Javier Arroyo
El Diario
El gobierno de Estados Unidos, a través de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) de la Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), participó con la Procuraduría General de la República (PGR) en la detención de la banda de traficantes de indocumentados involucrada en el caso de la niña ecuatoriana Noemí Álvarez Quillay, quien se suicidó aquí en un albergue el 11 de marzo de 2014.
En un documento emitido con la embajada estadounidense en México se reitera el dato proporcionado en el informe previo de la PGR y las autoridades investigadoras de Ecuador respecto que la menor sufrió una violación agravada antes de su muerte.
La Embajada señala que se consignó ante el juez penal federal a 42 probables responsables por los delitos de delincuencia organizada en su modalidad de tráfico de indocumentados; tráfico de personas con el agravante de tráfico de menores de edad; violación agravada en agravio de la menor no acompañada; abuso sexual en agravio de migrantes víctimas.
En el comunicado girado en el Distrito Federal se especifica que como resultado de la sólida colaboración e intercambio —vía Asistencia Jurídica Internacional— entre las oficinas del HSI, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y la Procuraduría General de la República, se pudieron esclarecer los hechos ocurridos el 11 de marzo de 2014 donde lamentablemente perdiera la vida una menor de origen ecuatoriano.
“Como resultado de la significativa contribución de las Oficinas del ICE en la investigación ministerial llevada a cabo por la PGR, se pudieron ubicar y detener al principal líder de la organización y a los cómplices que participaron directamente en el traslado y albergue de la menor ecuatoriana en 17 lugares desde Ecuador, Colombia, Honduras, Guatemala y México, así como a otros de sus integrantes cuya función consistía en operar la estructura financiera de la organización, y quienes también participaban en el tráfico y agredían física y sexualmente a mujeres y a niñas migrantes”, señala el boletín de prensa.
Agrega que en la operación conjunta se logró desmantelar la organización criminal, cuyos centros de operaciones para cooptar víctimas y recaudar las ganancias ilícitas se localizaban en Ecuador, en diversas ciudades de Centroamérica, en México y en los Estados Unidos de América.