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Juarenses, sin noticias de familiares víctimas de huracán ‘Odile’ en BCS

Martín Orquiz
El Diario

2014-09-17

Incertidumbre, desesperación, temor e impotencia sembraron entre fronterizos los efectos del huracán “Odile” en Los Cabos, Baja California Sur, luego que algunos de sus familiares se encuentran residiendo o de vacaciones en ese lugar y no han tenido comunicación con ellos.
Mientras que algunos dicen que sólo les queda esperar por buenas noticias, otros se mostraron más optimistas ya que no es la primera contingencia climática que sus parientes enfrentan y tienen la esperanza que, esta vez, salgan también con bien de la emergencia.
Desde el lunes anterior los familiares de Manuel Ramírez Acosta, juarense que desde hace cinco años vive en Los Cabos con su familia por cuestiones laborales, enfrentan la incertidumbre debido a que perdieron comunicación.
Su madre, Amelia Acosta, mencionó que la última conversación que tuvo con su hijo fue a las 6 de la mañana de ese día, después de que tocó tierra el meteoro, por eso está enterada de que estaban bien de salud, pero en su departamento no había electricidad, agua ni servicio de celular.
Según contó su hijo en el edificio donde viven además había vidrios rotos, algunas de las habitaciones estaban totalmente inundadas y hasta colchones flotando por los pasillos.
Cuando salieron a la calle pudieron observar varios automóviles impactados unos contra otros debido a la corriente que inundó las calles, postes tirados y gente sustrayendo diversos artículos de las tiendas, narró.
Manuel, su pareja y una persona que los está visitando de Ciudad Juárez tenían alimentos en lata, pero su principal temor era quedarse sin agua para beber, dijo la mujer.
La madre del juarense expresó temor y preocupación ya que su descendiente no está acostumbrado a pasar este tipo de situaciones.
“Sólo nos queda esperar y estar al pendiente de las noticias porque no tenemos otra manera de saber de él”, comentó.
Raúl Antunez, otro fronterizo “tocado” por “Odile”, quien ahora vive en Juárez, indicó que él es procedente de aquella región, pero que muchos de sus familiares todavía habitan allá, y aunque se ha podido comunicar con algunos teme por aquellos de los que no sabe algo.
“Mi familia es de allá, estamos acostumbrados a este tipo de situaciones, pero hace años sí nos daba mucho miedo, ahora como que tomamos las cosas con más tranquilidad”, añadió.
Sin embargo, dijo sentir desesperación por no saber en concreto de todos sus parientes, pero por lo pronto sólo le queda esperar a que el clima se tranquilice y poderlos ayudar si así lo requieren.
“Tengo tíos, tías, primos, toda la familia materna es de por allá, hay algunas otras poblaciones afectadas, sólo espero que no haya muertos, lo material como quiera se repara”, dijo.
Sus seres queridos habitan tanto en Cabo San Lucas como en Santiago y Miraflores, dio a conocer.
Por su parte Efrén Santarrosa, otro fronterizo que tiene relación con Baja California Sur, señaló que sus familiares están bien, aunque tendrán que reparar sus viviendas debido a los daños que sufrieron a consecuencia de las condiciones climáticas de los días recientes.
En su caso, sus seres queridos habitan en San José del Cabo, que es la cabecera municipal del área.
“Ya estamos acostumbrados, así es la vida por allá, tienes que hacerte a la idea de que un día viene un huracán y se lleva todo”, expresó.
El hombre indicó que sí tiene un grado de preocupación, pero es más la impotencia porque desea ayudar a sus familiares a mejorar sus condiciones de vida, pero no ha podido porque lo que gana apenas le completa para mantener a su esposa e hijos.
“Cómo me gustaría auxiliarlos en momentos como éste, pero a veces no se puede, sí les ayudamos para que se compren alguna despensita, pero van a necesitar más cosas”, mencionó.
Hasta ayer no había recibido noticias de su parentela, pero indicó que antes de atemorizarse más dejará que pase tiempo porque tiene la seguridad de que están bien, al menos de salud.
Santarrosa dijo que espera que el gobierno mexicano ayude a los damnificados de aquella región, ya que al parecer este año “la desgracia les pegó más duro” a sus paisanos.
“Las malas noticias llegan rápido, no nos ha llegado ninguna, así que tenemos que esperar a ver qué dicen los míos”, añadió. (Martín Orquiz/El Diario)

morquiz@redaccion.diario.com.mx
 

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