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El Diario
“El médico me dijo que no había nada qué hacer, que el balazo le había licuado el cerebro y nada más estaban esperando que falleciera”, dijo el padre de un estudiante del Colegio de Bachilleres número 9 asesinado en 2010.
Al comparecer como testigo en el juicio oral que se sigue contra el presunto responsable, Jesús Palacios narró que desde entonces su vida, la de sus hijos y su esposa se vino abajo, a la vez que pidió justicia a la titular del Tribunal de Juicio Oral, Elizabeth Villalobos Loya.
El asesinato de su hijo Jesús Arturo Palacios Pitón, de 18 años, sucedió durante un asalto en la tienda de abarrotes “El Tocayo”, ubicada entre las calles Mezquite Negro y Almendro de la colonia El Mezquital, el 2 de marzo de 2010.
Conteniendo las lágrimas, el padre dijo que ese día la familia se preparaba para ir a un culto religioso y antes enviaron a Jesús Arturo a la tienda a comprar tortillas.
“Lo mandé con un billete de 200 pesos, pero hubo un asalto en la tienda y lo hallé tirado boca abajo con un balazo en la nuca”, refirió el padre al Tribunal únicamente conformado por la juez Villalobos Loya.
Recordó que en mayo de ese año su hijo iba a concluir la preparatoria y no tenía vicios ni enemigos, pues era un hijo de familia y estudiante.
Además del padre de familia, cuatro personas más comparecieron ayer contra el supuesto responsable, Oscar Román Tavizón Pérez, pero en calidad de testigos protegidos.
Desde una sala privada, la dueña de la tienda narró el asalto y luego identificó a Oscar Román Tavizón Pérez como la persona que portaba el arma de fuego y disparó en el interior de su negocio a uno de los clientes.
“Yo tenía gente en la tienda, él entró y se paró enseguida de la puerta, sacó una pistola de cañón largo y dijo al suelo, esto es un asalto”, dijo la propietaria de la tienda donde ocurrió el asesinato de un estudiante del Colegio de Bachilleres número 9 en 2010, al comparecer como testigo en el juicio oral que se sigue contra el presunto responsable.
“Yo estaba atrás del mostrador, él tiró a la gente que estaba ahí: un señor, una señora y un muchacho y se metió atrás del mostrador. Me encañonó con la pistola, me preguntó quién más estaba ahí y como la tienda está junto a la casa, mi hija estaba en la cocina, la agarró y la hincó en la puerta y a mí me sentó y empezó a sacar cosas de la tienda, a echar en bolsas. Se llevó dos cajas con cajetillas de cigarros y él salía y entraba, al último fue cuando tiró el balazo”, atestiguó.
La mujer refirió que minutos después ella le preguntó a los clientes si estaban bien y uno de ellos contestó “sí, nomás el muchachito éste no se mueve. Lo revisamos y tenía un hilo de sangre”.
Enseguida la agente del Ministerio Público le pidió a la testigo que observara a través del televisor que estaba frente a ella a las personas que ahí se podían ver y que estaban en la sala adjunta a donde ella rendía testimonio, para que le indicara si entre éstas se encontraba el asaltante y asesino.
Ante esto, la comerciante indicó que el delincuente sí estaba ahí y aseguró que se trataba de Tavizón Pérez.
Además de este proceso, el inculpado ya fue sentenciado a 41 años de cárcel por el homicidio de dos hombres y las lesiones causadas a un menor de edad, a quien dieron por muerto pero sobrevivió y los identificó plenamente.
Ese doble crimen sucedió el 31 de diciembre de 2009.
El juicio oral sobre el homicidio del estudiante de Bachilleres continuará esta semana con más testigos por parte del Ministerio Público. (Staff/El Diario)