Juan de Dios Olivas
El Diario
El alcalde Enrique Serrano Escobar señaló que las quejas ciudadanas contra elementos de Tránsito se han atendido y a la fecha han despedido a 45 agentes y corrupción se ha controlado de tal manera que la recaudación por multas se elevó.
Lo anterior lo señaló luego de que el primer visitador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) Adolfo Castro Jiménez dio a conocer que el organismo registró un aumento de quejas contra agentes de la Dirección General de Tránsito Municipal por detener a conductores para inspección.
Dijo que en tres semanas se han registrado siete quejas, cuando anteriormente por lo regular eran tres en un par de meses.
Ante eso, Serrano Escobar indicó que a los conductores no les gusta la actuación de los agentes viales y se quejan, pero no respetan el reglamento de Tránsito ni los señalamientos viales.
“A los conductores no les gusta que les hagan señalamientos, sin embargo esta es una obligación de la autoridad y más en una ciudad tan grande como la nuestra en la que se pueden generar muchos accidentes y pérdida de vidas como consecuencia. Es importante que los conductores respeten el Reglamento de Tránsito y la señalización, porque de esa manera no van a ser multados”, dijo.
El alcalde enfatizó que el número de multas se ha elevado por la correcta actuación de los elementos de Tránsito.
“El número de multas se ha elevado considerablemente en comparación a años anteriores. Esto quiere decir que hay más vigilancia con las mismas unidades, pero también quiere decir que hay menos mordidas porque si se elevan las multas, cada multa que se levanta es una mordida que no se hizo”, dijo.
Sin embargo, aseguró que se han tomado medidas drásticas contra quienes se han excedido en sus atribuciones y han violado la Ley.
“Han sido consignados y despedidos, a la fecha hemos despedido 45 agentes de Tránsito por malos comportamientos”.Las denuncias recibidas por Derechos Humanos son porque los oficiales detienen a los conductores, al parecer sin ningún motivo, y les piden bajarse de su auto para hacer una revisión de rutina, explicó el primer visitador Adolfo Castro Jiménez.
“A mí lo que no me gusta es que el agente de Tránsito le pide al ciudadano que se baje del vehículo, como si fuera un policía preventivo, que esa sí es facultad de un policía preventivo”, aseguró el derechohumanista.
En esos casos se han registrado cuatro “preocupantes” y dos son de mujeres que venían solas a altas horas de la noche en sus autos, una iba con su hijo, dijo.
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