El Diario
2014-09-15
El tapete ensangrentado fue arrojado a media banqueta. Con furia, impotencia y rabia, familiares limpiaban con agua y jabón el sitio donde quedó el cuerpo de Ivette, quien fue asesinada por su pareja sentimental, quien después se suicidó.
La familia buscaba, quizá, que el escenario fuera menos grotesco cuando llegaran a casa los dos hijos de la mujer, a quien vieron con vida por la mañana al despedirse para asistir a la escuela.
“Esto es algo terrible”, dijo el padre de la mujer, mientras se apresuraba junto a sus demás seres queridos a limpiar la sangre en la casa que seguirán habitando por ser su único patrimonio.
El décimo quinto asesinato de una mujer a causa de la violencia familiar en esta ciudad fue presuntamente cometido por un ciudadano estadounidense, identificado de manera extraoficial como Ricardo Lira, de 34 años, informó personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) en la Zona Norte.
Versiones de testigos e investigadores señalan que el agresor llegó la mañana del lunes a la vivienda número 7125 de la calle Aeroméxico, en Jardines del Aeropuerto, y discutió con la mujer identificada en forma extraoficial como Ivette Seáñez Uranga.
Al parecer, primero le disparó a ella y luego se dio un tiro. Ambos murieron y los cuerpos quedaron en la sala donde la mujer atendía su pequeño negocio de uñas postizas.
El agresor tripulaba un auto Volkswagen de modelo antiguo con matrículas MYC921 de Oklahoma, el cual fue asegurado y trasladado a la Dirección de Servicios Periciales junto con un arma de fuego y dos casquillos percutidos como evidencia.
El homicidio fue reportado a las 08:43 horas, lo que generó que personal de guardia de la FGE acudiera al lugar.
Hasta el cierre de esta edición, la FGE no revelaba las identidades de este nuevo caso de homicidio-suicidio.
En el lugar de los hechos, los vecinos informaron que la mujer era madre de dos adolescentes, quienes cursan la secundaria y preparatoria.
Explicaron que ayer por la mañana los hijos de Ivette se fueron a la escuela muy temprano y al parecer estaba sola al momento del ataque. La madre soltera vivía en la casa de sus padres, quienes la apoyaban en el cuidado de sus hijos.
“Ella trabajaba poniendo uñas y pestañas, era muy trabajadora y su madre la apoyaba mucho, hasta se hizo tesorera de la Sociedad de Padres de Familia por su nieto que está en la secundaria”, narró una vecina que lamentó la tragedia que enluta a la familia.
Hay que aguantarse, afirman
El fuerte ruido sorprendió a Juan Carlos, que despertó desde las 5 de la mañana para lavar la camioneta de su abuelo, dedicado a la venta de burritos. Luego del estruendo que no identificó, empezó a escuchar gritos desesperados de una mujer, fue entonces cuando se asustó y corrió a la cuadra siguiente para ver qué pasaba.
“Luego luego llegó una ambulancia y muchos policías, todo pasó bien rápido”, narró el adolescente que habita frente a la Escuela Secundaria Técnica 73, ubicada en el fraccionamiento Jardines del Aeropuerto.
Otro menor llegó a su lado y al saludarlo y escuchar la conversación se enteró de la nueva tragedia que ocurría en esta zona habitacional.
“No inventes. Era la mamá de un compañero”, dijo al identificar a Ivette como la mujer asesinada la mañana de ayer.
Poco después de las 10 de la mañana, cuando los peritos especializados en la escena del crimen liberaron la propiedad, la familia de inmediato empezó a limpiar la casa. (Luz del Carmen Sosa/El Diario)
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