Cinthya Ávila
El Diario
Desde hace cuatro años, Ana, Lizbeth, Adrián, Estefanía y Jaqueline viven en una casa-hogar de la colonia Ampliación Felipe Ángeles, debido a que su mamá ya no pudo hacerse cargo de ellos.
Hasta la fecha los hermanos de 16, 11, 14, 13 y 8 años habitan en este refugio y una vez por semana su madre acude a visitarlos.
“Nos dijo que ya no nos podía cuidar y aquí nos dejó”, relató Ana Chávez, la hermana mayor.
Antes de que esto ocurriera, narraron los hermanos, pasaron por una crisis familiar que derivó en la separación de sus padres.
“Había problemas de dinero, mi mamá se quedó sola y ya no nos pudo mantener”, mencionó.
Debido a las carencias que pasaron, los hermanos sienten empatía con la necesidad de otras personas, lo que los motiva a participar en las actividades altruistas que realiza el albergue donde viven.
Joel Cortés Ramírez, director de la casa-hogar, dijo que aun cuando ellos mismos tienen dificultades para subsistir, brindar ayuda a la ciudadanía es parte de la formación de los inquilinos.
“Aquí la mayoría de los niños se identifican con la falta de comida, de vestido, y eso los motiva a querer ayudar a otras personas”, indicó.
Este albergue funciona en forma desde hace seis años, indicó Cortés Ramírez, y los motivos por los que ingresan los menores van sobre la misma línea: desintegración familiar.
Dijo que cada año realizan una colecta, arman despensas o alguna actividad filantrópica para ayudar a la comunidad de la colonia en época decembrina.
“Este es un lugar donde predomina la necesidad y queremos aportar un poco de ayuda”, reiteró.
Al igual que los hermanos Chávez, en este albergue se encuentran refugiados otros 69 niños y adolescentes de entre 2 y 19 años.
La mayoría de los inquilinos llegan entregados por sus padres, bajo el argumento de que ya no pueden mantenerlos.
“La historia casi siempre es la misma: madres solteras que tienen que trabajar y no pueden cuidar de sus hijos. Entonces los dejan con nosotros y nos hacemos cargo de su cuidado. Aquí viven, estudian y se forman”, detalló Cortés Ramírez.
Ayer los menores de la casa hogar acomodaban las despensas que lograron reunir y las cuales entregarán posteriormente a familias necesitadas.
“Es bueno ayudar a otras personas. Todos necesitamos de todos y aunque no estamos con nuestra mamá por lo menos como hermanos seguimos juntos”, resaltó Adrián Chávez.
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