Gabriela Minjáres
El Diario
En la víspera de que el presidente Enrique Peña Nieto rinda su Segundo Informe de Gobierno, en el que destacará como principal logro las reformas estructurales aprobadas en el último año, en Ciudad Juárez se ve con escepticismo y hasta con temor el impacto que puedan tener a nivel local, por lo que juarenses reclaman su presencia y reprochan que esta frontera haya dejado de ser una prioridad.
Al hacer un balance de las principales acciones impulsadas por el Ejecutivo federal en la ciudad, donde en la publicidad oficial promueve las ampliaciones del Hospital de la Mujer y el Hospital General, así como la eliminación de las garitas de revisión fiscal, representantes de distintos sectores sociales mencionan que tan sólo la reforma fiscal –con la que se homologó el Impuesto al Valor Agregado (IVA) en la frontera– ha sido una de las medidas que más han lastimado a los juarenses.
Además, aseguran que desde el gobierno, Peña Nieto ha dado un contrasentido a las propuestas de campaña ofrecidas en su única visita realizada a la ciudad en 2012, cuando ofreció revisar la condición fiscal para hacer a Juárez más competitiva, atraer más inversiones y generar más empleo.
Agregan que desde el inicio de su gobierno y hasta ahora ha caído drásticamente la inversión en materia social e infraestructura a pesar de que Juárez es una ciudad paradigmática, que se encuentra en vías de reconstrucción luego de vivir la peor crisis de seguridad de su historia.
También, perciben que hay un retroceso federalista con el creciente centralismo que se ha generado a nivel nacional, pero sobre todo en municipios y entidades como Juárez y Chihuahua, donde se esperaba una mayor articulación de los gobiernos, debido a que todos son emanados del mismo partido, en este caso, del Revolucionario Institucional (PRI), pero no ha sido así.
“Estamos ante una primera etapa en la que las reformas estructurales están dadas, pero falta su operación, porque hasta ahorita lo único que hemos visto es la reforma fiscal con el aumento del IVA y con esa nos ha ido muy mal; esto podría sentar un precedente negativo ante la percepción generalizada de la ciudadanía de que el dinero cada vez le rinde menos”, expone Cecilia Sarabia Ríos, investigadora del Departamento de Estudios de Administración Pública en el Colegio de la Frontera Norte (Colef).
Explica que otro factor importante es que todas las reformas que se han promovido en esta Administración federal se han aprobado de una manera atropellada, lo que ha sido muy difícil para que los ciudadanos las entiendan y para el gobierno ponerlas en funcionamiento.
Y es que en lo que va del gobierno de Enrique Peña Nieto se han aprobado 11 reformas estructurales: la energética, en materia de telecomunicaciones, en competencia económica, la financiera, hacendaria, laboral, educativa, transparencia y política-electoral, así como al Código Nacional de Procedimientos Penales y la Ley de Amparo.
Sin embargo, para los sectores sociales de la ciudad no queda claro el impacto local que van a tener cuando se pongan en marcha y temen que los efectos sean negativos, como ocurrió con el aumento del impuesto al consumo.
“Vamos a ver cómo nos van a ir pegando esas reformas, porque si bien ya pasó el proceso legislativo, ahora viene la implementación y debemos de estar muy pendientes, porque en la gente hay desconfianza porque no se ven claras algunas cosas”, expone Sergio Meza de Anda, director de El Pacto, organismo ciudadano que vigila los intereses públicos.
Agrega que este temor lo han manifestado personas que integran los comités de vecinos, organizaciones civiles, empresarios y políticos con los que a diario tienen contacto y les han dicho que hay medidas implementadas por el Gobierno federal que los han lastimado fuertemente.
“Vemos un ambiente de incertidumbre, no hay confianza en lo que pueda suceder porque tenemos la experiencia en carne propia de que esas cosas aterrizan de golpe y aunque algunas son de largo plazo, otras de muy corto y nos han pegado muy duro, como el aumento del IVA”, agrega.
De acuerdo con un estudio realizado por el Observatorio de Coyuntura de la Economía Fronteriza del Colef, la homologación del impuesto al consumo en la franja y región fronteriza ha tenido un efecto inflacionario, porque se detecta un notable incremento de los precios que enciende “focos rojos”, porque están fuera de los rangos previstos.
Esta situación, agrega el documento, ha afectado el gasto de los hogares, especialmente el destinado para adquirir alimentos básicos que está relacionado con el nivel de bienestar de la población.
“Ha disminuido el ingreso de las familias, ha generado desempleo y esto consecuentemente ha mermado la tasa de ahorro de las familias en la región y franja fronteriza”, expone el estudio presentado en junio de este año.
Además, la actividad económica del comercio regional ha sido impactada seriamente, porque se ha detectado que el aumento a este gravamen ha influido en la fuga de consumidores hacia el mercado de bienes y servicios de Estados Unidos.
Este escenario es confirmado por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) que agrupa a representantes de los sectores productivos de la ciudad, donde aseguran que con excepción de la industria maquiladora, ningún otro sector ha repuntado en Ciudad Juárez.
“Todos los sectores siguen igual, no han podido alcanzar sus mejores momentos, por eso nosotros estamos promoviendo y exigiendo que la inversión federal ya llegue para poder detonar y tener un poco más de movimiento de recursos”, dice Efrén Domínguez González, presidente en turno del CCE.
Los recursos que esperan que bajen a la ciudad son los 21 mil 403 millones de pesos que se pretenden invertir en los proyectos para Ciudad Juárez que están incluidos en el Plan Nacional de Infraestructura (PNI).
Entre los proyectos planteados en el PNI se encuentran el denominado “Convivencia Urbana Ciudad Juárez”, la construcción del puente internacional Guadalupe-Tornillo, una planta de energía en la Zona Norte III, cerca de Samalayuca; la construcción de Waha-Central Eléctrica “Norte III” y de la Red de Transmisión Asociada al CC “Norte III” sitio Cereso.
También se espera que fluyan los 412.7 millones de pesos provenientes del Fondo para Fronteras, que la Federación anunció repartiría este año a los estados fronterizos del país como una forma de compensación por el incremento en el IVA.
Para otros representantes locales, principalmente del sector social, los recursos asignados a la ciudad hasta ahora no han sido ni los suficientes ni los necesarios, además de que reciben un manejo sin enfoque.
“Desde que entró Peña Nieto se dejó a Juárez, se abandonó, los recursos se van a lo emergente y no a lo necesario y a lo que realmente tiene sentido pero no político ni partidario, porque después de los millones de pesos que se invirtieron en el gobierno de Felipe Calderón el cambio fue radical, si mucho tenemos los recursos del Pronapred y como 5 o 10 millones de Indesol, pero no hay más”, expone Laurencio Barraza Limón, secretario ejecutivo del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social.
El representante del Consejo que actualmente agrupa a unas 12 organizaciones de la sociedad civil agrega que ha disminuido el interés de la Federación por Juárez, a pesar de ser una ciudad que requiere de mucha inversión, sobre todo social.
“¿Acaso tiene que suceder algo paradigmático que ponga a la ciudad en luto para que vuelvan a fijar la atención? ¿O realmente no le interesa sacar a la ciudad a una perspectiva que goce de una seguridad plena?”, cuestiona.
En materia de inversión social, el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha destinado a Ciudad Juárez 159.9 millones de pesos a través del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred).
Además, de acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Social, el año pasado se invirtieron aquí 600 millones de pesos en la Cruzada contra el Hambre y en éste van 900 millones, aunque varios de sus programas se han visto rebasados por las necesidades de la gente, como la “Tarjeta Sin Hambre” y los comedores, de los que a la fecha hay 42.
Por estos contrastes, los líderes sociales de Juárez reclaman la presencia de Enrique Peña Nieto en la ciudad, a donde no ha regresado desde la campaña electoral que lo llevó a la Presidencia y tampoco ha cumplido sus propuestas.
Abraham Paniagua Vázquez, doctor en Ciencias Sociales con especialidad en Política, Gobierno y Asuntos Públicos, expone que a la fecha hay pendientes que Peña Nieto tiene con Ciudad Juárez, específicamente en lo que tiene que ver con el aumento de la competitividad regional que prometió en campaña.
Pero también en materia de seguridad, porque propuso crear una academia regional para policías y a la fecha no hay acciones que avizoren el inicio de la consolidación de una, porque ni siquiera en el presupuesto se ha estipulado.
“En general, el Gobierno federal ha atendido a Juárez de una manera hasta tangencial, no le ha entrado al centro de las cosas, se ha ido solamente por las orillas, hubo promesas de campaña que están pendientes y sobre todo, algo que es sintomático es que no ha estado presente en la ciudad a pesar de que hizo el compromiso muy específico con la ciudad, que sería una prioridad y hasta ahorita no lo hemos tenido cerca”, advierte Sergio Meza.
En sus casi dos años de gobierno, Peña Nieto ha realizado cinco visitas al estado, entre ellas a los municipios de Chihuahua, Ojinaga y Balleza, pero hasta ahora ninguna a Ciudad Juárez, donde en varias ocasiones se ha anunciado su presencia y al final no se ha concretado nada.
“Tradicionalmente en la política mexicana donde la figura presidencial es todavía muy fuerte, la visita de un presidente de la República es relevante porque de entrada tiene el efecto positivo porque aparentemente hay un interés de su parte por la ciudad y anuncia acciones, por eso aquí todavía se le sigue esperando”, expresa Jesús Rodríguez Alonso, politólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ). (Gabriela Minjáres/El Diario)
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