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El Diario
El padre de Ismael Marín Medina, acusado de secuestro y cuya detención fue declarada legal por un juez de garantía, afirmó que su hijo permaneció incomunicado las 48 horas que duró la investigación de los agentes del Ministerio Público, tiempo en el cual fue sujeto a actos de tortura en las instalaciones de la propia Fiscalía General del Estado (FGE).
Ayer la Fiscalía, a través del vocero Julio Castañeda, aseguró que el procedimiento de los agentes del Ministerio Público, Cristóbal Aldama y Juan de Dios Ramírez Sáenz que consignaron al acusado, no será objeto de una investigación por parte de la Fiscalía Especializada en Control, Análisis y Evaluación de Asuntos Internos, ya que actuaron dentro del marco legal.
Aunque el 15 de noviembre del 2014 se publicaron en el Diario Oficial del Estado las reformas a la Ley para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Tortura en Chihuahua, en donde se dispuso que la incomunicación será considerada como tortura, para la representación social fue el detenido quien renunció a su derecho de llamar a su familia para notificarles su detención.
“No hubo alguna violación a sus derechos, ya que incluso se le dio lectura de los mismos y dentro de estos está el de la comunicación, pero no fue su deseo y siempre fue asistido por su abogado defensor (Lidia Hernández)”, dijo el vocero.
Con la pesquisa de su hijo en mano, el padre de familia aseguró que su hijo le llamó del Cereso ayer por la mañana.
“Me dijo que él no había participado en ningún secuestro, que no sabía por qué lo habían detenido y que no le permitieron comunicarse con nadie. Luego le pusieron bolsas de plástico en la cabeza y lo golpearon, lo obligaron a firmar papeles que luego supo eran su declaración de cosas que no hizo”, afirmó angustiado Jesús Marín, pastor de la iglesia cristiana.
Como se informó, los agentes del Ministerio Público Cristóbal Aldama y Juan de Dios Ramírez presentaron ante diversos jueces de Garantía a tres de los hombres que presuntamente participaron en un secuestro.
La detención de Benjamín Granados Escobedo, Ramón Mario García Quintana e Ismael Marín Medina fue declarada legal por dos tribunales de Garantía diversos, aunque el último de los acusados refirió ser ajeno a los hechos y Granados dijo que nunca antes lo habían visto.
Aldama y Ramírez Sáenz, adscritos a la Unidad Antisecuestros, acusaron a Granados Escobedo, García Quintana y Marín Medina de haber participado en un plagio ocurrido el pasado 25 de enero en una granja ubicada en el kilómetro 27 de la carretera a Casas Grandes.
“Mi hijo salió el miércoles a las 15:50 horas de la maquiladora Croni donde trabaja como operador de producción y se fue caminando porque no tiene carro, ya estaba por llegar a su casa cuando fue detenido por los policías, eso fue el miércoles por la tarde”, dijo el padre.
Marín y otro adolescente fueron arrestados cerca de la calle Aeronáutica y Tecnológico, donde el operativo de los agentes incluyó un intercambio de disparos.