Araly Castañón
El Diario
A tres años de su aprobación, la ley contra el robo de metales no se cumple por falta de revisión a los negocios, dijo el director municipal de Comercio, Ramón Mario López López.
“Hay que reconocer que nos falta más inspección”, mencionó el funcionario.
Expuso que para evitar el hurto de monumentos, alcantarillas o cableado de servicios, es necesario actualizar el estatuto y realizar la verificación en los establecimientos.
“No es sólo actualizarlo (el reglamento), sino que se aplique y para ello se requiere una coordinación muy eficiente y eficaz de las instancias correspondientes, para incluso compartir recurso humano y de todo tipo para hacer esas inspecciones”, anotó.
El Reglamento que Controla la Compra, Venta, Acumulación, Fundición o Comercialización por Cualquier Medio de Metales, fue aprobado por el Cabildo el 9 de febrero de 2012, y el 21 de marzo de ese mismo año se publicó en el Periódico Oficial.
Las dependencias encargadas de verificar que éste se cumpla son la Dirección de Comercio, Normatividad Ambiental y la de Desarrollo Urbano, así como la Secretaría de Seguridad Pública.
De acuerdo con la ley, deben revisar periódicamente los establecimientos que se dediquen a la compra, venta, acumulación, fundición, transformación o comercialización de metales como casas de empeño, ferreterías y yonkes.
Los propietarios o encargados de esos negocios deberán abstenerse de comprar objetos identificables como propiedad de aquellas empresas que se dedican a la prestación de servicios públicos o privados, indica.
En los comercios en donde se detecte la adquisición de estos materiales se aplicará una multa de hasta 50 salarios mínimos, equivalente a 3 mil 505 pesos, y si acumulan tres sanciones en un periodo de seis meses se procederá a la clausura.
Además señala que los negocios que adquieran este tipo de piezas deben contar con un padrón de las personas que les vendan los metales, en el que tengan su fotografía, una copia de una identificación oficial y datos personales como domicilio y teléfono.
El director municipal de Comercio, Ramón Mario López López afirmó que con el robo de la pieza de un niño del monumento “El Encuentro”, la dependencia intensificó sus revisiones en los sitios donde se compran metales.
Sin embargo, dijo, hay muchos que han proliferado clandestinamente.
Expuso que entre yonques y establecimientos autorizados para la compra de metales existen entre 300 y 350, y aparte están los que son clandestinos y que se han detectado en las colonias.
“Han proliferado la venta de metales en casas”, comentó el funcionario.
Agregó que una vez que se intensificaron las revisiones tras el robo del monumento, muchos de esos sitios cerraron.
“Porque inmediatamente en cuanto se hizo esta denuncia por parte de Parques y Jardines, de que se habían robado la estatua, todo mundo recogió los anuncios, los que dicen que se compran metales”, aseguró López López.
Agregó que del lunes al miércoles de esta semana se inspeccionaron 19 negocios que compran metales, de los cuales seis se clausuraron por falta de documentación y se les aplicaron multas de entre 50 y 80 salarios mínimos.
El monumento “El Encuentro”, de donde fue robada la estatua de un niño el fin de semana, se inauguró en abril de 2001. Eran ocho piezas fundidas en bronce que representan el primer encuentro entre los indios mansos y los evangelizadores franciscanos.
El cura franciscano tiene una cruz en la mano y está en compañía de otro fraile. Ante ellos se encuentra un nativo intérprete, con una familia que se integra de otros dos hombres, una mujer, un niño y una niña, quienes ofrecen su mercancía (pescado) a los sacerdotes.
La obra se colocó en el parque lineal del bulevar Juan Pablo II y tuvo un costo de 2 millones de pesos, dinero que aportó la maquiladora ADC, de acuerdo con información del Municipio.
El creador de la obra es el escultor Juan Carlos Canfield, originario de la Ciudad de México. (Araly Castañón/El Diario)
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