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El Diario
En los primeros dos días de la auditoría al Cereso número 3 de Ciudad Juárez, personal de la Asociación de Correccionales de Estados Unidos (ACA, por sus siglas en inglés) revisó la infraestructura del reclusorio y entrevistó a empleados e internos.
Hoy a las 8:45 de la mañana se darán a conocer los resultados de la auditoría, es decir, si pasó o no la revisión, informó personal de la Fiscalía Especializada en Ejecución de Penas y Medidas Judiciales.
El Cereso 3 es el último que falta por certificar en el estado de Chihuahua. Las autoridades penitenciarias pretenden obtener la legitimación antes del informe del gobernador, César Duarte Jáquez.
El escrutinio inició el lunes para evaluar 139 estándares internacionales, entre los que se encuentran las operaciones diarias del penal, seguridad, limpieza, orden, alimentación, educación, y salud.
Los inspectores comenzaron con un recorrido por las instalaciones del penal, donde visitaron las áreas de ingreso, cocina, almacén, módulos y hospital, para ver las condiciones de la infraestructura del centro penitenciario.
Durante el recorrido, los auditores platicaron con internos y empleados, informó la vocera de la Fiscalía, Jésica Rentería Moreno
“Los auditores resaltaron el excelente trabajo que se ha hecho en el área del hospital, y se mostraron sorprendidos por las estrategias implementadas por la Fiscalía General del Estado, al fomentar la participación de los internos en la construcción y que permitió un importante ahorro en los costos”, aseguró la portavoz, en referencia a que decenas de presos participaron en los trabajos de remodelación realizados para aprobar la auditoría.
Como parte del rediseño se construyó un hospital de segundo nivel, equipado con quirófano; se instalaron 392 cámaras; inhibidores de señales para celular; una Aduana inteligente y se habilitó el segundo nivel del edificio que alberga los juzgados tradicionales –donado por el Supremo Poder Judicial del Estado (SPJE) – para convertirlos en las oficinas administrativas del penal.
También se cambió el sistema eléctrico e hidráulico, se retiraron los búnkeres de concreto y se colocaron literas, las camas dobles permitieron aumentar mil 120 espacios y con ello creció la capacidad instalada.
Unas horas antes de que iniciara la auditoría, unos 300 internos fueron llevados a las instalaciones del Centro Estatal de Arraigos -donde los mantienen incomunicados- para que los auditores de la ACA no observen el hacinamiento en que viven, de acuerdo a la denuncia de sus familiares.