Blanca Elizabeth Carmona
El Diario
El programa Soy Legal, puesto en marcha por el Poder Judicial, llegó ayer a la Secundaria Altavista, donde los alumnos recibieron con cierta indiferencia la plática mientras que los directivos la consideraron necesaria pues han detectado que algunos de los estudiantes sufren desintegración familiar y al año envían a tratamiento a unos 120 estudiantes porque son usuarios diversas drogas, además ahí estudiaba Irving Reyes González, asesinado el pasado 6 de febrero, así como algunos de los presuntos responsables de ese crimen.
“Baje el pie de la espalda de su compañero”, “hábleme medio segundo de lo que yo dije”, fueron algunas de las órdenes del magistrado César Ramírez Franco a los alumnos de 3-E que parecían no estar interesados en su ponencia sobre las normas jurídicas vigentes, las sanciones previstas por la ley para los menores de edad infractores y la conciliación pacífica de los conflictos.
Mientras que otro adolescente le cuestionó al magistrado por qué se tardaron tanto para ir a darles la plática, a lo que él respondió “así estaba en el calendario”.
En entrevista el magistrado refirió que los directivos del plantel solicitaron el programa Soy Legal desde hace tiempo pero se lleva un calendario y la visita se pudo realizar hasta ayer, con el objetivo de concientizar a los menores sobre las consecuencias jurídicas de incurrir en un delito e incentivarlos a la prevención de conductas antijurídicas.
“Creo que les quedó claro que a quienes cometan un delito aun siendo menores se van a enfrentar con un proceso penal y yo los vi conscientes. Esta la primera vez que el Poder Judicial sale de sus oficinas a platicar con la sociedad a que conozcamos cuáles son las características sociales de lo que está pasando afuera, no solamente quedarnos en el Tribunal revisando los expedientes”, indicó.
El coordinador en Ciudad Juárez de Soy Legal y juez Especializado en Justicia para Menores Infractores, Jorge Gutiérrez, informó que este año se han visitado seis planteles escolares donde han detectado que la principal problemática es peleas que se plantean a través de las redes sociales y se consuman al terminar el horario de clase afuera de las escuelas.
En tanto que el director de la Secundaria Altavista, Leandro David Beltrán, refirió que al interior del plantel no tienen problemas pero sí en el contexto social, en las 16 colonias de donde vienen los estudiantes.
Explicó que los principales problemas que padecen la comunidad estudiantil de la Secundaria Altavista, dos mil 437 alumnos tanto del turno matutino como vespertino, son la desintegración familiar, la desatención por parte de sus padres y pandillerismo en el exterior.
“Hay una desintegración tremenda por parte de la familia nuclear, chicos desatendidos porque el padre y la madre están divorciados y que pasan la mayor parte del día solos. La única ventanita que tienen es la escuela y aquí les ofrecemos lo que tenemos, los canalizamos, les damos apoyo psicológico hasta donde llegan nuestras posibilidades porque también tenemos que apoyarnos de instancias gubernamentales, de instancias no gubernamentales y canalizar a los chicos”, apuntó.
Además refirió que por ello, desde hace tres años han venido implementando diversos programas preventivos con apoyo de la Cruz Roja Internacional, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal y la Fiscalía estatal además de referir al Centro de Apoyo contra las Adicciones (CAPA) a quienes usan drogas.
Al año envían a 120 adolescentes usuarios de tabaco, mariguana y alcohol, dijo.
Sin embargo, en muchos de los casos son los padres de familia quienes no apoyan las terapias y prefieren cambiar a sus hijos de escuela y, dijo, son esos jóvenes los que desertan y andan en la calle como es el caso de uno de los presuntos participantes en el homicidio de Irving.
“La víctima era del plantel, ese chico estuvo en primero y segundo año, cuando iba a tercer grado en principios de agosto la familia lo envió a Chihuahua, cuando ocurrieron los hechos tenía diez días con nosotros en el turno vespertino y precisamente lo enviaron para allá a raíz de la desintegración familiar. Mientras que otro de los jóvenes, Iván, estuvo en un programa con la Cruz Roja pero desertó, son alumnos que ya no regresan”, afirmó.
El director aseguró que a raíz del homicidio de Irving se han aplicado algunas estrategias: se ampliaron los comités de seguridad escolar para cuidar el entorno de la escuela a la hora de entrada y salida de los estudiantes; dos padres de familia acompañan a un grupo de alumnos hasta un punto donde los tutores los recogen para evitar que solos crucen fincas o terrenos baldíos.