Desconfían usuarios de medidores digitales

El Diario

Con desconfianza vecinos de Riberas del Bravo etapa VI recibieron a las brigadas de la empresa IUSA, subcontratada por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), que acudieron a programar sus medidores digitales y entregarles las tarjetas electrónicas con las que realizarán los pagos de su consumo de energía eléctrica.

Algunos de los vecinos entrevistados señalaron que el cambio a medidor digital les había ocasionado problemas como quedarse sin luz y un incremento en su consumo que no tenían con el medidor análogo, por lo que dijeron desconfiar de esta nueva forma de pago.
“A mí me cambiaron el medidor desde hace dos meses y la verdad si me afectó porque de 800 pesos que me salían en promedio, el primer recibo con el nuevo medidor me llegó de 3 mil 395 pesos”, dijo Lourdes Muñoz quien vive en la calle Ribera de Montecarlo.
Agregó que no quiso ir a reclamar porque “iba a resultar lo mismo, solo iba a perder mi tiempo y de todas maneras me harían pagar, así que fui abonando en el cajero hasta que cubrí la cuenta”.
Ahora que los empleados de IUSA acudieron a entregarle su tarjeta electrónica para que realice sus pagos con ella, dijo que sintió desconfianza.
“La verdad pues te dicen que tiene muchas cosas buenas, como que si sales de vacaciones puedes cortar el servicio y no se genera gasto, y que puedes pagar en algunas tiendas como Oxxo, pero ya ni sé, porque ayer que me la iban a entregar, ni siquiera pudieron activarla”, dijo Muñoz.
Otra de las vecinas a la que llegaron a instalarle su medidor les dijo a los empleados de IUSA que no entendía sus indicaciones, recibió la tarjeta y firmó para que se la instalaran porque le urgía ir por sus niños a la escuela.
“Me quedé asustada con lo que me dijeron los muchachos porque hicieron un corte de lo que debo pagar y resultó que hasta ahorita debo mil 200 pesos, cuando yo siempre pago 530, no sé si esto de poner cosas digitales es mejor pero para mí no, por eso ni hice preguntas. Para qué si ni entiendo”, dijo Julia quien vive en la calle Ribera de Montecarlo 406.
Rubizel Zúñiga quien vive en la calle Haiti No. 429 aceptó el cambio de pago cuando los brigadistas llegaron a su vivienda, y siguió el protocolo que ellos le indicaron.
Primero una firma electrónica donde conste que acepta cambiar su forma de pago y luego la activación de la tarjeta que es un proceso que se realiza de manera electrónica.
Para concluir se le pide al usuario que practique la forma en que hará la medición de su recibo o el corte de servicio que también puede hacer él mismo.
“Se les informa a los usuarios que el cambio de forma de pago es voluntario, si no quieren hacerlo no es obligatorio porque deben aprobarlo con su firma, además es gratuito, la tarjeta no tiene ningún costo”, dijo el empleado de IUSA que prefirió omitir su nombre.
Ante esta afirmación Rubizel Zúñiga señaló, “pues es que uno ya no sabe, porque así dicen que es gratis y luego cuando uno va a pagar, salen con que hay un costo extra, espero que esta no sea una de esas veces”.
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