Cinthya Ávila
El Diario
Para poder sobrevivir y solventar los gastos esenciales de un hogar en las familias juarenses deben trabajar por lo menos dos integrantes, por lo que el incremento de 2.81 pesos al salario mínimo, consideran, es indignante y seguirá alcanzando para lo mismo.
Antonio Rincón y Virginia Quiroz trabajan en la industria maquiladora y ni con el sueldo de los dos alcanza para cubrir el pago de servicios, alimento y la educación de sus dos hijos.
“Dos pesos más de sueldo no es nada. Seguirá alcanzando para lo mismo, para vivir al día”, señaló.
Ana Luisa Martínez, ama de casa de 42 años, dijo que el salario alcanza cada vez para menos y que incluso ha tenido que quitar productos de la despensa.
“Suben el salario 2 pesos, pero toda la comida sube mucho más. Desde hace varios meses que dejé de comprar carne y estamos con puras sopas y tortillas”, dijo.
Aun cuando no trabaja, Ana Luisa dijo que administra los mil 200 pesos que gana su esposo como chofer y aseguró que no son suficientes para vivir.
“Tenemos cuatro hijos, todos van a la escuela y aparte hay que pagar luz, agua y gas. Cuando uno va al mandado compra lo más barato, lo sé porque yo sí soy la señora de la casa y vivo con el mínimo”, expresó en tono molesto.
Al cuestionarle a Juan Rocha, de 53 años, su postura sobre al aumento al salario dijo que no sabía si reír o llorar. “Me hice viejo y sigo ganando lo mismo. La vida está cada vez más cara y los sueldos siguen siendo de hambre”, lamentó.
Lucero Jáquez Camacho reaccionó de manera similar ante este aumento y en tono irónico dijo: “¿aumentó dos pesos el salario? Bueno, ya con eso vamos a salir de pobres y del hoyo en el que estamos”.
Los trabajadores entrevistados coincidieron en que precisamente por la falta de liquidez, además de racionar la despensa, se han visto obligados a recortar gastos en diversión.
“Ya no es como antes que uno podía ir a comer a un restaurante de vez en cuando o una salida al cine. El dinero está contado y 2 pesos más apenas alcanza para la ruta”, señaló Virginia Quiroz.
Para hacer frente a la complicada situación económica, la cual, asegura la clase trabajadora, empeoró en el último año, los juarenses han tenido que conseguir mínimo dos trabajos.
Un caso es similar es el de Enrique Altamirano Castillejos, quien trabaja en una óptica y un turno en la maquiladora.
Señaló que su jornada comienza desde las 6 de la mañana y termina hasta la 1 de la madrugada y entre ambos trabajos obtiene mil 300 pesos por semana.
“Que te digan que vas a ganar dos pesos más de salario es de dar risa. Se ve que el gobierno no tiene ni idea de cómo vivimos la gente común”, acusó.
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