Josefina Martínez
El Diario
Evangelizar a través de su representación de Jesús y ofrecer su esfuerzo por los católicos que viven en países donde no pueden expresar libremente su fe, es la meta que Humberto Vázquez Bejarano tiene para esta Semana Santa.
Este es el tercer año consecutivo en que Humberto dará vida al nazareno en el Viacrucis Viviente de Santa María de la Montaña, para lo que recorrerá 3 kilómetros cargando una cruz de madera que pesa 11 kilos más que él.
Con seguridad, dice que representar la pasión y muerte del hijo de Dios “no es fácil, pero la fe me ayuda a ser un mejor Jesús”.
Narró que él participa en la comunidad de la parroquia de Santa Rosa de Lima y llegó a Santa María de la Montaña en el 2013, después de enterarse a través de los medios de comunicación que ahí realizaban un Viacrucis Viviente.
“Llegué y les dije que me interesaba participar y ser Jesús, entonces los organizadores me dijeron que ya había alguien en ese lugar y que tenía que esperar”, recordó.
Pero cuando se pide y se hacen las cosas con fe siempre hay respuesta, dijo Humberto, a quien finalmente aceptaron para el papel principal del Viacrucis que más gente sigue en esta ciudad.
“Aunque me imaginaba que no sería fácil, comprobarlo con la cruz en mi espalda fue diferente. Esa primera vez que representé a Jesús fue muy difícil y en el último momento pensé que no lograría subir al cerro donde se escenifica la crucifixión”, relató.
Sin embargo, logró llegar en esa ocasión y otra más. Ahora, en su tercer año, comentó que caminar con una cruz de 70 kilos por un terreno bastante accidentado y siendo golpeado por los centuriones no es algo a lo que alguien pueda acostumbrarse.
Se trata de un acto de fe y decisión, dice Humberto Vázquez Bejarano, que representará a Jesús en el Viacrucis de Santa María de la Montaña, tanto de él como del grupo que a su lado representan los pasajes bíblicos centrales de la fe católica, agrega.
“Me interesa sobre todo llegar a los jóvenes, que ellos sepan y vean esta representación para que vivan la fe de una manera distinta y se acerquen a sus comunidades parroquiales”, reiteró mientras elabora la corona de espinas que los centuriones romanos colocarán en su cabeza el Viernes Santo.
Estudiante de la carrera de Mecatrónica en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Humberto alterna sus estudios con su trabajo como obrero y su actividad en la parroquia de Santa Rosa de Lima, donde pertenece al grupo “Totu Tuus”, que organiza tocadas en retiros de evangelización y eventos que organiza la comunidad.
“Mi mamá siempre viene a verme, y seguro que sí le duele verme caminar y cuando me golpean los soldados romanos, pero nunca me ha dicho que deje el grupo del Viacrucis, al contrario me alienta y apoya”, señaló.
Con apenas 59 kilos y casi 2 metros de estatura, Humberto Vázquez muestra aplomo al asegurar que ha hecho ejercicio y que en esta ocasión como en las anteriores completará el camino hacia el Gólgota.
“Pues corro para tener condición, es todo lo que hago y además de eso creo que puedo lograrlo, hago el recorrido con mucha fe y eso me sostiene”, dijo.
Reconoció como parte fundamental para hacer su representación el trabajo de todos los integrantes del grupo del Viacrucis, ya que todos se acompañan se alientan y se apoyan en esta ardua labor que inició el pasado Domingo de Ramos.
“Ellos tienen 15 años haciendo esto, saben muy bien todo y yo aprendo y me ayudan, evangelizamos a través de nuestro trabajo y ese es nuestro objetivo”, expresó. (Josefina Martínez/El Diario)
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