registry es una base de datos de aquellos individuos que oficialmente han dado su autorización para donar sus órganos al fallecer. Cada donante de órganos y tejidos puede salvar o mejorar la vida de hasta 50 personas. Los órganos que se pueden donar son corazón, riñones, páncreas, pulmones, hígado e intestinos, mientras que los tejidos pueden ser ojos, piel, huesos, válvulas cardiacas y tendones.
Para registrarse, puede contactarse a www.donatelifetexas.org/ o en las oficinas locales del Departamento de Seguridad Pública (DPS), o del Departamento de Vehículos (DMV). (Juliana Henao)
jhenao@diariousa.com