Martín Coronado
El Diario
Hace más de un año Sergio Eduardo Marrufo González devolvió su casa al Infonavit por no poder pagarla. Ahora no puede conseguir un empleo formal porque el Instituto le sigue descontando el pago de la vivienda.
En el 2012, Sergio Eduardo, de 25 años, trabajaba en una maquiladora que hace lámparas para autos. “Me iba bien porque ganaba 2 mil pesos, más los mil 100 que me quitaban del Infonavit”, recordó.
Sin embargo, le surgió una alergia a un químico de las lámparas y debió dejar el trabajo. Casi de inmediato consiguió otro empleo en una firma de recursos humanos, pero el salario fue menor.
“Ahí ganaba mil 600 pesos, pero me quitaban mil 200 y fui a pedir una rebaja en el crédito, pero me dijeron que no, que la única solución era que devolviera la casa”, afirmó.
Irene Ornelas Casas, subdelegada del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) en Juárez, dijo que el problema de Sergio Eduardo y varios acreditados más se originó porque el instituto rescindió el contrato al despacho Manuel Espino, que llevaba los casos de devolución de casas, y el encargado se llevó todos los documentos, dejando los expedientes incompletos.
“Ese despacho tenía contrato y ya no presta sus servicios. Yo cuando llegué aquí él ya no estaba, no estaban completos los expedientes, eso fue lo que pasó y ya no se le renovó el contrato a nivel nacional, pero ya se completaron los expedientes”, indicó.
Luego de trabajar dos meses sin poder recibir nada de salario, pues todo se lo quedaba el instituto, Sergio Eduardo decidió abandonar su empleo y ahora le ayuda a un comerciante que hace chicharrones, donde recibe 100 pesos por cada uno de los tres o cuatro días que lo ocupa a la semana.
Ahora se dedica a cuidar a sus dos hijos mientras que su esposa trabaja, pues a él no se sirve de nada un empleo formal.
Sergio Eduardo Marrufo dijo que los trabajadores del Infonavit con quienes ha tratado de resolver su problema afirman que hay cerca de 600 casos como el suyo.
En febrero de 2013 Sergio Eduardo regresó la casa. “La devolví, la dejé sola pero no me dejaban de descontar, me fui a vivir con mis suegros y me seguían descontando hasta que llegó esta carta (suspensión de pagos) me dejaron de descontar y entonces nos fuimos a rentar”, dijo.
“Parecía que todo estaba bien, porque ya no me estaban descontando dinero, para entonces ya trabajaba en Pribsa, una firma de proveedores, prestaba servicio como técnico”, agregó.
“Pero en junio de este año, en esa misma empresa me empezaron a descontar otra vez, fui al cajero y no tenía nada, entonces fui a preguntar porqué no me habían pagado y me dijeron que el Infonavit me había quitado todo”, añadió.
Añadió que desde entonces comenzó un viacrucis de vueltas al Infonavit.
“Ellos contaban como si desde enero no les había pagado nada, como si fuera una negligencia mía, pero yo tenía mi hoja de aviso de suspensión de pagos. Ellos dicen que es un error de ellos haberme dado esa hoja, que mi crédito siempre estuvo vigente, pero yo ya había firmado las escrituras y la casa ya no era mía”, dijo.
“Estuve yendo a trabajar dos meses de gratis, viendo si se solucionaba eso pero no me hicieron caso. Cuando investigué me dijeron que el despacho Espino ya no existía, ahora hay un negocio de tatuajes”, añadió.
“Me dicen en el Infonavit que el licenciado ese lo despidieron y se fue con todos los papeles. Ellos siempre se lavan las manos, dicen que fue un error del despacho Espino, que vuelva en 15 días, en un mes, nomás me traen a puras vueltas”, indicó.
Sergio Eduardo dijo que incluso durante un tiempo hubo una familia viviendo en la casa, a quienes tuvo que desalojar para poder enviarle al Infonavit fotos de la casa vacía.
“Tuve que ir con el notario para conseguir las escrituras, se las conseguí con el notario, se las envió a Infonavit, donde dice que ya es propiedad de ellos y de todos modos no me quieren dar la hoja esa”, dijo.
Agregó que ya está desesperado, pues ahora sólo su esposa sostiene a su familia. Lo peor del caso es que en diciembre Sergio Eduardo debe dejar la casa que le prestaron.
“No sé qué vamos a hacer porque no tengo para rentar, ya vendimos un carro, vamos a tener que vender la troca para poder meternos en algún lugar”, dijo.
Ornelas Casas dijo no tener datos exactos sobre cuántos acreditados fueron afectados y los problemas causados tras la rescisión del contrato con esa firma. También dijo conocer el caso de Sergio Eduardo.
“Que son 600 casos similares… eso no es cierto”, dijo. “El despacho no lo conozco al cien, lo lleva la gerente de cobranza y lo llevaron en Chihuahua, todo lo que tiene que ver con el despacho se tiene que ver con el delegado, aquí en la Subdelegación no vemos absolutamente nada de ese tipo de situaciones”, dijo.
Se intentó hacer contacto con el despacho Manuel Espino para ver cuántos expedientes se quedaron incompletos, pero en la dirección indicada por el acreditado, en lugar del despacho de abogados hay un negocio de tatuajes.
“Ya no está. Nosotros tenemos aquí desde enero, sí han venido unas cinco personas a preguntar aquí por él, pero no sabemos”, dijo el encargado del negocio ubicado a 50 metros del cruce de Paseo Triunfo de la República y Plutarco Elías Calles.
El problema de trabajadores que regresan su casa y de todos modos sigue enfrentando descuentos es constante. En julio de 2013, unos 2 mil derechohabientes del Infonavit que regresaron los bienes para saldar su deuda también tuvieron el mismo problema.
La entonces subdelegada del instituto en Juárez, Martha Moreno Ledesma, indicó que esto se generó por una falla técnica en el sistema, que ya había sido atendida.
En marzo de 2012, El Diario publicó que al menos mil derechohabientes regresaron los bienes para saldar su deuda enfrentaban ese problema. En ese entonces, Moreno Ledesma dijo que esa situación se registraba por un rezago en el manejo de los casos y aseguró que en 15 días el asunto sería subsanado para esa cantidad de afectados.
Ornelas Casas indicó que aún están trabajando en el caso de Sergio Eduardo y que se le resolverá el problema en el plazo que se le dijo.
“Lo que nos toca a nosotros es afrontar esto y apoyar a los acreditados, le dijimos que íbamos a completar todo el expediente… si alguno de nuestros prestadores de servicio comete algún error o algo, pues tiene que responder la institución y es lo que estamos haciendo” dijo.
Añadió que en una instancia federal hay que trabajar con los funcionarios del centro del país, y que las cosas no pueden ser tan rápidas como quisieran los usuarios.
“Hicimos más de lo que se puede hacer desde nuestra competencia, somos instituciones federales que tenemos que reportar todo a México”, afirmó.
Agregó que consultarán con la instancia central si es posible regresar al acreditado todos los descuentos que se le hicieron luego de que él regresó su vivienda. (Martín Coronado/El Diario)
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