Josefina Martínez
El Diario
La Diócesis de Ciudad Juárez inició ayer a las 6 de la tarde una Vigilia de Oración en la cual rezarán durante 43 horas continuas por los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y sus familias.
Al iniciar el evento en el templo de la Sagrada Familia, los sacerdotes presentes se sumaron a la postura de los obispos mexicanos: ¡Basta ya! No queremos más sangre. No queremos más muertes. No queremos más desparecidos. No queremos más dolor ni más vergüenza.
Benjamín Cadena, presidente del Presbiterio local, en su mensaje dijo que “nos unimos al clamor generalizado por un México en el que la verdad y la justicia provoquen una profunda transformación del orden institucional, judicial y político, que asegure que jamás hechos como estos vuelvan a repetirse”.
Ante decenas de fieles, el sacerdote José Ríos, leyó a su vez el posicionamiento de la Diócesis y los invitó a permanecer vigilantes sobre los acontecimientos que están ocurriendo en el país ya que sin el acompañamiento y la vigilancia por parte de la sociedad civil, el poder se queda en manos de pocos.
En medio de esta crisis vemos con esperanza el despertar de la sociedad civil que, como nunca antes en los últimos años, se ha manifestado contra la corrupción, la impunidad y la complicidad de algunas autoridades, dijo Ríos.
Y aseguró que la vía pacífica, que privilegia el diálogo y los acuerdos transparentes, sin intereses ocultos, es la que asegura la participación de todos para edificar un país para todos.
La primera hora de oración estuvo dedicada al estudiante normalista Jorge Anibal Cruz Mendoza y su familia, y la comunidad de la parroquia de San Juan Apóstol fue la encargada de coordinar este momento.
De las 7 a las 8 de la noche se oró por Magdaleno Rubén Lauro Villegas y su familia.
El sacerdote Francisco García, coordinador de la Vigilia de Oración, dijo que durante 43 horas la comunidad católica rezará por cada uno de los estudiantes y sus familias.
La vigilia concluirá mañana sábado a las una de la tarde con una celebración eucarística en la que se espera la presencia de todos los participantes en estas 43 horas de oración, concluyó García.