Local

Familia levanta altar en honor a Cristal

Martín Orquiz
El diario

2014-09-16

Con el retrato de su hermana en el regazo, una donde dice que “se ve muy bonita”, Eunice Hernández Pinela deja correr las lágrimas y se aferra al marco de la fotografía en la que Cristal luce una gran sonrisa.
Dentro de la casa donde habitaba la estudiante de la Universidad Tecnológica de Ciudad Juárez (UTCJ) los parientes de la víctima de homicidio levantaron un altar en su recuerdo con fotografías en la que aparece con sus dos hijas, una de 12 años y otra de 4, sus tacones altos favoritos en color rojo y la estola que usó cuando se graduó de Técnico Superior en la carrera de Desarrollo de Negocios.
En espera de que les entreguen el cuerpo para velarlo, Eunice aclara que el presunto homicida es ex esposo de su hermana, de quien llevaba un año separada, pero recién empezaba una nueva relación y –tal vez, añade– ese fue el hecho que despertó la furia de Alberto Isaac Hernández Campa, de 35 años.
La última vez que la vio con vida fue el pasado martes alrededor de las 7:30 de la tarde, cuando ella le dijo que iría a la UTCJ, versión que no le pareció extraña dado que acababa de comenzar a estudiar de nuevo una licenciatura.
“Él (su ex cuñado) se veía tranquilo, no era de pleito, era dócil, se separaron por lo que les hizo a las niñas (supuestamente cometió abuso sexual), pero no nos imaginábamos que podría hacerle esto”, comenta sentada en el porche de su casa, doliéndose de los malestares que sufre en sus talones, por eso tiene la pierna izquierda vendada hasta arriba de la rodilla.
Cuando hicieron el reporte de su desaparición, su ex cuñado se presentó ofreciendo ayudar en la búsqueda y nunca pensaron que él podría estar involucrado.
Cuenta que Cristal y Alberto duraron seis años casados, que engendraron a una niña que ahora tiene cuatro, pero que su hermana tiene otra niña, de una relación anterior, que ahora tiene 12.
El sujeto tocó de forma inapropiada tanto a su hija como a su hijastra, eso motivó la separación, aunque ahora se conoce que se siguieron viendo, según los testimonios de las amistades de la víctima.
Eunice comenta que ella y su familia se enteraron durante la investigación que Cristal, de 29 años, seguía viéndose con Alberto, ya que para ellos la separación había sido definitiva e incluso la mujer había comenzado una relación que pensaba formalizar.
La víctima trabajaba en una empresa promotora de productos, ahí fue donde conoció a su nueva pareja, por lo que su situación siempre fue vista con toda normalidad.
Sus parientes pensaban que lo único que la relacionaba con su ex esposo, a quien le perdonó los presuntos actos de abuso sexual que cometió en contra de sus hijas, era la posesión de la casa donde habían establecido su domicilio conyugal.
Julio César Enríquez, esposo de Eunice, menciona que el automóvil de su cuñada fue localizado horas después del reporte de desaparición en el estacionamiento de un centro comercial, en su interior estaban las pertenencias de la mujer y no estaba forzado, así que al principio no sospecharon siquiera el trágico desenlace.
Señala que las autoridades les dijeron que la entrega del cuerpo tardará, ya que se requiere practicarle una serie de exámenes debido al grado de descomposición que tenía al momento de ser desenterrado de una vivienda ubicada en Riberas del Bravo.
“No sabemos cómo la mató, sólo nos dijeron que murió esa misma noche que desapareció”, comenta abrazando a su mujer en un intento por consolarla.
Añade que está convencido de que el hombre la mató en su vehículo, una Ranger pick up que el sospechoso vendió horas después del homicidio en un yonque.
Ahora que ya sabe el destino de su hermana y que su ex cuñado al parecer la asesino, Eunice dice que no espera nada de la justicia porque ya nada se la regresará.
Luego de meditarlo, agrega que sí espera que le den muchos años de cárcel para que no ande libre y pueda llevarle a su hija para que le explique cara a cara qué fue lo que le hizo a su madre.
De sus sobrinas menciona que se quedarán al cuidado de su abuela materna, pero que al menos la pequeña todavía no sabía hasta ayer que su padre había asesinado a su madre.
Mientras otros familiares llegan a la vivienda, ubicada en Parajes de Oriente, pide a través del reportero a otras familias o víctimas de violencia que siempre avisen dónde y con quién van a estar para, en caso de ser necesario, se les pueda ubicar o ayudar para no terminar como Cristal.
morquiz@redaccion.diario.com.mx

X