El Diario
2014-12-17
Sobre la calle Emiliano Zapata del municipio de Praxedis G. Guerrero, resalta de entre las demás una casa abandonada con fachada en color anaranjado, perforada con decenas de disparos de arma de fuego en la pared y rastros de sangre en las ventanas y piso.
Ahí, uno de los sicarios se atrincheró durante la balacera del domingo pasado en el que dos personas perdieron la vida, refirieron testigos del ataque entre dos grupos armados.
El resurgimiento de los hechos violentos en el Valle de Juárez obligó a residentes de Praxedis G. Guerrero a abandonar sus casas y huir a Ciudad Juárez, ante el peligro de ver en peligro su vida por el fuego cruzado de las bandas criminales, refieren testimonios.
El dueño de la casa se encontraba dentro cuando ocurrió la refriega, pero al ver cómo un hombre armado se le metía a la vivienda por la fuerza y comenzaba a disparar contra otro hombre que también le respondía la agresión desde fuera, se tuvo que esconder en el baño hasta que parara la agresión, refirieron allegados al propietario quienes prefirieron resguardar su identidad.
“El dueño de aquí no está porque se fue a Juárez. El señor se asustó cuando vio que se le metieron”, dijo uno de los testigos.
Otro caso de éxodo orillado por las condiciones de inseguridad es el de la familia Archuleta, en el municipio de Guadalupe D.B. quienes sufrieron la pérdida violenta de tres de sus integrantes, entre ellos el universitario Elmer García Archuleta.
El gobernador del estado, César Duarte Jáquez, dijo el pasado martes que la balacera que se registró en el Valle de Juárez no refleja que las condiciones de seguridad se hayan salido de control.
Aunque para la Mesa de Seguridad y Justicia (MSJ) de Ciudad Juárez la situación es que “cuando creíamos que la calma había vuelto, se nos ha venido el mundo encima una vez más”, denunció ese mismo día el integrante Gustavo de la Rosa Hickerson, con relación a los actos criminales que están ocurriendo en esa zona. (Francisco Chávez)