Gabriela Minjáres
El Diario
El crimen organizado ha tenido presencia y ha intervenido de distintas formas en los procesos electorales y en la vida política en Chihuahua, principalmente en las elecciones de ayuntamientos con financiamiento o brindando otro tipo de apoyo y con amenazas o comprando a los candidatos ganadores, arrojó un estudio académico realizado a nivel nacional.
El investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), Nicolás Loza Otero, explicó que de acuerdo con los datos obtenidos para un estudio de política publicado este año junto con Irma Méndez, la incidencia del crimen organizado es multipartidista, es decir, no distingue o prefiere a un partido en lo particular, sino que trata de hacerlo con todos de acuerdo a sus intereses.
Aseguró que si bien se trata de una situación que no se ha generalizado o es alarmante en todo el territorio nacional, existen regiones con mayores incidencias y estados como Chihuahua, en los que la intervención está catalogada como “bastante fuerte” con tendencia a la alza.
“Podemos decir que en el Distrito Federal, por ejemplo, el crimen organizado tuvo muy poca incidencia en la elección, aparentemente no ha logrado coaccionar, amedrentar y comprar candidatos; mientras que hay estados como Michoacán, Guerrero, Tamaulipas y Chihuahua en donde sabemos que lo ha intentado con éxito y con variación en el éxito; pero también hay otros estados en los que no ha habido intervención”, dijo.
Detalló que estos datos se pudieron obtener mediante una encuesta nacional que hicieron a expertos en política estatal, principalmente académicos, a quienes les formularon una serie de preguntas para conocer diversos aspectos de política local, como la presencia del gobernador y las autoridades, la calidad del estado de derecho y las elecciones en un período que fue de 2001 a 2012.
En el tema relacionado con las elecciones plantearon varias preguntas en las que se buscó conocer la intervención del crimen organizado, su grado de influencia en los resultados, las acciones que realizaron y en qué medida.
Así, Chihuahua aparece a nivel nacional en un nivel intermedio de los indicadores en materia de incidencia del crimen organizado en los comicios estatales, aunque con tendencia ascendente cuando se comparan los comicios de 2004 a 2010; y un nivel alto, cuando se analizan los comicios locales en ayuntamientos.
Por ejemplo, al evaluar el gobierno encabezado por José Reyes Baeza Terrazas (2004-2010), el estudio arrojó que el crimen organizado intentó sin éxito intervenir en las elecciones en las que resultó electo, al registrar 0.89 puntos en un rango del 0 al 5; pero en las elecciones intermedias de 2007 se consideró que sí intervino en uno o menos casos y en la de ayuntamientos hasta en un 10 por ciento.
En la elección de 2010, cuando se eligió al gobernador César Duarte Jáquez, aunque aumentó el indicador a 1.44 puntos, se mantuvo en el rango, lo mismo que en la de diputados y ayuntamientos.
En lo que se refiere a las acciones realizadas por el crimen organizado en las elecciones de ayuntamiento y en qué medida, en Chihuahua se establece que intentaron sin éxito asesinar o disuadir candidatos y disuadir o alentar a los electores para que voten, o no, por un candidato determinado y con esa acción configurar un resultado final.
También se encontró que en más de un caso intentaron financiar o brindar otro tipo de apoyo a uno de los candidatos ganadores y amenazar o comprar al candidato ganador.
Nicolás Loza agregó que, de acuerdo con el estudio, el mapa de la presencia del crimen organizado en las elecciones es el mismo que los efectos de la violencia que ha causado en el país, por lo que donde hay más homicidios vinculados con organizaciones de este tipo es donde también inciden en las elecciones.
“No hay forma de pensar que el crimen organizado tenga presencia y suponer que no va a tratar de incidir en política”, afirmó.
Por ello, en los estados en los que se encontró un alta presencia e incidencia del crimen organizado en comicios se encuentran también Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Veracruz, Colima, Michoacán, Chiapas, Nuevo León y Guerrero.
Loza Otero manifestó que hasta hace unos años había un consenso en México de que el crimen organizado no se interesaba en política, que era apolítico, pero desde 2006 a la fecha se puede decir que donde hay indicadores de sus actividades se asume que lo que sigue es un intento de éste para intervenir en política.
“Nuestra conclusión por ahora es que sí podemos documentar que hay presencia del crimen organizado en procesos electorales, podemos decir que la influencia no es pareja en todo el territorio nacional ni alarmante en todo el territorio nacional, pero es cierto que hay y en términos de un promedio, subió”, dijo.
Además, destacó que los grupos delincuenciales no sólo buscan incidir cuando hay elecciones, sino desde antes y después, además de que utiliza una gama de medios muy variados que van desde sobornarlo a hacerlo cómplice hasta coaccionarlo o asesinarlo.
Por lo que consideró que el blindaje de los próximos comicios federales será una tarea muy complicada, porque a las autoridades judiciales en el país cuando mucho les alcanzará para extender constancias de no antecedentes penales.
Sin embargo, consideró que los ciudadanos pueden tener en la mira a los gobernantes y quienes desean serlo, porque si saben de alguna irregularidad la pueden denunciar, aunque para ello también faltan canales confiables de información entre los ciudadanos y las autoridades.
Hechos de este tipo se encuentran ampliamente documentados en todo el estado, principalmente en la región del Valle de Juárez conformada por los municipios de Guadalupe Distrito Bravos y Práxedis G. Guerrero, donde históricamente se han presentado casos de homicidios y atentados en contra de candidatos y autoridades ya electas.
Tan sólo de 2006 a 2008 fueron ejecutados tres ex alcaldes del municipio de Guadalupe y dos de sus familiares; mientras que en el 2009 fueron asesinadas dos regidoras del mismo ayuntamiento, así como 11 policías en Guadalupe y Práxedis, ambos municipios que también son frontera con Texas.
Mientras que en el 2010, año electoral para la renovación de la gubernatura, diputaciones y ayuntamientos, fue asesinado el presidente del comisariado ejidal de El Porvenir, sección municipal de Práxedis.
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