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Desarrollo Social vino, vio y se fue: damnificados por lluvias

Josefina Martínez
El Diario

2014-09-21

Los damnificados de las pasadas lluvias aún no terminan de rescatar sus pertenencias del lodo y les indigna que el alcalde diga que no son prioridad.
“Vinieron de Desarrollo Social, tomaron fotos y nos dijeron que regresaban, pero nada, no han vuelto y nosotros pues tenemos que seguir; pusimos la cama ahí en el patio y ahí dormimos y veremos qué se seca, los muebles ya no sirven, nomás la lavadora y la cama”, expresa Elena García, cuya vivienda resultó dañada al desfogarse el dique La Presa.
También dicen que no es cierto que les preocupe la infraestructura de la ciudad.
“Aquí se necesitaba obra y ellos saben y nunca la hicieron les pedimos ayuda desde el año pasado, desde entonces saben que se necesita y ahora que nos inundamos tampoco quieren atendernos”, agrega.
“Es falso que les preocupe hacer obras para proteger la ciudad, nosotros avisamos a Protección Civil les dijimos que era necesario que le dieran salida al arroyo cuando se llena el dique, y no lo hicieron, nunca y ahora que nos inundamos tampoco vienen”, dice Feliciano Ontiveros vecino del dique Las Pistolas, quien perdió todas sus pertenencias con las lluvias del pasado miércoles 17.
Ayer al mediodía Elena García y Víctor Hugo aún intentaban rescatar del lodo su ropa y zapatos.
Los muebles quedaron inservibles, “afortunadamente la lavadora sí funcionó”, así que la echaron a andar y así lograron lavar alguna ropa de su hijo de tres años.
En un tendedero improvisado Elena cuelga los pocos pantalones que pudo rescatar y platica como tuvo que salir de su casa la noche del miércoles y dejar todas sus pertenencias ante el peligro de que el dique La Presa se desbordara.
“Estamos regresando del agua”, dice mientras su esposo cruza el centro del patio hasta donde llega una parte del desagüe del dique La Presa.
“Aquí al lado esta el trascabo, se supone que vino y escarbó en el dique para hacerlo más profundo, nosotros les dijimos que aquí en el patio sale un tubo de desagüe y que necesitamos subir el nivel, que si ellos no podían que nos dieran block y cemento para hacerlo nosotros, pero no les importó”, explica Víctor Hugo López.
La vivienda de este matrimonio ubicada en el cruce de las calles Cerro de la Bufa y Cortina de la Presa ubicada a un lado del dique La Presa, fue la más afectada con las lluvias de la semana pasada.
Los esposos señalaron que estos días han salido adelante gracias al apoyo de los vecinos que les trajeron ropa y comida, “si no fuera por ellos...”.
La familia Ontiveros Flores tiene “toda una vida” viviendo en Anapra en la calle Ostra número 440, casi esquina con Jaiba, a una cuadra del dique Las Pistolas y nunca habían resultado afectados por las lluvias, hasta ahora.
“Perdimos todo, muebles, ropa, los útiles de los niños, todo... y desde cuando le habíamos dicho a las autoridades a los que vienen aquí, al ver que las casas de los vecinos estaban subiendo su nivel, les dijimos que era importante que hicieran un canal que le dieran salida al agua del dique y nunca nos hicieron caso”, dice Feliciano Ontiveros.
Ayer Feliciano y su esposa María del Rayo junto con sus 2 hijos mayores sacaban con palas el lodo de su vivienda, “no traíamos ni un cambio de ropa porque cuando entró el agua era de noche, aquí los vecinos nos apoyaron y en mi trabajo me prestaron ropa”, expresa el jefe de la familia.
Señala que sus vecinos han sido muy solidarios, le han ayudado a limpiar la casa y les dieron ropa por lo menos para que se cambiaran, pero ninguna autoridad del Municipio o del Estado se ha acercado siquiera a conocer el estado de su vivienda.
“Nadie ha venido, y esta mal que el presidente diga que no somos prioridad, los ciudadanos somos, debemos ser su prioridad, además ellos ya conocen las zonas de riesgo porque no hacen algo para prevenir esto, aquí el dique necesita una salida para que los que vivimos cerca no resultemos afectados”, indica Ontiveros.
Agrega que afortunadamente tiene familiares a una cuadra de su casa y se quedaron con ellos, mientras logran limpiar su vivienda, proceso que les llevará mucho tiempo, mientras tanto ya hicieron cita en la escuela secundaria a la que acuden dos de sus hijos para informarles de la situación y ver si tienen libros o cuadernos que puedan proporcionarles para que no pierdan clases.
“Hay que seguirle, no tenemos de otra, eso es lo que nos queda, ver que rescatamos y continuar”, dice María del Rayo mientras paleaba lodo en donde antes estaba su cocina. (Josefina Martínez/El Diario)

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