Local

Con violencia, él se llevó a su hija a Nuevo México

Luz del Carmen Sosa
El Diario

2015-01-31

Mayra Guadalupe Miranda Nava, originaria de Iguala, Guerrero, sostiene una pelea en la Corte Familiar de Estados Unidos por la custodia de su hija de 3 años que, según denuncia, le fue arrebatada con violencia por su ex pareja, originario de Las Cruces, Nuevo México, donde radica con la niña.
El padre, Eliseo Aguirre Meraz, demandó ante la Corte la custodia exclusiva de la menor, a quien logró registrar como ciudadana estadounidense sin la comparecencia de la madre.
Además pide manutención para la niña y que las visitas de la madre a su hija sean restringidas, pese a que sabe que ella está imposibilitada para ingresar a Estados Unidos pues fue deportada por su estancia como indocumentada.
Este caso de una madre deportada por ingresar en forma indocumentada a Estados Unidos no es el único.
La historia de Mayra Guadalupe Miranda Nava, a quien su ex pareja le arrebató a su hija de 3 años para llevársela a Estados Unidos, no es exclusiva de ella, pues otras mujeres mexicanas enfrentan situaciones similares cuando la relación con su pareja de origen estadunidense termina y por diversas circunstancias son deportadas, explica Rocío Meléndez, abogada del Programa de Defensa e Incidencia Binacional (PDIB), que asesora a las afectadas.
En el caso de Mayra, desde la semana pasada iniciaron las audiencias ante la Corte Familiar, con sede en Las Cruces, Nuevo México.
Ella sigue el procedimiento legal emprendido en su contra por medio de conferencias telefónicas, ya que tiene restringido el acceso a Estados Unidos.
No tiene más opción que atenerse a las bondades de la tecnología para seguir un proceso que, afirma, no debería existir, pues es ella la que tiene la custodia legal de su hija y su ex pareja sustrajo ilegalmente a la niña de México.
Sobre su regazo Mayra carga un enorme expediente que detalla todo el camino que ha recorrido ante las diferentes instancias gubernamentales para recuperar a su hija.
Lo más valioso, dice la madre, es la resolución del juez Segundo de lo Familiar del Distrito Judicial Bravos, Simón Mario Salinas Pacheco, que en abril de 2014 le otorgó la guardia y custodia de la niña y ordenó de manera inmediata la recuperación de la pequeña.
El juez emitió a la Secretaría de Relaciones Exteriores un oficio para que recupere a la menor en cumplimiento al artículo 111 de la Convención sobre los Derechos del Niño y la Convención Interamericana sobre Restitución Internacional de Menores, como mecanismos para luchar contra los traslados ilícitos de niñas y niños al extranjero y la retención ilegal de menores en el extranjero.
Mayra afirma que su hija es mexicana porque nació en Ciudad Juárez y muestra el acta de nacimiento número 1630 con fecha del 23 de abril de 2012 en esta frontera.
Sostiene que el padre de la menor la sustrajo ilícitamente del país después de que ella dio fin a una relación donde los episodios de violencia eran constantes, según obra en la carpeta de investigación 37-2014-0005696 de la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM). 
La madre asegura que permaneció a lado del padre de su hija porque la amenazaba con quitársela, lo que cumplió meses después.
Han transcurrido nueve meses desde la última vez que Mayra vio a su hija Elisa Ximena Meraz Miranda, ahora de 3 años, y desde abril de 2014 mantiene la lucha por recuperarla.
A pesar de que interpuso una denuncia penal, la Fiscalía General del Estado nunca atendió su caso. Y aunque ella cuenta con la resolución de un juez mexicano que ordena que le entreguen a su hija, el Gobierno mexicano no la ha recuperado, dijo Blanca Navarrete, del PBID.
Mayra es madre de cuatro hijos, tres de ellos producto de su primer matrimonio y uno es nacido en Estados Unidos. Luego de divorciarse empezó a trabajar en la venta de comida en una construcción, donde conoció al hombre que meses después se convertiría en su pareja.
“A mí me detuvieron y me deportaron. Él me decía que me iba a arreglar mis documentos para que vivieran juntos allá, pero tenía que estar detenida más meses y yo me desesperé porque no veía a mis hijos y firmé la deportación voluntaria”, explica.
Ella llegó a Juárez sin conocer a nadie y empezó a hacer aquí su vida, luego Eliseo se trasladó a esta frontera y empezaron a vivir en unión libre. Fue entonces que descubrió que estaba embarazada.
Luego su pareja tuvo un accidente y empezó a requerir cantidades elevadas de morfina para calmar su dolor y empezaron a tener problemas. Los episodios de violencia eran más constantes y las agresiones no solo eran contra ella, sino contra sus hijos.
Los niños están atentos a la entrevista y el pequeño que es estadunidense dice que fue golpeado por Eliseo. La mayor, de 13 años, fue la última en tener a Elisa en sus brazos pues corrió con la niña a su habitación cuando empezaron a pelear por última vez por la custodia de la niña.
Ese día Mayra ya había denunciado a su pareja por violencia doméstica y aunque llegó una patrulla, los agentes preventivos no la auxiliaron, expone.
La niña fue ingresada a El Paso y aunque la madre llegó al puente internacional y pidió auxilio a los soldados para que no permitieran la sustracción de su hija, las autoridades estadounidense favorecieron al padre al percatarse que ella había sido deportada y en ese momento no presentaba documentos que acreditaran la relación con la niña. Mayra vio cómo se iba su hija con su padre.
Aunque la PGR cuenta con la denuncia de hechos AP/PGR/CHIH/JUA/1720/2014IV-4, erróneamente le atribuyen cargos de tráfico de menores y no sustracción ilegal de menores, dice la abogada Rocío Meléndez.
Explica que pedirán a la Secretaría de Relaciones Exteriores una mayor intervención para lograr que la niña regrese con su madre, al señalar que debe prevalecer el bienestar superior del niño de estar con su madre y el respeto a la orden del juez mexicano.
Mayra espera una nueva audiencia y que, en cumplimiento estricto de la ley, le regresen a su hija.
“Ha sido un infierno para mí, para todos”, dice la madre mientras es consolada por sus otros tres hijos que solo cuentan con las redes sociales para manifestar su amor hacia su pequeña hermana.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

X