Blanca Elizabeth Carmona
El Diario
El único testigo de cargo del Ministerio Público en el caso del comerciante asesinado a balazos, declaró ayer ante un Tribunal de Garantía que agentes ministeriales lo amenazaron para obligarlo a reconocer a dos personas como responsables del asesinato que él presenció.
En entrevista con El Diario, el testigo –quien pidió la reserva de sus datos– dijo que él no podía acusar falsamente a una persona, aunque siente temor de ser objeto de represalias por parte de los agentes investigadores e incluso ha pensado en dejar la ciudad.
“Ya quisiera salirme de esta situación y nada me hubiera costado decir sí, él fue. Pero me puse en sus zapatos y pensé cómo va a pagar 30 años o más de cárcel si yo sé que no es la persona”, dijo para luego afirmar que ese día estaba drogado con “agua celeste” pero recuerda perfectamente el sonido de los impactos de bala y a los dos hombres que salieron corriendo del establecimiento.
El pasado miércoles 10 de septiembre el testigo se encontraba a unos dos metros y medio del puesto de hamburguesas donde fue asesinado a balazos el comerciante Jesús Gabriel Flores Ontiveros, en las calles Tzetzales y Aztecas de la colonia Azteca.
La víctima recibió un impacto de bala en el brazo derecho y otro en el tórax que le causaron un shock hipovolémico y por ende la muerte, unas horas después del ataque.
Ayer en su comparecencia ante el juez de Garantía Adalberto Contreras Payán, el testigo explicó que ese día se encontraba a un lado del puesto de hamburguesas esperando a un cliente a quien le iba a entregar unos mostradores que él fabricó.
“Cuando me dijeron que habían agarrado a los responsables, se acercó uno de los ministeriales y me dijo: no me vayas a salir con que no son porque ya te fregaste. Todo eso me asustó, yo declaré eso por miedo, realmente yo al muchacho (al acusado Genaro Antonio Jiménez Reséndiz) no lo conozco, nunca lo había visto”, narró.
“Yo dije sí es, pero por miedo de que me fueran a encerrar, a quitarme eso, yo sentí presión”, afirmó el testigo a preguntas de la agente del Ministerio Público, quien una y otra vez le cuestionó su dicho y trató de contrastarlo con lo manifestado en su declaración ante esa autoridad y con el reconocimiento por fotografía que había hecho en las instalaciones de la Fiscalía.
Junto con Jiménez Reséndiz fue arrestado un menor de 17 años, en calidad de autor material del asesinato. Pero él fue puesto en libertad en casi de inmediato, sin embargo no se procedió igual con Jiménez aunque a él se le consideraba cómplice auxiliador porque supuestamente preguntó cuánto costaba una hamburguesa, para distraer a la víctima.
En la diligencia de ayer, al quedarse sin pruebas, el Ministerio Público retiró la solicitud de vinculación a proceso y el juez ordenó poner en libertad a Genaro Antonio Jiménez Reséndiz.
Fuera de audiencia, el juez le dijo a la fiscal que desde la formulación de cargos, es decir, al acusar a Jiménez Reséndiz de ser auxiliador solo porque uno de los empleados del lugar escuchó que alguien preguntó por el precio de una hamburguesa antes de que le dispararan a la víctima, estaba mal formulada la acusación.
Después de la detención de Jiménez Reséndiz las autoridades estatales señalaron que él y el adolescente podrían estar involucrados en otros hechos violentos ocurridos en la ciudad. (Blanca Carmona/El Diario)
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