Araly Castañón
El Diario
El primer comedor comunitario de la Cruzada Contra el Hambre que fue inaugurado en esta ciudad por la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, se encuentra cerrado.
La subdelegada de Desarrollo Comunitario y Participación Social de Sedesol, Elisama Núñez García, dijo que el cierre se debió a problemas con las voluntarias que lo operaban.
Una de las personas que se encargaban del comedor ubicado en la colonia Palo Chino, María del Carmen Álvarez, explicó que tras ser abierto 25 amas de casa laboraban ahí porque pensaron que iban a recibir un salario y como no fue así, se fueron y quedaron cuatro.
Dijo que después llegó una promotora de Desarrollo Social “muy prepotente” y las voluntarias que seguían decidieron no regresar ya.
El comedor abrió el 25 de abril y cerró hace tres semanas, afirmó Álvarez.
Por su parte la funcionaria federal dijo que además el comedor que estaba en el Centro Comunitario Zaragoza se reubicó a la colonia División del Norte a cargo de una asociación civil.
Aseguró que hay otros dos, Jarudo y Eréndira, que también se trasladarán a otros sitios. Indicó que éstos, al igual que el de Palo Chino, cerrarán por la poca participación de la comunidad para atenderlos y por el bajo número de beneficiarios.
“La comunidad ya no quiso participar, y en el proceso de los comedores comunitarios la clave es siempre la participación de la comunidad. El grupo de cocina ya no quiso hacer equipo, y también por el bajo número de comensales, las personas dejaron de asistir ahí”, explicó la subdelegada de Desarrollo Comunitario y Participación Social de Sedesol, Elisama Núñez García.
Afirmó que Sedesol está en proceso de reinstalar el comedor en el mismo sector, pero en donde haya personas que tengan interés en participar.
“Así como hay espacios donde la gente sí participa y se organiza, a veces se pelean equipos de cocina contra otros equipos, es complicado ponernos de acuerdo”, manifestó.
Dijo que al comedor del Centro Comunitario de Palo Chino, en el surponiente de la ciudad, acudían 15 personas a diario para el desayuno y comida, cuando su capacidad es para 120 en la mañana y en la tarde.
María del Carmen Álvarez, una de las mujeres que colaboraba en el comedor, dijo que cuando abrieron iban cerca de 50 personas para el desayuno y otras 50 para la comida.
“La gente dejó de venir porque les empezaron a dar la tarjeta de Oportunidades”, comentó.
Dijo que en las últimas semanas asistían unos 20 en la mañana y 24 para la comida.
Además, relató que al principio había 25 mujeres, que se dividían y trabajaban por día en equipos de cinco, pero dejaron de ir porque querían pago, y al final sólo quedaron cuatro.
“Las otras ya no vinieron, y nosotras como vivimos cerca y yo estaba sola en la casa, me la pasaba allí”, aseguró.
Aseguró que las cuatro trabajaban todos los días, entraban a las 6:30 para preparar y servir el desayuno, luego se iban a sus casas y al mediodía volvían para servir la comida y salir a las 16:00 horas.
“Todo estaba bien, pero nos cambiaron de promotora, era muy prepotente”, aseguró.
Dijo que la nueva promotora de Sedesol llevó un chef que se iba a encargar de la cocina y de coordinarlas a ellas, y eso no les gustó.
“El chef nuevo nos bajó la moral, y él hacía todo, teníamos nuestra forma de cocinar y vino a cambiar las formas”, comentó Álvarez.
Agregó que por esa situación ella y sus compañeras decidieron dejar de trabajar en el comedor.
“Uno siente bonito estar ahí, a mí sí me gustaba”, aseguró.
La subdelegada dijo que el costo mensual de abasto para cada comedor es de hasta 79 mil 569 pesos, según el número de comensales.
Aparte, por el equipamiento Sedesol invierte inicialmente hasta 143 mil 625 pesos, afirmó Núñez.
El número máximo de beneficiarios que se puede atender es hasta 120 diarios, y en promedio en Juárez asisten entre 50 a 60 personas que acuden en la mañana y en la tarde.
Los comensales pagan hasta 10 pesos por platillo, dinero con el cual las encargadas compran gas para preparar los alimentos, pero las personas que no tienen recursos no pagan nada.
La funcionaria indicó que Chihuahua fue el primer estado donde se instalaron comedores en zona urbana, y actualmente funcionan 76.
En Ciudad Juárez hay 63, uno en Praxedis G. Guerrero, ocho en Guachochi, uno en Puerto Palomas, uno en Guadalupe, uno en Ojinaga y otro en Manuel Benavides.
El comedor del Centro Comunitario Palo Chino se abrió el pasado 25 de abril. Al evento de inauguración acudió la titular de Sedesol, Rosario Robles Berlanga, el gobernador César Duarte Jáquez y el presidente municipal, Enrique Serrano Escobar. (Araly Castañón/El Diario)
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