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Dan amor a niños enfermos y consuelo para sus padres

Martín Coronado
El Diario

2015-03-28

Ahí a donde los niños sufren, llegó un poco de amor y consuelo. Un grupo de Rotarios de El Paso, Texas y Los Álamos, Nuevo México acudieron ayer al Hospital Infantil de Especialidades donde regalaron juguetes a los internos.
Ángel, un niño de un año y tres meses que se recupera de neumonía, no paró de jugar con los visitantes. A unos les hacía trompetillas, a otros les “disparaba” sonrisas a “quemarropa”.
“Estoy llena de emoción, porque es tan triste ver a los niños aquí, pero es tan bueno poder darles algo”, dijo Laura Loyd, una rotaria de Los Álamos que se dedica a la mercadotecnia.
Pelotas, muñecos de peluche y hasta cobertores fueron los obsequios que los visitantes entregaron a los niños.
Durante la visita, los Rotarios de Los Álamos recibieron información sobre varios programas con los que el Club Rotario de El Paso ayudará a niños de Juárez y Chihuahua que tienen padecimientos muy caros de atender.
Entre ellos están varias enfermedades cardiacas y un problema de inmovilidad de los brazos que se genera cuando los niños al nacer son jalados con excesiva fuerza.
Gerardo Seyffert Ramson, director de Servicios Comunitarios del Club Rotario Camino Real, cuya base está en El Paso, explicó que ayer la visita al hospital fue prácticamente de cortesía.
Sin embargo habló de los programas con los que trabajan para ayudar a la comunidad juarense y chihuahuense. Uno de sus trabajos va directo al corazón.
Cada año en Juárez nacen al menos 20 niños con un nivel de arritmia cardiaca tan grave que ni siquiera pueden jugar con los demás.
Explicó que la arritmia cardiaca se produce cuando en el corazón de estos niños se da una fuga de los impulsos eléctricos.
Eso hace que el ritmo de los latidos sea variable. Estos niños no pueden salir a correr con sus amigos y deben estar bajo una vigilancia especial.
Lo que hacen, explica, es que los doctores insertan un catéter a través de una arteria en el cuello o en la pierna, y desde ahí se revisa cuál pared del corazón es la que tiene la fuga. Una vez detectada, se mete otro catéter que cauteriza (quema) la parte dañada, y se detiene la fuga. El resultado es que el corazón vuelve a funcionar.
El problema es que el costo de este procedimiento es muy elevado y llega a superar los 200 mil pesos. Las personas de escasos recursos no tienen cómo pagarlos, y por ello el Rotario se une con otros grupos y busca patrocinadores para intervenir a los niños juarenses que están en esta condición.

Iluminan el corazón
Otro procedimiento que financian, explicó el especialista, es el diagnóstico de otros problemas del corazón, mediante un cateterismo.
En este procedimiento, explicó, se mete a las venas un reactivo que ilumina el corazón, y entonces es posible ver lo que sucede adentro, en una sala especializada que se encuentra sólo en el hospital Star Médica de Juárez.
Este procedimiento también tiene un alto costo, y es el primer paso de un camino de tratamientos, según los diagnósticos que se encuentren.
El primero de mayo la asociación hará valoraciones a niños que ya fueron seleccionados por los pediatras y cardiólogos para someterlos a estos procedimientos.

Más formas de ayuda
Martín Gómez Cervantes, otro integrante del Club Rotario Camino Real, explica otra posibilidad de ayuda que están explorando.
Cada año, dijo, nacen en Juárez al menos 40 niños con un problema de brazo inmóvil.
El Rotario explicó que al momento del parto, cuando se jala al bebé con demasiada fuerza, se pueden romper ciertos nervios que conectan al cerebro con el brazo.
Al tenerlos rotos, el niño no los nueve. Mientras explica esto, un video muestra a los Rotarios de Los Álamos algunos pacientes.
Los ojos se humedecen a los presentes cuando un médico levanta y deja caer el inerte brazo derecho a una bebé de unos 9 meses. Pero luego surgen las sonrisas cuando luego de la cirugía en la que se pegan los nervios del neonato el movimiento vuelve.
Ayer mostraron un video con la cirugía a los Rotarios de Los Álamos, con la intención de involucrarlos en la capacitación de dos médicos para que hagan esta cirugía –que tiene un costo de entre 40 y 60 mil dólares– para que operen en Juárez.

Alegría sobre dolor
Hay un niño por cama. Muchos de ellos con sondas de suero en las venas. A pesar de ello sonríen. Los padres no se ven tan contentos.
En el cuarto, Ángel dispara una ráfaga de sonrisas, seguida por otra de trompetillas. El visitante no se resiste más y le regresa el gesto. Finalmente entra al cuarto para jugar con la pelota que le acaban de regalar el menor.
Ángel entró por neumonía y ya va mejor, según dice Rosa, su madre, una adolescente que de no haber tenido un hijo a tan poca edad, estaría haciendo la tarea de secundaria. “Ya está mejor”, dice mientras sonríe y deja al descubierto los frenos de sus dientes.

mcoronado@redaccion.diario.com.mx

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