Martín Coronado
El Diario
Una protesta que montó la organización Ciudadanos Vigilantes en las oficinas Centrales de la Comisión Federal de Electricidad en esta ciudad provocó una movilización policiaca que llegó hasta el interior de las oficinas.
La protesta, en la que la organización reclamaba que la paraestatal rompió un acuerdo de 5 puntos realizado hace unas semanas, terminó en una visita de la Policía Municipal, ante una llamada de la caseta de vigilancia.
Alrededor de 8 agentes de la Policía Municipal llegaron a la CFE luego de que el líder de la agrupación, José Luis Rodríguez, acompañado de una decena de ciudadanos vigilantes había entrado a la oficina sin registrarse para hablar con el representante de la paraestatal Antonio Anaya.
Semanas atrás dicha organización había montado un plantón levantando quejas de ciudadanos que veían cobros injustificados.
Incluso durante la protesta de ayer, varios usuarios con recibo en mano se acercaron a manifestar que creían injusto el cobro del servicio. Gregorio Rodríguez Núñez, por ejemplo, dijo que normalmente paga mil 800 pesos, pues tiene dos refrigeradores. Pero el recibo que mostró ayer, traía un total de 6 mil 545, es decir, el triple. Otro caso, el de Laura Yepiz Muñoz, que con sólo 22 kilowatts de consumo tenía un “cobro mínimo” de más de mil 500 pesos.
Tras el plantón de varios días, la agrupación logró un acuerdo en el que la CFE revisaría cada una de las más de 100 denuncias que juntaron los Ciudadanos Vigilantes, en su mayoría por cobros excesivos a juicio de los usuarios. Sin embargo, los manifestantes se quejaron de que la paraestatal ya no estaba revisando los recibos que les hacían llegar, y que la comunicación se había roto.
Ante la ausencia de Anaya, el grupo de manifestantes se dirigió a la oficina del superintendente, quien los atendió primero telefónicamente y les pidió que lo esperaran para hablar.
Sin embargo, la alerta a la Policía Municipal estaba dada y dos patrullas, una de ellas la p-871, acudieron a las oficinas y alrededor de 8 agentes entraron hasta el primer piso, donde se encontraban los manifestantes, esperando a que los atendieran.
Para cuando los policías arribaron, personal de la CFE les dijo que todo estaba bajo control, por lo que se retiraron. Los manifestantes se quedaron en la oficina, donde más tarde dialogaron con los funcionarios, y acordaron que la comunicación quedaría abierta para resolver las quejas.
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