Jesús Salas
El Diario
Fueron 40 los jóvenes que graduaron del campamento en uno de los Centros de Integración Juvenil (CIJ), el cual tuvo como objetivo crear una consciencia sobre el uso de las drogas y de las malas prácticas, dio a conocer la directora de los CIJ, Olivia Caraveo.
De acuerdo con la directora, el objetivo del campamento fue reducir la cifra de 15 jóvenes que acuden de manera mensual a los distintos CIJ para pedir ayuda con problemas de adicción a la mariguana.
Además de que se buscó disminuir también la estadística de los 15 menores que acuden al mes para pedir apoyo para abandonar la adicción al tabaco.
“Fueron diversas actividades enfocadas a la prevención del consumo de estupefacientes, mediante talleres de pintura, música, arte, deporte y con la representación de varias obras de teatro”, dijo Caraveo.
Ayer, se realizó la muestra de los trabajos que realizaron los participantes, los cuales estuvieron durante casi 1 mes acudiendo en diversos horarios a trabajar con los estudiantes de psicología, trabajo social y sociología que ayudaron en el campamento.
El cierre del evento se dio en las instalaciones ubicadas sobre el bulevar Bernardo Norzagaray, rumbo a la colonia Anapra.
Una de las maestras de dibujo y pintura, comentó que este tipo de cursos ayudan a que los presentes desarrollen habilidades que les permitan colaborar con su familia y amigos para que no caigan en las drogas o en la dependencia de alguna sustancia ilegal.
Una de las tareas que tienen los CIJ es la de prevención en los adolescentes, además de trabajar con familias en situación vulnerable, así como con los adultos y menores que ya han consumido alguna droga.
“Hemos tenido casos de menores de 13 años que ya están enganchados al tabaquismo, así como a la mariguana, son los principales problemas que se atienden en los centros”, dijo.
Otras de las actividades que realizaron fue la de elaborar junto a los padres de familia un vehículo con cartón, latas y plásticos, con la finalidad de que los mayores también se involucren en la prevención de las adicciones.
“Es muy importante también para los papás que colaboren con los hijos, porque hemos recibido casos de padres que fuman hasta 60 cigarros al día y eso no es un buen ejemplo para los menores”, dijo la directora.
Además de los trabajos manuales, las actividades al aire libre y actividades recreativas, los menores también recibieron clases de computación y educación física.
El campamento finalizó después de un mes de clases por parte de los maestros, y fue de manera gratuita cada uno de los servicios que se les ofrecieron a quienes participaron en ellos.
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