Luz del Carmen Sosa
El Diario
La casa de la colonia Anapra que por varios años habitó el matrimonio conformado por Domingo Fermas Uves, su esposa Isabel Padilla García y sus ocho hijos, ahora luce en el abandono.
Ambos padres fueron detenidos y sujetos a proceso penal por tráfico de personas. Tras esa situación la Subprocuraduría de Asistencia Jurídica y Social no intervino en el aseguramiento y protección de los menores, denunció el abogado Francisco Chávez.
Antes del fallido intento de cruzar a la niña ecuatoriana Jhoselin Noemi Álvarez Quillay a los Estados Unidos por esta zona desértica, la menor pernoctó en la propiedad situada en la parte alta de la calle Ostión.
El padre fue detenido en tres ocasiones por distintas corporaciones policiacas y finalmente quedó preso en el Cerefeso 9. Su esposa, Isabel Padilla, fue detenida y arraigada por investigadores de la Procuraduría General de la República (PGR) desde el mes de diciembre.
Hasta ayer los vecinos desconocían el paradero de los ocho hijos de la pareja.
“No sabemos qué pasó con los niños, la PGR vino y se llevó incomunicada a la madre de familia, yo fui a buscarla al Distrito Federal pero me fue imposible ponerme en contacto con ella”, dijo el abogado Francisco Chávez, quien lleva la defensa legal de Fermas Uves.
El litigante expuso que los hijos de la pareja, al igual que todos los niños mexicanos, son sujetos de derecho y la actuación del Ministerio Público federal debe prever y asegurarse de que los menores estén bajo buen resguardo.
Ayer se solicitó información a la Subprocuraduría de Asistencia Jurídica y Social sobre la posible canalización de los menores tras la intervención del Ministerio Público federal, sin embargo, no fue localizada la subprocuradora Lorena González.
En la calle Ostión los vecinos optaron por guardar silencio. Un operador de una empresa maquiladora dijo que uno de los hijos mayores de la pareja le ofreció una habitación dentro de la propiedad a cambio de que cuidara la casa y alimentara a los perros.
“Yo vengo aquí los fines de semana y hasta hoy no sé dónde estén las demás personas”, dice el hombre, quien asegura no tener mucha información sobre la familia que habitó esa casa y la huésped temporal, procedente de El Cañar, Ecuador.
Jhoselin Noemi Álvarez Quillay tardó un mes en llegar hasta la casa de Domingo Fermas Uves. Por testimonio de la su esposa se supo que la menor permaneció ahí 24 horas esperando ser internada sin documentos a Estados Unidos.
“A mi esposo se la dieron para que la pasara, pero él no pasa gente”, dijo Isabel Padilla en marzo de 2014. Aseguró que no sabía quién entregó a su esposo a la menor, quien llegó a su casa el miércoles 5 de marzo.
Isabel dijo que su esposo llegó a la casa con la niña después de que personas que no conoce se la entregaron para que la cruzara a EU.
Noemi llegó a esta vivienda el 5 de marzo, y el operativo de la Policía fue el día 6 a las 9 de la noche. “Nosotros no sabemos, yo no conozco a nadie, la niña se la entregaron a él, se la trajeron a la casa; por dónde la pasarían, sólo mi esposo lo sabe”, dijo Isabel.
Fue ella quien tuvo más contacto con Noemi, tal vez por ese motivo se la llevaron y la arraigaron, consideró el abogado Francisco Chávez, quien ahora busca a los hijos del matrimonio. (L. Sosa/El Diario)