Francisco Chávez
El Diario
Familias asentadas en las faldas de cerros, diques y arroyos manifestaron temor de sufrir inundaciones y deslaves de sus viviendas a consecuencia de las lluvias.
A pesar de conocer los riesgos, habitantes de zonas calificadas como peligrosas dijeron no contar con un plan de contingencia en caso de desborde de aguas.
“Sí tenemos miedo porque aquí cuando llueve se pone muy feo y toda el agua se nos mete a la casa”, dijo Germana Castañón, cuyo hogar se encuentra en medio de un arroyo de la colonia Plutarco Elías Calles, en el poniente de la ciudad.
El arroyo natural en el que habita se ubica a un costado del Camino Real y fue invadido desde hace 15 años por familias que, buscando un patrimonio, enfrentan ahora el peligro de perderlo todo, manifestaron residentes de esa colonia.
Durante un recorrido se apreció que otras 50 viviendas ubicadas sobre la calle Zihuatanejo se encuentran en peligro de colapsar, ya que el flujo del agua sobre la tierra ha ido desgajando los barrancos sobre los que construyeron sus casas.
“Batallamos, por todos lados nos inundamos. Lo primero que yo haría sería correr a pedir auxilio. Yo vivo con mi esposo pero él ya está mayor y yo soy la que lo cuida”, dijo la madre de familia, quien daba de comer a sus mascotas en el patio de su vivienda.
Dicha colonia es considerada por Protección Civil como uno de los puntos de alto riesgo en esta temporada de lluvias.
Recientemente la Dirección de Desarrollo Urbano del Municipio informó que en un estudio preliminar se habían identificado a unas 600 familias que viven en 10 distintas zonas de alto riesgo.
A ellas se les invitaría a ser reubicadas, ante el peligro que representan las áreas en que viven.
Dichos puntos se ubican principalmente cerca de la Presa Juárez, así como en los cauces y arroyos del poniente y norponiente de la ciudad, informó Eduardo Varela Díaz, titular de la dependencia.
Habitantes del sector denunciaron que la única opción que tienen en caso de una contingencia es abandonar sus casas y buscar refugio en otro lugar. Las lluvias de esta temporada han dejado como saldo la muerte de una madre y sus dos hijos luego de que un barranco se desgajara y los sepultara.
El hecho ocurrió el pasado primero de julio, cuando Paul Antonio Valadez Quiñónez, de 3 años, su hermana, Naomi Ailin, de 5, y su madre, Brenda Ivón Quiñónez Ledezma, de 23 años, murieron a causa de que el techo de su vivienda se les vino encima, en la colonia 16 de Septiembre.
A unas 10 casas hacia el sur de la de Germana Castañón se encuentra el hogar de Agapito Salas, un mecánico que también externa su temor de que él y su familia sufran algún accidente por el deslave de los cerros.
“Cuando llueve se pone feo porque vivimos en el mero arroyo, está muy peligroso porque se puede derrumbar”, dijo el padre de familia.
“No sabemos qué hacer en caso de una lluvia fuerte, no sabemos para dónde correr. Lo primero que haría sería agarrar mis hijos e irnos, lo material no importa”, afirmó.
En el perímetro de la zona se pudo observar que los cerros se han ido deslavando con el paso del tiempo. Algunas casas incluso presentan cuarteaduras en las paredes debido al desgajamiento de la tierra.
Hace tres semanas la Dirección de Protección Civil Municipal comenzó con la entrega de 80 mil volantes preventivos a la población que habita en zonas de alto riesgo, como parte del Plan de Contingencia que emprendió el Municipio en apoyo a las familias en condición vulnerable.
En el papel se notifica al ciudadano que su vivienda se encuentra asentada en un punto peligroso. También incluye los números de emergencia, los refugios disponibles y las recomendaciones a seguir en caso de inundación, dijo en ese entonces Fernando Motta Allen, titular de la dependencia.
Añadió que los volantes comenzaron a distribuirse por diversas dependencias municipales, que también forman parte del plan.
Se repartieron en 40 colonias consideradas altamente inundables y susceptibles a colapsar por estar en asentamientos irregulares, informó Protección Civil Municipal.
Motta Allen detalló que las labores preventivas se concentrarán en zonas ubicadas principalmente en el poniente de la ciudad, donde se considera que existe un mayor número de familias en riesgo de sufrir un accidente a consecuencia de las lluvias.
Sin embargo, a pesar de las recomendaciones, habitantes de esas colonias se niegan a desalojar sus domicilios.
Refirieron que aún con el riesgo de vivir a un costado de diques y arroyos no dejarán sus hogares, ya que es el único patrimonio con el que cuentan. (Francisco Chávez)
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