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Acusan a policía de homicidio agravado; fue rescatista 10 años

Blanca Carmona
El Diario

2015-03-03

El policía de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM), Irving Omar Morquecho Robles, fue presentado ayer ante un Tribunal de Garantía acusado del delito de homicidio agravado en perjuicio de Iván Maldonado Villegas, de 16 años.
La víctima es el menor que presuntamente ingresó a robar por segunda ocasión a una tienda de abarrotes y fue perseguido por el agente ahora detenido y por otros elementos de la corporación, y después recibió un impacto de bala que lo privó de la vida.
El servidor público quedó sujeto a la medida cautelar de prisión preventiva por un año.
Familiares del agente municipal Irving Omar Morquecho Robles expresaron que el oficial se desempeñó durante 10 años como paramédico voluntario de Rescate Municipal, servicio que seguía realizando en sus días de descanso y a la par de su trabajo como agente brindaba primeros auxilios a quien lo requería e incluso ayudó a rescatar a unos niños que cayeron en un pozo de la JMAS. Por lo que pidieron a las autoridades que revisen su hoja de servicio. 
Varios de sus compañeros y amigos dijeron ayer que servir a la comunidad ha sido su pasión, por eso pasó de Cruz Roja a Rescate y finalmente a la SSPM.
Paramédicos de Rescate Municipal describieron a su ex compañero como un hombre excepcional, con un alto sentido de la responsabilidad y de respeto a la vida.
Mientras, en la audiencia realizada ayer en la sala 13 de la Ciudad Judicial, una agente del Ministerio Público explicó al Tribunal cómo sucedieron los hechos.
El sábado 28 de febrero a las 17:47 horas se recibió una llamada al C-4 Juárez,  reportando un robo con violencia en un negocio ubicado en las calles Burma y Malasia de la colonia Juárez de Infonavit Oasis, inició el relato.
El puesto de mando comisionó a los elementos de la unidad 606 de la SSPM, quienes arribaron un minuto más tarde y en la ubicación señalada encontraron a una mujer que les señaló a un masculino que vestía sudadera roja con negro y capucha y un pantalón de mezclilla quien iba corriendo sobre la calle Burma, diciendo “ese es el que me acaba de asaltar”, aproximadamente a 70 metros de distancia de ellos.
“Sin descender de la unidad, alcanzamos a dicho sujeto sin perderlo de vista. En donde lo retuvimos, por seguridad le realizamos una revisión; encontrándole en su mano derecha un celular rosa y 940 pesos en la bolsa derecha del pantalón, así como un cuchillo y dijo llamarse Iván Maldonado Villegas”, refirió la fiscal al dar lectura al parte elaborado por los agentes Miguel Ángel Robledo Lara y César Omar Domínguez Lara, quienes acompañaban al oficial ahora sujeto a proceso penal.
En el documento también se establece que las hijas de la tendera asaltada le dijeron a los municipales que el teléfono que le localizaron al menor un día antes lo había robado a su madre, así como mil 600 pesos producto de las ventas. Las denunciantes también indicaron que ese día minutos antes que llegaran los municipales su madre había sido asaltada por el mismo menor.
“Hoy 28 de febrero a las 17:40 llegó el joven y como vi que era el mismo que asaltó un día anterior le dije que estaba cerrado. Empezó a golpear tan fuerte el vidrio que lo rompió, entró a la tienda y me llevó a la caja y me dijo que sacara el ‘clavo’. Cuando me paró adentro del mostrador sacó un cuchillo y no me soltó hasta que se llevó la cartera con billetes y toda la morralla”.
“Salí atrás de él, pero al teléfono público, llame al 066 y les dije que era el mismo que me había asaltado ayer. En eso se paró una patrulla en la avenida Granjero y les hice señas y lo siguieron, el día de hoy cuando me lo presentaron lo reconozco como la persona que asalto hoy y el día de ayer con pistola y navaja”, señaló la fiscal al leer parte de la declaración de la propietaria de la tienda de abarrotes.
Después del señalamiento directo de la comerciante, a las 18:30 horas se formalizó la detención de Maldonado Villegas. Por lo que fue subido a la patrulla, pero alrededor de una hora más tarde al circular la unidad sobre la avenida Tecnológico al cruce con Loma Azul, el menor aprovechó que el vehículo se detuvo en un alto y brincó de la caja de la patrulla tras zafar su mano izquierda de la esposa que estaba atada a uno de los cuatro ganchos del vehículo oficial.
El menor corrió al sur de la Tecnológico y uno de los policías municipales, César Omar Domínguez Lara, descendió para perseguirlo a pie. Mientras el oficial Miguel Ángel Robledo Nava dio aviso al supervisor Jorge Gallo Carbajal, con quien se encontraba Morquecho Robles, pues es parte de su escolta.
Iván Maldonado Villegas tomó la calle Cordillera de los Andes y se metió a un taller mecánico, a donde los municipales ingresaron pero ya no lo encontraron. Por lo que se trasladaron a la casa del menor, ubicada en la calle Yucatán a donde varias unidades llegaron a las 19:50 horas al tiempo que Iván también arribaba.
Al ver a los uniformados, el menor comenzó a correr de nuevo. Tras él salió el oficial Miguel Ángel Robledo Nava, lo buscó por varios lotes baldíos sin encontrarlo. Después de unos 10 minutos, el policía César Omar Domínguez Lara vio a Iván por la calle Coahuila rumbo a la vía Tercera y le gritó el dato a sus compañeros: Morquecho, Gallo y Robledo ya que los cuatro estaban rodeando la cuadra.
“Perdí de vista al adolescente infractor, cuando en ese momento escuché una detonación de arma de fuego mientras me encontraba en las calles Yucatán y Coahuila, por lo que corrí hacia la calle Tercera y fue cuando observé al menor tirado bocarriba sobre la calle Tercera con manchas de sangre  la altura del pecho sobre la sudadera roja que vestía y junto al infractor se encontraba el compañero Morquecho Robles quien es chofer y escolta del supervisor Jorge Gallo Carbajal y el cual iba debidamente uniformado”, reseñó la fiscal al leer parte de la declaración del preventivo Domínguez Lara.
Ese mismo oficial escuchó a su compañero Morquecho Robles cuando le gritaba “le di”, “le di” y revisó los signos vitales del menor percibiendo que éste aún estaba con vida por lo que pidieron una ambulancia. Pero en cuestión de minutos el baleado falleció.
Con poco más de un año de carrera policial, el ex paramédico rompió el protocolo para realizar un arresto seguro y disparó contra el menor por la espalda, explicó ayer el secretario de Seguridad Pública Municipal, César Omar Muñoz Morales.
Y aunque el agente le brindó en forma inmediata los primeros auxilios no logró salvar la vida del adolescente.
Muñoz Morales, dijo que en un análisis de hechos, el primer error de Irving fue no haber supervisado la detención.
“Si ya se tenía detenido, rompieron el protocolo de arresto al no tenerlo siempre a la vista, ese fue el primero de los errores. El segundo fue haber detonado el arma. La investigación la lleva la Fiscalía pero en la escena del crimen se percibe que la intención del elemento no era herirlo y mucho menos matarlo, fue como advertencia, pues había corrido, pero yo creo que la advertencia que hizo el elemento debió hacerla de otra manera”, resumió.
La causa de muerte de Iván fue asfixia por laceración de tráquea ocasionada por una herida producida por arma de fuego disparada en la espalda.
Con esos datos el juez de Garantía, Apolinar Juárez Castro, declaró legal la detención del agente Morquecho Robles y éste se reservó su derecho a rendir declaración.
La audiencia de vinculación o no a proceso quedó programada para este viernes a las 10 de la mañana.
Irving enfrenta la posibilidad de pasar hasta 60 años en la cárcel de ser encontrado culpable del delito de homicidio agravado en perjuicio del menor Iván, de 16 años.
“Irving siempre ha sido dedicado al servicio de la comunidad desde muy pequeño, al igual que sus padres y sus hermanas prestaron durante años el servicio voluntario a la Cruz Roja y trabajó en el Departamento de Rescate como paramédico. Brindó miles de apoyos a la gente en desgracia, sin distinción de credo ni condición social”, dijo Julio Reyes, quien a través de las redes sociales pide al juez de Garantía una resolución justa. 
Para otros paramédicos que trabajaron con Irving el problema fue tal vez su la falta de experiencia en el manejo de armas de fuego, pues después de que se graduó fue mínimo el adiestramiento posterior que recibió.
Las clases de tiro sólo las recibió durante su formación académica, confirmaron policías municipales a condición del anonimato para no sufrir represalias por defender a su compañero.
El secretario de Seguridad Pública Municipal dijo que actualmente los policías municipales entrenan “tiro” dos veces al año por la falta de balas. 
“No hay más por la poca capacidad de parque (balas) que tenemos, ya en unas semanas llegará el simulador virtual y eso se resolverá”, dijo el jefe policiaco. (B. Carmona/L. Sosa/El Diario)

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