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Le dio martillazos porque iba a tener otra relación

Luz del Carmen Sosa
El Diario

2014-09-16

La complexión delgada y la apariencia pacífica, casi insignificante, de Alberto Isaac Hernández Campa contrasta con la dureza de sus palabras. Ante los medios de comunicación habló quedo.
Entre susurros narró el asesinato de su ex esposa Cristal Fernández Pinela, a quien probablemente privó de la vida el martes 9 de septiembre.
“(Ella) iba a tener otra relación… yo le di unos martillazos y ya, perdió el sentido. Me fui a la casa, ahí la dejé enterrada y al siguiente día fui a decirles a las autoridades lo que hice”, dijo el técnico en mantenimiento de una empresa maquiladora.
A sus 35 años, Alberto Isaac, padre de una niña de 4 años, será juzgado por homicidio calificado al existir las evidencias suficientes para acreditar su probable responsabilidad en el delito de homicidio de una mujer, explicó el fiscal Ernesto Jáuregui Venegas quien ayer ofreció una conferencia de prensa.
El titular de la Fiscalía Especializada en Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género destacó que durante el presente año 14 homicidios contra mujeres presentan características o patrones similares donde los agresores privan de la vida a su pareja cuando termina la relación.
El funcionario dijo que Cristal era madre de dos niñas, de 4 y 13 años, las cuales fueron atendidas por personal de la Unidad de Atención a Víctimas que dio vista a la Subprocuraduría de Asistencia Jurídico y Social del DIF.
Esta segunda dependencia definirá la situación legal de las menores, quienes al parecer quedarán bajo guardia y custodia de la abuela materna.

El crimen

La familia de Cristal Fernández Pinela, de 29 años y estudiante de la carrera de Desarrollo de Negocios de la Universidad Tecnológica, reportó su ausencia la noche del martes 9 de septiembre ante la Fiscalía Especializada de la Mujer (FEM).
En la primera entrevista, el ex esposo se mostró preocupado y afligido por la desaparición de la madre de su hija, dijo el fiscal Ernesto Jáuregui Venegas.
El reporte establece que ese día la madre de familia salió de su hogar, ubicado en la calle Dunas de Namibia 160 en el fraccionamiento Parajes de Oriente, para supuestamente dirigirse al plantel educativo.
Posteriormente, la familia localizó el auto Saturn 1995 color negro que ese día conducía la joven.
La unidad estaba dentro del estacionamiento de un centro comercial situado en la avenida Manuel Talamás Camandari y Mesa Central. Fue hasta momento cuando la FEM activó la segunda fase del Protocolo Alba y pidió el apoyo de la comunidad para tratar de dar con el paradero de Cristal (El Diario, 12 septiembre 2014).
La familia había declarado que la joven estaba recién divorciada, aunque tenía más de un año separada del padre de su hija. En la primera entrevista, el ex esposo se mostró preocupado y afligido por la desaparición de la madre de su hija, dijo el fiscal Ernesto Jáuregui Venegas.
El motivo de la separación, según declaró la propia familia, fue que Alberto Isaac presuntamente le hizo tocamientos a la hija mayor de Cristal.
Esta versión la niega el propio Alberto Isaac, quien aseguró que la relación entre él y Cristal tenía más de siete años y tenían poco más de 3 años y medio de casados legalmente.
“Fue un divorcio voluntario, nos divorciamos en agosto”, dijo.
“Nosotros siempre habíamos estado en comunicación, tuvimos relaciones y al final me dijo que se iba a ir con otra persona”, agregó.
La familia declaró ante los investigadores de la FEM que después del divorcio él se quedó con una camioneta marca Ford, tipo pick up, modelo 1994, color naranja con azul.
La unidad, dijo el Fiscal Ernesto Jáuregui, fue vendida el 10 de septiembre por Hernández Campa a un yonque por apenas 5 mil pesos.
La unidad no contaba con el asiento del copiloto y un pedazo de alfombra cuando los investigadores localizaron el vehículo el pasado 12 de septiembre dentro negocio ubicado en las calles Oscar Flores y Cesáreo Santos, dijo.
La intensión, explicó el fiscal, era borrar las evidencias, ya que supuestamente el agresor intentó lavar el asiento y la alfombra y al no borrar la sangre de Cristal creyó que en el yonque la camioneta sería desmantelada y destruida en forma inmediata.
El encargado del negocio dijo a los investigadores que el día 11, Hernández Campa regresó con la pretensión de recuperar la camioneta bajo el argumento de que encontró un mejor comprador.
En los estudios forenses los peritos  localizaron rastros hemáticos coincidentes con el ADN de la víctima.
“Derivado de los trabajos de inteligencia y análisis forense se estableció que la víctima estacionó su automóvil en el lugar donde fue encontrado y abordó la pick up Ranger que conducía Hernández Campa para dirigirse hacia un hotel que se ubica en la avenida Manuel J. Cloutier, donde estuvieron un par de horas y posteriormente la victimó”, dijo el fiscal.
“Yo solamente le di un golpe con el martillo”, recordó Alberto Isaac.
“Yo no estaba drogado… sólo perdí el estribo, ya íbamos rumbo a la casa cuando me dijo. En ese momento no pensé nada, sólo sentí un coraje, no sé, en ese momento estaba enojado, estábamos discutiendo, hablábamos de nosotros”, expresó entre balbuceos.
Después de que le da dos golpes con un martillo que traía en una caja de herramienta, Alberto Isaac condujo el auto con su ex esposa muerta, recostada en el asiento de la camioneta, hasta la colonia Riberas del Bravo. El hombre bajó y arrastró el cuerpo al patio de la vivienda marcada con el número 462 de la calle  Rivera de la Calera.
La casa es propiedad de sus padres quienes, dijo, estaban trabajando cuando inhumó el cadáver en forma clandestina.
“Solo fue un accidente del que estoy arrepentido, yo no pensé en nada. Me fui a la casa, ahí la dejé y al siguiente día quise arreglar las cosas. Yo fui a decirles a las autoridades lo que yo hice, yo les dije lo que había hecho”, afirmó.
A partir de la declaración, las autoridades lograron ubicar el cuerpo de la víctima y procedieron a su inhumación, en cumplimiento a la orden de cateo emitida por un juez de Garantía, que también emitió la orden de arresto urgente.

lsosa@redaccion.diario.com.mx

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