Martín Orquiz
El diario
Con profunda tristeza y sumidos en el desconcierto, familiares, amigos y compañeros de la profesora Nancy Lobo Guerrero, asesinada el domingo pasado al parecer por su esposo, acompañaron el cuerpo en un servicio religioso antes de que fuera trasladado a la ciudad de Chihuahua, de donde es originaria.
Personas que tenían relación con el matrimonio se mostraron sorprendidas con lo que ocurrió debido a que la víctima y su victimario formaban “un matrimonio perfecto”, al menos eso aparentaban, y nadie previó que algo malo pudiera ocurrir.
La música, dijeron, era la pasión tanto de Nancy como de Issaí Hernández Díaz, de hecho se conocieron estudiando ese arte en la capital del estado, él egresó en el 2004 del Instituto de Bellas Artes de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), ambos cambiaron su residencia a la frontera hace ocho años, cuando se casaron.
La comunidad de la escuela primaria Abraham González, donde trabajaba la mujer, suspendió ayer sus actividades para acompañar a la maestra en el servicio realizado en las instalaciones del templo cristiano “La Raíz”, ubicado en el cruce de Fray Marcos de Niza y Fray Servando Teresa de Mier, de la colonia San Lorenzo.
En la institución educativa, establecida en la intersección de la avenida Plutarco Elías Calles y el Paseo Triunfo de la República, fue colocado un inmenso moño negro de casi seis metros de longitud, mientras que las rejas que dan al patio principal fueron cubiertas con plástico negro con la aparente intención de obstruir la visibilidad hacia el interior.
Desde temprano, el edificio religioso fue colmado por los dolientes, muchos eran los alumnos del Sexto Grado B del turno matutino que estaba a cargo de la maestra Nancy.
También acudieron el recinto espiritual algunos de sus ex pupilos que ahora cursan la secundaria en escuelas como la Federal 1.
Tomados de la mano de sus padres cargaban flores para su profesora.
“Tenía el don de ganarse a la gente, todo mundo la quería”, comentó uno de sus familiares que solicitó el anonimato y que llegó desde Estados Unidos una vez que fue notificado de lo que había pasado.
Aseguró que nunca percibieron indicios de que enfrentaran algún tipo de problema y que Issaí era una persona completamente normal que no mostraba actitudes agresivas que los hicieran sospechar que sufriera algún padecimiento emocional.
Comentó que incluso ya habían hablado con varios de los vecinos de la pareja, quien habitaba en una vivienda del fraccionamiento Canto de Murano. Todos coincidieron en que jamás notaron alguna irregularidad en Nancy y su esposo.
“Nos dijeron que nos les cabe en la mente lo que pasó, todos están muy sorprendidos, así como nosotros”, declaró.
Acerca del posible motivo que pudo tener Issaí para matar a su pareja y de las versiones que indican que estaba en tratamiento sicológico, indicó que ignora detalles, pero que ya es trabajo de las autoridades establecer qué fue lo que llevó al hombre a asesinar a la profesora.
Otra de las parientes de la víctima que estuvo en el servicio religioso, quien también solicitó que su nombre no fuera incluido en la publicación, señaló que no tiene razones para pensar en que el homicidio tenga un móvil pasional.
“No tenían problemas, ni antecedentes de problemas, los dos eran completamente normales, llevaban una buena vida matrimonial”, expresó.
Otras personas que los conocieron comentaron que desconocen por completo si enfrentaban conflictos, ya que aparentaban ser un matrimonio perfecto.
“Es algo muy triste lo que pasó, no lo entendemos”, dijo.
Acerca del destino de las dos hijas del matrimonio, los entrevistados dijeron que estaban bien, pero omitieron dar mayores detalles sobre su estado actual.
La pareja era una apasionada de la música, él pertenecía a la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ) en la que tocaba el violín, a ella le gustaba cantar e incluso acompañó al guitarrista y compositor “Chamín” Correa en algunas de sus presentaciones.
Issaí se ufanaba porque acompañó en una presentación a la británica Sara Brigthman, quien dio un concierto aquí en junio de 2010 en el estadio Benito Juárez.
En la actualidad, Nancy estudiaba un doctorado en Educación, mientras que su marido se desarrollaba como maestro de música en diferentes instituciones y organizaciones de la localidad.
Ambos transmitieron la inquietud por la música a su hija mayor, quien canta melodías vernáculas en diferentes escenarios locales, dijeron sus allegados.
Por decisión de su familia, el cuerpo de Nancy fue trasladado a la ciudad de Chihuahua, donde será sepultada, informó personal de la funeraria que se hizo cargo del trámite.
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