Martín Orquiz
El Diario
El Gobierno municipal pretende rescatar la zona Centro de la ciudad, pero para conseguirlo también tendría que poner atención sobre la seguridad en colonias ubicadas en el sector, como la Barrio Alto, que es considerado el territorio más violento de esta frontera, de acuerdo con un estudio del Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad Ciudadana (Ficosec).
Vecinos de la Barrio Alto entrevistados, coincidieron en que esta colonia, ubicada justo detrás de Catedral, siempre ha sido un sector peligroso.
La investigación de Ficosec determinó, además, que sus habitantes sufren condiciones sociodemográficas adversas que impiden su desarrollo.
Los residentes de ese sector, que incluye a la zona centro, sufren problemas en las áreas de salud pública, vivienda, estructura económica, perfil sociodemográfico y de seguridad pública, indica el estudio.
Datos dados a conocer por Mario Dena, coordinador del Comité de Indicadores de la Mesa de Seguridad y Justicia (MSJ) de Ciudad Juárez señalan que la tasa de homicidios en Barrio Alto es de 126.98 por cada 100 mil habitantes, mientras que el de Ciudad Juárez en general es de 32.07, todo con base en lo que se registró durante 2013.
Tanto la ciudad como esa colonia están muy por encima del estándar internacional que es de 7 por cada 100 mil, dio a conocer el representante ciudadano.
Pero, también, Barrio Alto rebasa los niveles municipales en cuanto a otros delitos, como robo a casa, vehículo, negocio, transeúnte y lesiones dolosas.
El reporte de Ficosec menciona que por la incidencia tan alta de esos ilícitos en esa zona, la convierten en una de las más peligrosos de la ciudad.
Ricardo tiene sus 50 años de existencia viviendo en esa colonia, en la casa que sus padres levantaron cuando comenzaron su familia sobre la calle Ignacio Altamirano, la que ahora habita solo.
“Aquí siempre ha sido peligroso, cuando estaba chico eran ‘los tirilones’, luego ‘los cholos’, ahora ‘los malandros’, total que siempre tenemos que estar ‘truchas’ para que no nos frieguen”, comentó.
A pesar de que alguna vez tuvo automóvil, desde hace varios años desistió de contar con uno debido a que fue víctima de constantes hurtos de accesorios, hasta que se hartó y se deshizo del mueble para nunca jamás adquirir otro.
“Le robaron el estéreo como tres veces, las micas, la antena, los tapones de las llantas, los focos, la batería”, recordó. “Hasta que dije: ‘que se vayan a la chingada’ ya mejor lo vendí”.
El territorio de esa colonia limita al norte con la avenida 16 de Septiembre, al sur con las calles Francisco Sarabia y Francisco Prieto, al poniente con el viaducto Gustavo Díaz Ordaz y al oriente con Ignacio Mariscal.
Según el diagnóstico contenido en el estudio “Bienestar y Seguridad en Ciudad Juárez: Atlas de las condiciones de vida y convivencia de sus habitantes” elaborado por Ficosec, en ese sector se presentan altos índices en cuanto a conductas antisociales como homicidio, robo y lesiones.
En el documento se establece que, por ejemplo, la tasa por cada 100 mil habitantes en cuanto al hurto de casa es de 190.48, cuando en la ciudad es del 67.60; en la sustracción de vehículos llega a 1,968.25, mientras que la global en esta frontera es de 512.04.
De igual forma, en el robo a negocio está en el nivel de 634.92, mientras que en toda la urbe es de 55.37.
En relación con el robo a transeúntes, la tasa por cada 100 mil habitantes llega a 476.19 en Barrio Alto, mientras que en la ciudad es de 28.63; las lesiones dolosas generan una medición de 253.97, pero en toda la mancha urbana llega a 80.47.
Los factores de riesgo asociados al comportamiento del delito que inciden en esta situación, explicó el director de Ficosec, José Antonio Enríquez Tamez, incluyen en este sector aspectos de salud, vivienda, estructura económica y el perfil sociodemográfico, cuyos niveles fueron catalogados como “muy mal”.
El representante ciudadano destacó que durante el análisis para establecer las características de ese y otros sectores de Ciudad Juárez, se identificaron al menos dos tipos de factores asociados: los situacionales y los sociales.
Los primeros implican que la concentración espacial de hechos delictivos en áreas determinadas se debe a que comparten características que facilitan y/o precipitan su ocurrencia.
Añadió que varios sectores de la mancha urbana fronteriza son ejemplo de esa situación porque existe cierta concentración de blancos atractivos como, por ejemplo, los centros comerciales donde las personas suelen andar con dinero.
Otras zonas se vuelven vulnerables debido a una iluminación pública inadecuada o a la ausencia de vigilancia formal o informal.
Esas condiciones, expresó, contribuyen a generar situaciones de anonimato donde una conducta delictiva se ve facilitada porque el potencial delincuente estima que existe una baja posibilidad de ser detectado y aprehendido.
Enríquez Tamez manifestó que con relación a los factores sociales se observó que ciertas áreas con altos niveles de delitos se caracterizan por la concentración de problemas sociales tales como profundos índices de desempleo y pobreza, así como bajos estratos de educación, mala reputación de las colonias, alta rotación de residentes, falta de sentido de pertenencia, baja presencia de prácticas protectoras de socialización y bajos niveles de participación.
“Sí, es cierto, el Barrio Alto está bien ‘quemado’, eso ha sido desde siempre, desde que estaba chica me acuerdo que nadie quería venir para acá ya nada más se metía el sol, ni siquiera los novios”, contó Artemisa Robledo, vecina de la calle Joaquín Terrazas.
Añadió que los adolescentes de por ese lugar son considerados como “muy bravos”, sobre todo en la década de los 70, 80 y parte de los 90.
En la actualidad ya no se ve tanto pandillero en las calles, pero siguen en el sector, sólo que son grupos más chicos que andan siempre en automóvil.
“Ya no se juntan en las esquinas porque vienen y los balean, pero ahí andan haciendo lo de siempre, robando, asaltando a la gente trabajadora y vendiendo droga”, contó la madre de familia de tres. Sólo uno de sus hijos, el más chico (de 11 años), sigue estudiando, los otros dos prefirieron conseguir trabajo.
A través del estudio se pudo determinar que esa colonia enfrenta problemas relacionados con la vivienda, luego que de las mil 670 que tiene en total 609 (el 36.47 por ciento) están deshabitadas.
Además, de las 3 mil 150 personas que viven en ese sector, mil 242, que representan el 39.42 por ciento, no tienen derechohabiencia a servicios de salud; a la vez, mil 340 individuos, el 42.54 por ciento, forman el cúmulo de población económicamente activa.
En cuanto al perfil sociodemográfico, los habitantes de Barrio Alto cuentan con características como que uno de cada 10 tiene 65 años o más, además existe un grado importante de hogares con jefatura femenina donde la mujer es menor a los 30 años, así como bajo índice de población casada o unida.
En el análisis se destaca que se detectó una baja asistencia escolar entre los colonos que están entre los 6 y 14 años de edad.
Aparte de esos grupos poblacionales, otros prioritarios son los adolescentes y jóvenes, además de los adultos con un bajo nivel educativo. (Martín Orquiz/El Diario)
Datos de la colonia
Población total
3 mil 150 habitantes
Población de 6 a 14 años
362 habitantes
Población de 15 a 24 años
430 habitantes
Población de 15 años y más
2 mil 149 habitantes
Población de 65 años y más
310 habitantes
Población económicamente activa
mil 340 habitantes
Población sin derechohabiencia
a servicios de salud
mil 242
Total de viviendas mil 670
Total de viviendas no habitadas
609
Perfil sociodemográfico, aspectos negativos:
• Alta población mayor de 65 años.
• Hogares con jefatura femenina.
• Hogares con jefatura femenina menor de 30 años.
• Baja población casada o unida.
• Bajo índice de bienestar.
• Baja asistencia escolar en población de 6 a 14 años.
• Supera la tasa municipal en delitos de homicidio, lesiones dolosas y robo a casa, transeúnte, automóvil y a comercio.
morquiz@redaccion.diario.com.mx