Blanca Elizabeth Carmona
El Diario
“¿Cuál droga?, le dije a los encapuchados armados que irrumpieron en mi casa… imaginé lo peor”, narró la maestra Melva de la Cerda Chávez sobre el pasado 14 de octubre, día en que fue detenida y acusada de posesión de heroína.
Desde el Cereso femenil de esta ciudad, donde se encuentra recluida, contó que sufre por estar separada de sus hijos de 13, 9 y 5 años, así como de su trabajo docente en el preescolar Rayenari.
“Yo quisiera saber quién, por qué me están haciendo este daño tan feo, tan fuerte. Para mí esto es una pesadilla, es un sueño, no sé por qué me hicieron esto y por qué a mí. Es muy doloroso y más por mis tres hijos, ellos lloran”, expresó.
La profesora originaria de Jauja, Durango, y egresada de la normal de Saucillo, enfrenta un proceso penal al ser acusada de la posesión de casi un kilo de heroína.
Ella asegura ser inocente y a diferencia de la versión dada a conocer por personal de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM) –que dijo haberla detenido cuando circulaba a bordo de un vehículo en actitud sospechosa–, afirma que fue sacada de su casa ubicada en la calle Tarántula, de la colonia Colinas del Norte.
“Estaba en mi casa eran como 5:30 o 6 e la tarde iba a llevar a mi papá a la consulta que tenía en el ISSSTE, en eso veo que llega una camioneta de doble cabina y se estaciona a la siguiente casa de la mía”, contó.
Continuó: “En eso salgo yo y se bajan unas personas civiles encapuchadas y con armas largas, me dicen que me voltee hacia la camioneta y entran como cuatro o tres personas a mi casa. Me preguntan quién está adentro y le digo que mi papá y mis hijos”.
“Los sacan a ellos y me meten a mí, me sientan en la sala y me empiezan a preguntar dónde está la droga. Les digo ‘cuál droga’, ellos responden ‘no te hagas’ y empiezan a hacer revuelto en la casa y me gritaban ‘agáchate’”, narró la docente quien desde hace 18 años se desempeña como profesora de preescolar.
De acuerdo con la SSPM, el arresto de De la Cerda se efectuó tras una denuncia anónima al número comunitario de la Policía Municipal que reportaba un auto sospechoso.
El paquete con la droga y un envoltorio fueron localizados dentro de una pañalera en el asiento del copiloto de un auto Nissan rojo en el que iba la mujer, señaló la Policía.
La maestra dijo desconocer a qué corporación pertenecían los individuos que irrumpieron en su casa, sólo sabe que utilizaban camionetas de doble cabina sin logotipo y después de ser aprehendida se enteró que ese día sus vecinos vieron unidades de la Policía Municipal cerca de su casa.
También narró que los hombres le pidieron las llaves de su camioneta y le vendaron los ojos para sacarla de su vivienda.
Afirma que tanto en el inmueble como en el automotor no encontraron droga.
“Me dijeron levántate y con la mirada hacia abajo, no voltees, me suben a la camioneta y me vendan los ojos, me iban maltratando de forma verbal. No sabía a dónde me llevaban porque iba vendada”.
“Yo me imaginé lo peor, pensé ya me mataron. Pero de pronto me dicen bájate, vas a subir tres escalones, a la derecha, a la izquierda, en eso con ojos aún vendados visualizo luz y cuando me quitan la venda vi gente, policías, fotógrafos y dije ‘estoy a salvo’”, recordó.
De la Cerda indicó que al ser presentada ante los medios de comunicación la Policía puso como evidencia en una mesa un cuadro de droga de color negro, su celular y una pañalera.
Después le empezaron a hacer preguntas y al no contestar la metieron a una celda y horas después la consignaron a la PGR.
Aunque ya tiene auto de formal prisión, dijo que no ha tenido acceso a su expediente.
Padres de familia del preescolar Rayenari, donde estudian los alumnos de De la Cerda Chávez, se han manifestado en varias ocasiones en demanda de que la profesora sea puesta en libertad, pues afirman que es inocente.
Durante las protestas realizadas afirmaron que se trata de una mujer humilde que vive de su sueldo como maestra y no tiene nada que ver con la venta de droga.
Ulises Martínez Contreras, subsecretario de Educación, Cultura y Deporte en la Zona Norte, anunció la suspensión de las labores docentes y sin goce de sueldo de la maestra.
Dijo que su detención es un hecho aislado del sistema educativo, pero que aun así existe la posibilidad de quitarle la plaza en caso de que autoridades la encuentren culpable del delito que la acusan.
Desde el Cereso, De la Cerda Chávez se define como una persona paciente, noble, cariñosa, sociable y que ama trabajar con los niños pequeños. Pero su carácter ha cambiado a raíz de su reclusión, expresó.
“Soy alegre, risueña, pero la verdad aquí (en el penal) no puedo, no porque sea un lugar feo, sino por mi situación y aunque las compañeras se han portado muy bien, se me ha bajado la persona que soy”.
Mientras los párpados superiores le temblaban, refirió que “es una situación difícil, me ha afectado que me sacaran de mi casa y la separación de mi familia”.
Antes de ser retirada a los patios del centro penitenciario –donde la esperaban sus hijos, su padre y una hermana pues se trataba de un día de visita–la maestra dijo que tiene esperanza y fe en Dios en que saldrá libre porque es inocente. (Blanca Carmona/El Diario)
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