Josefina Martínez
El Diario
La falta de personal, camas y equipo en las áreas de Urgencias de los hospitales del IMSS en Ciudad Juárez han causado la muerte de algunos pacientes, revelaron médicos y enfermeras.
En el Hospital 35 del Instituto Mexicano del Seguro Social, la semana pasada murieron dos personas en Urgencias. Las enfermeras asignadas a esa área dijeron que no había ventiladores y tuvieron que realizar maniobras manuales, pero no fueron suficientes.
Durante un recorrido por los hospitales 35 y 66 del IMSS se constató la desesperación y estrés del personal médico ante la falta de insumos y equipo, situación que, dijeron, constantemente pone en riesgo la vida de los pacientes.
En el área de Urgencias del Hospital 35 las enfermeras pidieron “herramientas con qué trabajar”.
“Ahorita está lleno pero no como en otras ocasiones, sólo tenemos a una paciente en las sillas de espera, pero hay días que habilitamos los pasillos para que las personas estén ahí, las ponemos en el piso porque no hay camas suficientes”, expresó.
Denunció que no existen ventiladores y que la semana pasada se enteró de que dos personas murieron porque las maniobras de resucitación que se les practicaron fueron manuales.
Los pacientes se encontraban en un espacio que no era un cubículo de “shock” y además no había ventiladores, se utilizó un ombú manual para ayudarles a respirar.
“No es posible que las cosas sigan así, nos interesa salvar vidas y por eso estamos aquí, hacemos todo lo posible, improvisamos, y compramos material por nuestra cuenta, pero eso no es suficiente”, dijo la enfermera Anaís Hernández, del Hospital 66.
“Hacemos lo que podemos pero no es suficiente se requiere que contemos con material para trabajar, pero gente va y viene y nunca hay solución”, expresó una de las enfermeras del piso de Medicina Interna donde se encuentran pacientes graves y en permanente riesgo de entrar en paro cardiorrespiratorio, pero que no cuenta con equipo para atender este tipo de emergencia.
En el recorrido se constató que la situación es igual en el piso de Cirugía donde los pacientes se recuperan de alguna intervención, pues como en el resto del lugar, los carros rojos (utilizados para detener los paros cardiorrespiratorios), están incompletos.
“Mire el laringoscopio que sirve para entubar al paciente, cómo está, nomás tiene una pila y necesita dos para funcionar, ya fui y hablé con todas las personas y nadie es para resolverme, tengo un paciente grave que puede entrar en paro y no tendré manera de ver a través de su laringe para entubarlo”, dijo enojada la enfermera que se encontraba en el piso de Medicina Interna para hombres.
La mujer aseguró que recibió su carro rojo para atención de urgencias con un laringoscopio sin baterías y que sólo le dieron una, no prende, no tenemos ni eso para atender a los pacientes, dijo.
“El carro rojo no tiene desfibrilador, ni monitor de signos vitales, hacemos todo manualmente pero ahora ni siquiera pilas para ver claramente lo que hacemos, es el colmo”, expresó.
En el piso de pacientes que se recuperan de cirugía, el personal médico de inhaloterapia denunció también la falta de equipo electromédico y la mala calidad de los insumos.
“Nos dan ocho circuitos (mangueras que se utilizan para ayudar a los pacientes a respirar) y necesitamos por lo menos 30 al mes, si a esto le agregamos que hay sobrepoblación, realmente este material se puede acabar en un día”, expresó un doctor.
Agregó que se compra material de pésima calidad y esto provoca complicaciones.
“Un paciente que duraría tres días con respirador, se queda 15 o más porque todo el material que se utiliza es realmente deficiente, esto ni siquiera es redituable para la institución porque por ahorrarse dinero terminan gastando más”, dijo el doctor.
Con su cara bañada en sudor por el esfuerzo que realizó para recorrer los pisos en busca de un ventilador para un paciente que se encontraba grave, el doctor aseguró que “la situación en el IMSS está peor que nunca”.
“Estábamos acostumbrados a trabajar con pocos recursos pero ahora esto es el colmo no contamos con lo mínimo para atender a los pacientes, tenemos que hacer múltiples maniobras para lograr dar un servicio mínimo y esto pone en riesgo constante la vida de los pacientes, alguien debe hacer algo, darse cuenta de lo que pasa”, dijo desesperado.
En el área de Pediatría mostró las incubadoras quebradas que utilizan para atender a los recién nacidos prematuros.
La pediatra a cargo comentó que improvisan y el equipo que tienen no es suficiente.
“No sirven los controles de la incubadora, aquí yo le muevo y le voy tanteando para que el bebé esté en la temperatura que necesita”, dijo la enfermera.
En otra de las áreas una enfermera había improvisado un foco que utilizan para exploración, para dar calor a un recién nacido.
“Aquí la gente va y viene, recorren el hospital, ven y se van, los empresarios que están en las mesas de trabajo con los directivos del hospital deberían hacer un verdadero recorrido por los hospitales”, expresó.
El doctor Arturo Sáenz señaló que sería importante que quienes hacen sus aportaciones al IMSS vengan y realicen una verdadera inspección de las condiciones en que diariamente son atendidos los derechohabientes.
Aquí en el área de Medicina Interna igual que en el Hospital 35 no hay carros rojos, “no hay equipo de urgencia, para sacar a los pacientes de paros cardiorrespiratorios, no hay ventiladores, desfibriladores, ni monitores de signos vitales, estamos peor que nunca”, aseguró.
En relación a las deficiencias en el área de Urgencias del IMSS, Rosendo Gaytán, vocero de la institución, dijo que la saturación de pacientes es cíclica y ocurre generalmente los meses de enero y febrero.
Aseguró que las urgencias que ponen en riesgo la vida o un órgano de los pacientes se atienden de inmediato y sólo se envían a las Unidades de Medicina Familiar las urgencias sentidas.
Sobre la falta de equipo dijo que para solucionarla se implementaron las mesas de trabajo entre directivos, empresarios y personal sindicalizado del IMSS.
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