Salvador Castro
El Diario
Un empleado de la Dirección General de Desarrollo Social salvó la vida de una mujer y sus dos hijas cuando eran arrastradas por una corriente de agua, hecho que le mereció un reconocimiento por parte del Municipio.
“La madre y sus hijas gritaban asustadas, estaban llorando y pedían auxilio”, narró Adán Quezada, quien arriesgó su integridad para salvaguardar a la familia.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 11 de la noche del miércoles en las avenidas Tapioca y Manuel J. Clouthier, cuando el hombre se percató que un vehículo tipo sedán estaba siendo arrastrado por el torrente provocado por las lluvias.
“La corriente comenzó a arrastrar el carro hasta media calle, y en ese momento por instinto acudí ayudar a la señora, que traía a una de las niñas en sus brazos”, expresó el trabajador, quien en ese momento había salido a una tienda de autoservicio.
Relató que le quitó a la niña a la mujer, pero fueron arrastrados, aunque alcanzó agarrarse de unas yerbas y fue entonces que otras personas los auxiliaron.
Mencionó que juntos lograron sacar a la madre y a la otra menor del automóvil para ponerlas a salvo.
Adán quedó sin zapatos y calcetines debido a que se los llevó la corriente, a lo que expresó “que eso no importa” y le quedaba la satisfacción de que la familia estaban bien.
Consideró que no fue sólo su mérito, sino también de las demás personas que participaron en el rescate.
El júbilo de los presentes al ver a la madre y sus dos pequeñas a salvo se manifestó con un fuerte aplauso para el empleado municipal, quien describe la noche del miércoles como “un momento inolvidable que me sobresalta el corazón sólo de recordarlo”.
Adriana Terrazas Porras, directora de Desarrollo Social, felicitó al protagonista de la historia y dijo reconocerle su valor y compromiso ciudadano.
Señaló que a los juarenses les caracteriza el espíritu de solidaridad incluso en los momentos más difíciles, y esta vez no fue la excepción. (Salvador Castro/El Diario)