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Muere el autor de famosa leyenda en el cerro juarense

Josefina Martínez
El Diario

2015-03-03

El pastor Gerardo Bermúdez, quien concibió y llevó a cabo la idea de colocar la leyenda ‘Cd. Juárez la Biblia es la Verdad, Léela’,  en la sierra de Juárez, murió el lunes a los 85 años, por lo que su comunidad cristiana le prepara varios servicios fúnebres.
El primero se realizará hoy miércoles a las 6:30 de la tarde en la iglesia Cántico de Redención, en Canutillo, Texas.
Para mañana jueves 5 de marzo se realizará un segundo homenaje en la iglesia Triunfo de la Cruz, en la calle Cayena 2158 de la colonia Industrial, donde el pastor ejerció su ministerio la mayor parte de su vida.
Y el viernes 6 de marzo se planea un último homenaje, si es posible de cuerpo presente, en esa misma iglesia a las 11 de la mañana, informó Guadalupe Morales, integrante de la comunidad Triunfo de la Cruz.
Comentó que el pastor era muy querido en su comunidad por todo lo que ofrecía y el apoyo que daba a quienes asistían a los servicios.
“Además siempre será recordado por la pinta en el cerro, que identifica a la ciudad”, expresó.
Señaló que la vitalidad del pastor Bermúdez mermó a raíz de que le descubrieron un tumor en el estómago, del cual finalmente no logró recuperarse a pesar de una intervención quirúrgica para extirparlo.
Gerardo Bermúdez ofreció una entrevista a El Diario luego de que la Administración Municipal anunciara que borraría del cerro la frase ‘Cd. Juárez la Biblia es la Verdad, Léela’.

“Yo las cosas se las dejo a Dios”, dijo el pastor Gerardo Bermúdez en una entrevista el año pasado a El Diario, luego de que el Municipio anunció que borraría del cerro la frase “Cd. Juárez la Biblia es la Verdad, Léela”.
Recordó cómo en 1987, acompañado de cientos de evangélicos, subió al cerro a plasmar esta frase que se ha vuelto parte del paisaje en la ciudad. “Estábamos celebrando la Fiesta Juárez y había más de 200 iglesias evangélicas reunidas en un evento que se realizó en el Estadio Olímpico Benito Juárez, cuando se presentó la propuesta y la aceptaron”, expresó.
El pastor comentó que para celebrar la unión de tantos hermanos evangélicos y recordar ese año tan importante sugirieron varias propuestas, se planteaba hacer un orfanato o un auditorio pero en ambos casos se vio que deberían ser administrados y podrían generar problemas.
“Entonces propuse poner un mensaje en el cerro, era algo que también se le quedaría a la ciudad y todos votaron por esto, también elegimos la frase con la que no se honraría a nadie en particular sino a Dios y qué mejor que hacer un exhorto a la comunidad a leer su palabra”, señaló.
Para los últimos días de octubre de 1987 cuando se realizó la Fiesta Juárez, las letras estaban trazadas y se invitó a los integrantes de más de 20 iglesias evangélicas a pintarlas.
“Llegaron camiones llenos de personas, me llamó la atención uno de ellos venía de la Iglesia Centro Vida, eran unas 50 viejitas que pidieron pintar las letras más altas, les dije que eran la C y la D, aceptaron y se subieron a lo más alto y pintaron las letras”, recordó.
Durante seis meses, cada sábado acudimos a pintarlas, dijo el pastor.
“Ahora ya no está presente, pero queda su legado para los juarenses, nosotros por lo pronto nos sentimos como siempre orgullosos de él y estaremos en las celebraciones para dar gracias por su vida”, expresó Guadalupe Morales, integrante de la comunidad Triunfo de la Cruz. (Josefina Martínez/El Diario)
 

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