Josefina Martínez
El Diario
Fabiola y Mailén son agentes de Vialidad desde hace año y medio pero ayer por la mañana realizaron “el mejor servicio de su vida”.
Se encontraban asignadas al crucero de la calle Meneses Hoyos y avenida Tecnológico cuando tripulantes de una camioneta les pidieron apoyo para una tarea que jamás imaginaron… asistir un parto.
Mailén es enfermera de profesión y fue quien primero entró al vehículo donde se encontraba Claudia Arreola en avanzada labor de parto, su compañera mientras tanto, se puso a solicitar la presencia de socorristas de la Cruz Roja.
“En cuanto entré vi que la cabeza del bebé ya estaba fuera, entonces empecé a ayudar a la joven, lo recibí y lo estimulé para que respirara, le dije a la mamá que todo estaba bien pero en ese momento ella me dijo: ¡es que son dos!”, señaló la agente.
Al enterarse Mailén de que venía otro bebé en camino se sorprendió, pero no pensó en otra cosa más que en ayudar a los recién nacidos y a su madre.
“Para entonces los paramédicos habían llegado y ya en el segundo bebé me tocó ayudar a la socorrista y ella lo recibió”, expresó.
Mailén aseguró que aunque es enfermera y le había tocado atender partos en otras ocasiones, esta vez fue especial por la sorpresa, el lugar y la emoción que sintió de tener a los bebés en sus brazos.
“Esto es extraordinario, nunca había sentido algo así, es cuando te das cuenta de que hay cosas que pasan porque así toca, nosotros estábamos buscando un punto en el crucero para empezar a trabajar y vivimos un momento emocionante e indescriptible”, señaló Fabiola, “ya nos tocaba, fue algo de Dios”.
Fabiola relató cómo se encontraba junto con Mailén buscando donde ubicarse en el crucero que les habían asignado en Avenida Tecnológico y Pedro Meneses para agilizar el tráfico.
Las agentes tenían conocimiento de que unas cuadras adelante se había registrado un choque y necesitaban apoyar que el tráfico fluyera.
“Estábamos buscando dónde ubicarnos cuando una mujer tocó mi hombro, me dijo que su sobrina se estaba aliviando, que iban al Hospital de la Mujer, pero que parecía que ya no alcanzarían a llegar, entonces corrimos a la camioneta, eran casi las 8 de la mañana”, dijo Fabiola.
“No alcanzamos a llegar, le empezaron los dolores en la mañana y salimos de nuestra casa en Praderas de Henequén, pero había mucho tráfico y se alivió aquí en la camioneta”, dijo Carlos García, padre de los recién nacidos.
Y aunque Mailén Muñoz y Fabiola Martínez son madres de 3 y 4 hijos, respectivamente, señalaron que ver el nacimiento de dos bebés resultó para ambas una experiencia que no olvidarán.
Ayer por la tarde ambas acudieron a visitar a Claudia y fueron recibidas por su esposo Carlos, quien les agradeció su magnífico trabajo.
Luz de vida entre la adversidad
Aún emocionado, Carlos García Aviña, quien a sus 36 años se convirtió nuevamente en padre, dijo que aunque la familia creció, tiene esperanza en que todo estará bien.
“Claudia y yo tenemos seis hijos y con los gemelos ya seremos 10 de familia”, dijo con una sonrisa.
Aseguró que su trabajo como vendedor ambulante le ha permitido sacar adelante a su familia aunque con limitaciones.
Hace tres semanas Carlos dejó de trabajar debido a que le detectaron un tumor canceroso en los testículos y fue intervenido quirúrgicamente para extirpárselo.
“Dejé pasar el problema porque no quería parar de trabajar y ya cuando vine estaba muy avanzado, pero me quitaron el tumor y ahora falta que el doctor me diga si me darán quimioterapia, falta ver qué tan avanzado está el mal”, dijo.
Señaló que tuvo que hacer un alto en su tratamiento para atender el nacimiento de sus dos niños a quienes planean llamar Javier y Jesús, como sus abuelos.
“En la familia somos César Alberto, de 11 años; Carlos Román, de 9; Marcos Alonso, de 8; Yael Adán, de 7; América, de 5; Dana Paola, de 4; y ahora los gemelos Javier y Jesús”, dijo.
Carlos comentó que su casa en Praderas de Henequén es pequeña pero están listos para recibir a los nuevos miembros.
“Ya nos habían dicho, sabíamos que estaba en días porque venimos ayer al ultrasonido, pero fue una sorpresa que nacieran en la camioneta, sabemos que están bien y estamos contentos por eso, con que los tres estén bien yo me conformo”, expresó el padre de familia.
Sobre su enfermedad se manifestó confiado, “yo no me siento mal, y creo que si me operaron ya pasó lo peor, quiero recuperarme pronto para volver a trabajar porque mis hijos necesitan que yo trabaje, sobre todo ahora que nos aumentó la familia”.