Luz del Carmen Sosa
El Diario
La mujer hallada sin vida el pasado martes fue asesinada, descuartizada y calcinada por su hijastro, informó ayer el fiscal Enrique Villarreal Macías.
El supuesto agresor, Arturo Alejandro Cano Madrid, de 25 años, reaccionó con furia ante el regaño que recibió por su permanente consumo de drogas, inhalantes y pastillas sicotrópicas, agregó el funcionario.
La víctima, identificada como Laura Aidé Cano, de 51 años, murió a causa de traumatismo craneoencefálico severo. El golpe sobrevino durante la riña que sostuvo con Cano Madrid, quien estaba intoxicado.
Vestido con un overol blanco y calzando unas pantuflas, el detenido dijo ayer que había asesinado a su madrastra. “Andaba bien loco, la empujé, se pegó, la corté con un cuchillo de la casa, nomás”, dijo Cano Madrid, a quien Laura Aidé cuidó desde niño, según afirmó.
A mi hermano le diría que me disculpe… yo andaba bien sustanciado, tengo muchos años como adicto, voy a responder por los actos que hice, lo acepto”, afirmó Arturo Madrid al tiempo de hacer la lista de las drogas que consumió el día que mató a la mujer que le dio su apellido.
“Ese día tomé cuatro clonazepam (pastillas que afectan los químicos del cerebro) e inhalantes. Las ‘clonas’ apenas me las había metido y con los inhalantes ya tenía rato. Ella era mi mamá, desde bebé yo estaba con ella, le decía mamá, pero todos los días tenías problemas por la nada, ese día no aguanté y por eso hice lo que hice”, dijo.
Villarreal Macías expuso que este nuevo caso de violencia intrafamiliar que se registra en Ciudad Juárez preocupa a la institución.
“Es preocupante la formación y la pérdida de valores de las personas”, situación a la que dijo “debemos poner atención especial, él era el hijastro”.
Sobre el móvil del crimen, el fiscal narró que Aidé observó a su hijastro drogándose en el patio y en una pelea ella cayó y se desnucó.
El hijastro, quien fue empleado del Rastro Municipal, la desmembró dentro de la casa con cierta destreza por los conocimientos adquiridos en su anterior empleo.
“La puso en el patio y le arrojó el agua celeste que inhalaba y luego puso los restos en bolsas de plástico y quemó el cuerpo sin mayor miramiento. Nos preocupa, va a ser sancionado hasta con pena vitalicia”, dijo el fiscal.
El Ministerio Público tiene 48 horas para avanzar en las investigaciones y determinar los delitos que presuntamente cometió el acusado. Posteriormente presentará ante un Tribunal de Garantía a Madrid Cano bajo los cargos de homicidio calificado.
El supuesto agresor fue arrestado en los términos de la flagrancia en la misma casa donde presuntamente cometió el crimen.
La propiedad, la número 503 de la calle Grulla, se ubica a casi cinco cuadras del punto donde arrojó el cuerpo.
La descripción de un testigo, “un hombre pelón” a bordo de una camioneta blanca, coincide con el detenido, quien tripulaba una camioneta Durango color blanco.
“El hallazgo se registró en la intersección de las calles Torcaza y Grulla, sitio donde quedó abandonado el cadáver de la mujer, que se encontraba en el interior de una caja, desmembrada y calcinada en el 90 por ciento de la superficie corporal, luego de que su hijastro la llevó hasta ese lugar”, informó el fiscal.
El cuchillo conocido como cebollero que utilizó Madrid Cano para privar dela vida a su madrastra fue asegurado, al igual que la camioneta.
“Esta misma persona es investigada por el homicidio en perjuicio de Luis Fernando Baeza Valadez, ocurrido el 20 noviembre en la colonia Azteca. Al parecer esta persona le debía dinero por traslado de droga y pensaba no pagarle. En este caso hizo lo mismo que con su madrastra (lo quemó) y dejó el cuerpo en el lugar”, dijo el fiscal.
Este homicidio ocurrió en el interior de un domicilio que se ubica en la calle Privada de Tarahumara número 7695 cruce con Mayos.
Baeza Valadez, de 31 años, presentó como huellas de violencia externa un disparo en la cabeza. En la escena del crimen fue asegurado un casquillo percutido de calibre .40 milímetros.
En este homicidio, dijo Madrid Cano, el móvil del crimen fue una deuda de droga que supuestamente cruzó por una brecha de la carretera Panamericana a los Estados Unidos. Señaló haber cometido este homicidio por un adeudo por 3 mil 800 pesos y 2.2 kilos (5 libras) de mariguana.
“Se me bañó con una feria y una merca”, dijo el hombre.
El detenido mostraba golpes en el rostro que atribuyó a los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal.
De su consumo de droga señaló que ha la intentado combatir. Incluso ha estado en un centro de rehabilitación, pero su adicción, aseguró, no la ha logrado superar, pues tiene muchos años consumiendo e inhalando todo tipo de sustancias tóxicas.
Agregó que fue detenido en el Cereso Estatal 3 por delitos contra la salud, luego de ser “cargado” y golpeado con droga por elementos municipales. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)
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